Con anotaciones de Mario González (m. 50), Ómar Pérez (m. 77) y Julio Gutiérrez (m. 82), Santa Fe continuó a paso victorioso en la Liga Postobón, toda vez que con el triunfo sobre el equipo vallecaucano los de Bogotá sumaron tres victorias en igual cantidad de partidos jugados.
Esta vez no tuvieron piedad de un equipo más que limitado, que llegó a la capital del país con pocas intenciones ofensivas y sí muchas defensivas.
Fue por eso que Santa Fe tuvo que apostar a la paciencia antes que a cualquier otra estrategia táctica en la cancha para abrir el marcador.
Carlos Barahona, arquero de la visita, sacó en principio cuanta bola de riesgo llegó a los predios de Cortuluá. De hecho cuando el cronometro decretó el tiempo de descanso, el guardameta no tuvo rival a la hora de elegirse la figura.
En al menos tres ocasiones frustró a Néstor Salazar de anotar el primer gol vestido de cardenal y al chileno Julio Gutiérrez también lo dejó con ansias de gol.
Pero al vallecaucano el oxigeno no le aguantó para el segundo tiempo y menos si el primer remate a puerta es desviado por los suyos. Apenas a los cinco minutos de reiniciado el compromiso un balón pateado por González desubicó a Barahona tras pegar en uno de los defensas de Cortuluá.
El gol acabó el castillo de naipes construido por el onceno del Valle del Cauca en el primer tiempo. El derrumbe de aquella edificación defensiva fue cuestión de minutos y paciencia.
Con esa primera anotación se fue al traste el orden y la concentración en la defensa y Santa Fe sólo tuvo que presionar un poco más el acelerador para dominar a placer el partido.
El penalti convertido por Pérez dio la tranquilidad y la anotación de Gutiérrez, a ocho minutos del final, fue el cierre anhelado a tanta superioridad futbolística en la cancha.
Con ese resultado Santa Fe llegó a nueve puntos, producto de tres victorias en igual cantidad de partidos jugados, y sigue como líder del torneo, mientras que Cortuluá se mantiene con apenas una unidad y se mantiene en la zona de descenso directo.