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Costas y su Santa Fe

Tras perder el título de la Copa Postobón, el equipo cardenal tiene como objetivo ganar la octava estrella, recibirá a Atlético Nacional en El Campín. Este domingo, 5:30 p.m., RCN.

Luis Guillermo Montenegro
16 de noviembre de 2014 - 04:55 p. m.
Gustavo Costas, el técnico de Independiente Santa Fe, confía en que su equipo se repondrá tras la derrota frente al Tolima en la Copa y luchará por la octava estrella. / Óscar Pérez - El Espectador
Gustavo Costas, el técnico de Independiente Santa Fe, confía en que su equipo se repondrá tras la derrota frente al Tolima en la Copa y luchará por la octava estrella. / Óscar Pérez - El Espectador

El segundo tiempo de la final de la Copa Postobón va a comenzar. Santa Fe empata 1-1 y necesitará mínimo dos goles para forzar la serie a los cobros desde el punto penal. Sólo los árbitros están en el terreno de juego, los protagonistas aún no salen del camerino, pero en el banco de suplentes está sentado Gustavo Costas, el técnico del cuadro cardenal, que con sus dos manos sostiene un rosario de madera con la imagen del Señor de Los Milagros. Cierra sus ojos y en un acto de concentración extrema pide ayuda divina. Cuando comienzan a salir sus jugadores guarda el rosario debajo de su camiseta, espera a que inicie el partido, y apenas se da el pitazo se levanta y se ubica sobre la raya. “Todos los días me encomiendo, no para ganar, sino para disfrutar de la vida. Soy muy católico, tengo mucha fe”, asegura el argentino que llegó a Bogotá para este semestre y que esa noche del miércoles no terminó contento porque perdió su primera final en Colombia.

Costas ha sido religioso sobretodo desde que dirigió al Alianza Lima del Perú en 2003, en donde salió campeón dos años consecutivos y siempre, por recomendación de uno de los utileros del equipo, se hablaba con Dios y se vivía un ambiente de mucha espiritualidad en el camerino. Incluso el mismo utilero era quien llevaba cirios de la iglesia Las Nazarenas al vestuario para que el cuerpo técnico y los jugadores tuvieran un tiempo de intimidad con Dios antes de los entrenamientos y los partidos del campeonato. Como los resultados fueron positivos en la cancha, Costas comenzó poco a poco a interesarse más por estos temas religiosos. Incluso el Narizón fue nombrado socio honorario de la decimoséptima cuadrilla Guardianes del Señor, y pasó a ser parte de la Hermandad del Señor de los Milagros. Cuando se fue de Perú siguió con su tradición, el rosario con la imagen del Señor de los Milagros lo ha llevado en su cuello. No sólo fue una cabala que usó en el país inca, siguió así siempre. Incluso en 2010, cuando volvió a ser nombrado técnico del Alianza Lima hacía que los jugadores de su equipo que quisieran lo acompañaran en las ceremonias religiosas. Cuando dirigió en Arabia Saudita al equipo de Al-Nassr, Costas sufrió porque no podía realizar con tranquilidad sus costumbres religiosas, pues temía que por persignarse en público fuera a ser apedreado por profesar una creencia diferente a la del común. Le tocaba hacerlo en intimidad total. En el camerino, antes de salir a la cancha, repetía paso a paso lo que hoy sigue haciendo en el banco de suplentes cada vez que Santa Fe va a jugar. 

