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"Aprendimos a competir al máximo"

El dueño de la banda izquierda en Nacional es una de las cartas del cuadro antioqueño para enfrentar al Deportivo Cali en la final.

Mary Luz Avendaño /Medellín
09 de diciembre de 2013 - 02:00 a. m.
Juan David Valencia es un hombre feliz. Sueña con ir al Mundial. / Luis Benavides
Juan David Valencia es un hombre feliz. Sueña con ir al Mundial. / Luis Benavides

Juan David Valencia sabe ganar. Tres veces se coronó campeón de la Liga Postobón, con Medellín (2009), Júnior (2011) y Nacional (2013). Con los verdolagas, además, ha conquistado una Superliga y dos Copas Postobón.

Nacido en la capital de Antioquia el 15 de enero de 1986, el extremo izquierdo es uno de los hombres de confianza del técnico Juan Carlos Osorio y arma fundamental con la que Nacional espera lograr su decimatercera estrella desde el miércoles, cuando enfrente al Deportivo Cali en la gran final de la Liga 2013.

¿Cuál es el techo de Nacional?

Cada día trabajamos para dar más y para seguir cosechando triunfos. Todos tenemos un objetivo al igual que la hinchada, y es conseguir el título de un torneo internacional. Todos los días nos preparamos pensando en eso. Estoy seguro de que vamos a seguir creciendo y lo conseguiremos.

¿Cómo describiría la identidad de este equipo que dirige Osorio?

La identidad es el trabajo. Si hay una palabra que refleja lo que hace este grupo, es trabajar.

¿Cómo ha sido su transformación de lateral a extremo por el costado izquierdo?

Pues todavía juego de lateral, de carrilero y extremo, pero no es que me haya transformado de un momento a otro, sino que toda mi vida, desde las inferiores, jugué de delantero, de volante, así que por eso de pronto no se me hace tan difícil cuando el profe me pone de extremo. La diferencia es que de lateral tengo más responsabilidad al marcar y de carrilero o extremo la prioridad es el ataque.

¿Se siente más cómodo atacando que marcando?

Pues siempre fui delantero o volante de creación. Después fui carrilero cuando me empezaron a tirar más para atrás. En mis inicios como profesional se me dificultó más que ahora. Me siento mejor atacando y trato de imponer el juego en la parte ofensiva, hacer defender al volante que toca por mi lado, porque así yo creo que es la mejor defensa mía.

¿Cómo ha perfeccionado su pegada?

Primero es un don que Dios le da a uno. Y se tiene que entrenar y eso acá en el equipo lo hacemos dos días antes del partido. Así que yo creo que la repetición de los cobros es lo que hace que uno ejecute mejor los tiros libres.

¿Cuál es el secreto para pegarle tan bien al balón?

Todo el que le pega bien a la pelota sabe que el entrenamiento es la clave, no hay un secreto. Con la práctica uno se da cuenta de cómo le puede pegar mejor a la pelota.

¿Siempre ha tenido esa virtud o es algo que ha logrado gracias a la repetición?

Claro, eso es una virtud que nace con uno, pero hay que perfeccionarla.

¿Qué pensó tras aquel tiro libre en los cuadrangulares del semestre pasado frente a Itagüí, que le dio a Nacional el paso a la final?

Emoción, agradecimiento con Dios. En ese momento el partido estaba muy complicado, muy cerrado, así que pensé que con este gol podíamos ser campeones.

¿Ese gol fue el que los motivó para lograr esta racha tan impresionante que han tenido después (título de liga, invicto de 28 partidos, título de Copa y clasificación a una nueva final ante el Cali)?

Hemos formado un buen grupo. Eso es lo más importante, nuestra principal virtud. Y los triunfos sirven para que el equipo se siga fortaleciendo. Con este plantel sería muy difícil que los resultados no se dieran. Detrás de los éxitos deportivos está la excelente compenetración que hemos tenido y la manera como nos acostumbramos a trabajar.

¿Pensaron en algún momento que la eliminación de la Copa Sudamericana podría costarles un bajonazo anímico?

