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Yinaris García: capataz en tierras lejanas

Tras obtener la licencia C de la UEFA y la certificación como entrenadora de la Federación Alemana de Fútbol, esta barranquillera de 34 años se convirtió en la directora técnica del equipo femenino del TV Brechten, de la liga intermedia.

Andrés Osorio Guillott
09 de julio de 2020 - 02:00 a. m.
Yinaris García, entrenadora del equipo femenino del TV Brechten.
Yinaris García, entrenadora del equipo femenino del TV Brechten.
Foto: Cortesía

Yinaris García creció en una casa que quedaba a dos cuadras del Estadio Metropolitano de Barranquilla. Los gritos de gol de los hinchas del Júnior y las jugadas que rememora de Carlos el Pibe Valderrama conforman un eco que resonó en su corazón y se transformó en una pasión, que ahora vive como directora técnica del equipo femenino del TV Brechten en Dortmund (Alemania).

“Ser entrenadora se fue dando de manera circunstancial. El hecho de alejarme de la competencia como jugadora, pero a la vez el interés de conocer y aprender más sobre el fútbol, de entender los conceptos del juego, quitarse ese estigma de que las mujeres juegan a lo que salga y no entiendan del deporte y que no sepan de esquemas me motivó mucho a buscar información de manera autónoma. Estar dirigiendo a los equipos, obtener buenos resultados y ver que mis jugadores creen en lo que hago y que mucha gente me veía como una persona que podía tener formación me llevó a buscar este camino. Vi varias opciones y decidí venir a Alemania, que cuenta con la convención UEFA, como todos los países del continente, pero que no tiene los prerrequisitos que otras naciones sí tienen y que me hicieron ver que este era el lugar. Realmente fue un proceso complejo por el idioma, pero he podido sortearlo y gracias a ello obtuve la licencia”, le contó Yinaris García a El Espectador.

“Ser entrenadora fue algo circunstancial”, y lo dice porque algunas complicaciones en las rodillas le impidieron seguir su camino como futbolista. A lo largo de la entrevista habló varias veces de la importancia de la generación y posesión de la pelota en el campo de juego. Y no es cuestión de lecturas y conceptos vistos en partidos, es también por la experiencia que tuvo como jugadora hace unos años, cuando también estudiaba psicología y alternaba la vida académica con su pasión por el fútbol. Con el 10 en su espalda, García entendió desde lo empírico la importancia de lo colectivo en el fútbol y en la vida. Es por esta razón que los conocimientos y principios que imparte en la cancha pasan también por las memorias que guarda de aquellos pases filtrados o de algunos instantes donde quien viste ese dorsal en su camiseta demuestra que tiene la inteligencia suficiente para saber elegir y asociarse con quien viste los mismos colores en el césped.

“Tengo unas características particulares. Me gusta mucho la posesión de la pelota, me gusta que los equipos tengan elaboración de juego. Sabemos que el fútbol ha cambiado. No es solamente encasillarse; hay que tener variantes. Más que seguir un estilo es crear un estilo propio, que cuando una persona vea jugar al equipo diga que tiene la mano de este entrenador, porque tiene ciertas características que hacen la diferencia. Quiero que mis equipos sean organizados, tengan mucha gestión y elaboración, con muchas basculaciones, que sean armoniosos en sus líneas. Eso me gusta. Pero le doy prelación a la generación del juego”, manifestó.

Esa aparente obsesión por el orden y la generación de juego se fueron perfilando también por su disciplina y su gusto por la teoría del fútbol: “En esta pandemia que estamos viviendo y que nos tomó de repente, he intentado seguir complementando mi formación. En mayo culminé un curso de fútbol femenino con el Valencia de España. Actualmente estoy haciendo uno de analista táctico con el Barça Innovation Hub. Son cuatro módulos, voy por el tercero. Si Dios quiere, en agosto lo termino y me certifico”.

Yinaris García llegó al TV Brechten a mediados de 2019. Tocó varias puertas y fue en ese club de Dortmund donde halló su puerto. Logró obtener su aval luego de haber hecho parte de un programa de futuros entrenadores, en el que le permitieron hacer acompañamiento a varios entrenadores de múltiples categorías de la institución. Alrededor de tres meses le bastaron para pasar la convocatoria del programa. Con esa victoria y esa añoranza detrás pudo pasar sus vacaciones de fin de año en Colombia. En enero, al retornar a Alemania, le notificaron que sería la segunda entrenadora de la categoría sub-15 masculina. Allí duró estos meses. Y si bien no pudo trabajar más a fondo por culpa del COVID-19, la barranquillera siguió preparándose y su hoja de vida terminó nuevamente en el escritorio de los dirigentes, quienes al ver su preparación le informaron, hace pocos días, que sería la directora técnica del segundo equipo femenino del TV Brechten, que recién había logrado ascender en el fútbol alemán.

“En Europa se ha ido consolidando el fútbol femenino y ha mejorado el nivel. En América Latina se han ido quedando. Hay pocos países, como México, que desde hace algunos años vienen trabajando duro. Infortunadamente hay otros como Colombia en los que la liga no termina de arrancar, que todos los años tiene incertidumbre por si se hace o no. No hay un proyecto estructurado, no hay garantías ni voluntad por hacer algo realmente sostenible, para las jugadoras y los empresarios que decidan apostar por ello. En Colombia tienden a repetirse las historias. En el caso del fútbol sala masculino, se hizo el mundial hace unos años y este año no tienen un torneo. Las futbolistas colombianas merecen algo más sostenible en el tiempo, una liga de la que realmente puedan vivir y siento que en nuestro país no le han apostado a ello”, concluyó la entrenadora colombiana.

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