A cambiar la historia 

Hace dos años Independiente Santa Fe cabalgaba con un ritmo similar al que mostró en buena parte de este año. En la Copa Libertadores de América llegó hasta la semifinal frente a Olimpia de Paraguay, mientras que en el torneo local avanzaba a la gran final casi sin esforzarse, clasificó con un partido de anticipación en un cuadrangular con equipos grandes como Millonarios, Once Caldas y Deportivo Cali. Primero jugó el partido continental y cayó frente a los paraguayos en El Campín, tras no lograr remontar una serie que perdía 2-0. Luego, con el golpe anímico de no cumplir el objetivo, enfrentó al Atlético Nacional en la gran final del fútbol local. Empató 0-0 en Medellín e increíblemente cayó 2-0 en su casa para dejar a toda una hinchada ilusionada. Ahora ha ocurrido algo parecido. Frente al Tolima perdió en su estadio la gran final de la Copa Postobón y nuevamente dejó a los santafereños con la fiesta armada en su propia casa, pero el objetivo ahora será cambiar de panorama y evitar que esa pérdida afecte el rendimiento y el ánimo del equipo de cara al futuro. Aunque Santa Fe terminó como líder del Todos contra Todos y se ganó el punto invisible, el técnico Gustavo Costas ha sido claro y sincero en afirmar que “la buena campaña no sirve de nada si no salimos campeones, esa es la única realidad en el fútbol”. Así que desde el jueves se ha enfocado en el partido de esta tarde frente a Atlético Nacional.

Los verdolagas le ganaron entre semana al Huila en Medellín en juego adelantado de la segunda fecha de los cuadrangulares, así que de lograr una nueva victoria frente a Santa Fe, quedará con una buena ventaja de puntos. Eso sí, esta vez los paisas no podrán contar con sus grandes figuras. Primero porque este miércoles jugarán el partido semifinal de ida de la Copa Sudamericana frente a Sao Paulo de Brasil y segundo porque Daniel Bocanegra y Alexander Mejía se encuentran con la selección de Colombia preparando el compromiso amistoso del martes frente a Eslovenia en Liubliana. Esto, sin duda, será algo que deberá aprovechar Santa Fe que tendrá como bajas al arquero Camilo Vargas y al venezolano Luis Manuel Seijas, quienes se encuentran con sus selecciones. Además, Yulián Anchico tendrá que pagar una fecha de sanción por acumulación de tarjetas amarillas. “Hay que recuperar la parte anímica. Sabemos que nos jugamos seis finales a partir de ahora”, afirmó el DT argentino.

Paternidad verde 

De los últimos cinco enfrentamientos entre Atlético Nacional e Independiente Santa Fe, el equipo rojo sólo ha logrado una victoria. (el 7 de mayo de este año, cuando ganó 1-0 con gol de Ómar Pérez en el estadio El Campín de Bogotá). De resto acumula tres derrotas y un empate 2-2 (el 29 de marzo de este año en Medellín con goles de Sergio Herrera y Luis Manuel Seijas; y Farid Díaz y Juan David Valencia por parte de los verdes en el estadio Atanasio Girardot). Lo que preocupa además del estado anímico del equipo, es el nivel, que no es el mismo de hace unos meses. Se ha perdido la efectividad, ahora hacer un gol es todo un sufrimiento, generar fútbol por los costados ya no es común y las ideas de Ómar Pérez no han salido con la misma frecuencia de antes. Partido a partido la línea de tres en defensa no se consolida, más bien se debilita. Yerry Mina y José Julián De la Cuesta, quienes eran garantías, están cometiendo seguidos errores y, como si fuera poco, en el arco no está Camilo Vargas sino un inseguro Robinson Zapata que se ve nervioso cada vez que un balón se acerca a su área. Claro que ante este momento Gustavo Costas se muestra tranquilo, no hace un escándalo por lo ocurrido y asegura que es cuestión de recuperar la memoria futbolística.

Qué mejor momento para hacerlo que ahora, cuando Santa Fe enfrentará al que se la ha convertido en verdugo en los últimos tiempos. Costas no ha perdido su santa fe y Santa Fe quiere recuperar las ideas que en un principio trajo su técnico, un ganador que a donde quiera que estuvo (Perú, Paraguay y Ecuador) fue campeón,

lmontenegro@elespectador.com

@luisguimonte

Por Luis Guillermo Montenegro

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