Sí, eso nos golpeó muy duro, porque teníamos muchas ilusiones en ese torneo, pero ahí está la fortaleza de cada jugador. Somos varios los que hemos estado en torneos internacionales y ya nos han pasado cosas similares. Eso nos ha ayudado a fortalecernos. El grupo es muy fuerte y se levantó rápidamente, eso se notó en esta semifinal de Liga.

¿Cómo ha vivido particularmente este año tan exitoso?

Pues ha sido difícil también. Ha habido momentos duros, pero me he sobrepuesto a todos esto problemas y al final Dios me hace estar bien. Todo lo vivido me ha ayudado a crecer como persona y como futbolista.

¿Qué enseñanza le ha dejado Juan Carlos Osorio?

Nos inculca que en cada partido hay que competir al máximo. Darlo todo para ganar. Eso es lo que el profe nos recalca mucho, dejar el alma.

¿Qué otros técnicos lo han marcado en su carrera?

Todos han sido importantes. El profesor Leonel Álvarez forma excelentes grupos, trata muy bien al jugador. Vea lo que ha hecho en Cali. También estuve con Cheché Hernández, con Jorge Luis Pinto, quien estuvo poco tiempo en el Júnior pero aportó a mi carrera. Javier Álvarez, Víctor Luna, Pedro Sarmiento. A todos hay que agradecerles, a algunos más que a otros, pero todos me han aportado cosas importantes.

Ya pasó por la selección de Colombia, jugó una Copa América, ¿todavía sueña con estar en Brasil 2014?

Claro, uno siempre está soñando y es algo que no le pueden quitar. Ahora, del sueño a la realidad hay que trabajar para lograrlo. Día a día con los entrenamientos, con el desempeño en el club, va a haber la posibilidad de que en algún momento el profesor vuelva a tenerme en cuenta en la selección.

¿Qué le saca una sonrisa?

Siempre vivo feliz, porque tengo a Dios en mi corazón. Él es el que me hace vivir en paz. Ver bien a mi familia me hace feliz, me hace sonreir.

¿Cómo está integrada su familia?

Una esposa que amo mucho y me ama demasiado, dos hijos que son la luz de todo padre y por los que uno día a día se levanta y hace todo de la mejor manera posible.

¿Cómo es su día a día en Medellín?

Entreno, llevo los niños a la escuela. Comparto con mi esposa, leo la Biblia y hacemos reuniones en mi casa para leer la palabra de Dios, eso es lo que hago cada semana para fortalecerme en Dios.

Debutó en el rojo y se consolidó en el verdolaga, ¿les guarda cariño a las dos instituciones de la ciudad?

En Medellín hice todas las divisiones inferiores, jugué muchos partidos contra Nacional, era la rivalidad de siempre. Los hinchas de Nacional ahora me han brindado su cariño y creo que aprecio y respeto a los dos, porque en el DIM estuve mucho tiempo, gané títulos, y aquí en Nacional hemos ganado bastantes títulos también.

¿Con qué sueña?

Con poder ganar un torneo internacional aquí, ser llamado a la selección y poder disputar un mundial. En la parte deportiva esas son las grandes metas y poder ir al extranjero y hacer una carrera exitosa.

¿A dónde le gustaría llegar?

Aquí en América al fútbol mexicano o al brasileño. Y en Europa el fútbol español para jugarlo, pero a la retina de cualquier aficionado, el fútbol inglés es el mejor del mundo.

¿Qué pedirá de Navidad?

Creo que ya Dios me lo ha dado todo este semestre. Desde que tenga salud y esté con mi familia, ya soy bienaventurado.

¿Qué les dice a los hinchas de cara a la final contra el Cali?

Que vayan a divertirse a los estadios y a apoyar a sus equipos. Son pocos los que hacen violencia; a ellos, decirles que el fútbol es para gozar, las barras son para alentar a los equipos, para que los jugadores se alimenten de eso para tener mejores resultados. No es para pelear, no es para hacerse matar por una camiseta, sino para alentar y pasarla bien.

Por Mary Luz Avendaño /Medellín

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