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El regreso de Millonarios a Bogotá, luego de la pretemporada hecha en La Florida (EE. UU.), ha ocasionado más de un inconveniente en el plantel. Las fuertes lluvias y la alerta de tormenta en la zona obligó a cancelar el vuelo del domingo pasado y desencadenó una serie de imprevistos que hasta este martes siguen jugando en contra de la preparación del equipo.
La aeronave que tenía que despegar del Aeropuerto Internacional de Orlando el domingo pasado a las 5:30 p.m. se quedó en tierra esperando una nueva hora de partida. Sin embargo, cuando las condiciones climáticas ya lo permitían, el piloto desistió de iniciar el vuelo porque su turno ya había terminado.
Al malestar del grupo por la situación se le sumó un disgusto del técnico, Miguel Ángel Russo, con el gerente deportivo, Óscar Cortés. “Acá el que toma las decisiones soy yo. Voy a hablar con el presidente (Enrique Camacho)”, contó un jugador sobre el reclamo que hizo el DT argentino, inconforme por la forma y el orden en la que se decidió que el equipo se dividiera para regresar a Bogotá.
Por una parte, nueve integrantes hicieron conexión aérea a Houston y de ahí tomaron rumbo a Bogotá, a donde llegaron este lunes sobre las 10 de la noche. Entre ellos estaba el portero Nicolás Vikonis, los defensas Andrés Cadavid y Pedro Franco, el lateral Juan Guillermo Domínguez, el volante Jhon Duque, y los delanteros Maximiliano Núñez y Enzo Gutiérrez.
Cinco integrantes más se fueron por carretera desde Orlando hasta Miami (370 kilómetros) para abordar un avión de regreso a Bogotá en la madrugada de este martes. En este grupo estaban el portero Ramiro Sánchez, el defensor Felipe Banguero, y el volante venezolano Jacobo Kouffaty.
“Habrá que clasificar en la Libertadores para ver si podemos viajar en clase ejecutiva”, comentaban los jugadores durante el vuelo desde Houston.
Millonarios jugará el próximo 1 de febrero contra Atlético Paranaense en Brasil el que será el juego de ida de la fase previa de la Copa Libertadores.