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Una de las banderas que promociona la Fifa para un fútbol mejor es la del 'Juego limpio'. Este aspecto que en los partidos se ven en ocasiones con una devolución de la posesión de balón tras el retiro por un jugador rival lesionado, otras veces se ve manchada por la picardía de algunos jugadores por tomar ventaja para hacer ganar a su equipo, como tirarse en el área para que piten penal o ayudarse con la mano para anotar un gol, tal y como se vivió a comienzo del año en los cuadrangulares de ascenso con Marco Lazaga.
No obstante a veces hay gestos que son plausibles, el más recordado es el de el delantero Miroslav Klose en 2012, quien después de anotar un gol con la mano y fue preguntado por el árbitro sobre la legalidad del gol, el alemán indicó que no. Pero esos casos no sólo se ven en el fútbol europeo, en la Liga Águila Roberto Ovelar fue el último jugador en protagonizar una acto de estos.
Corría el minuto 5 del partido entre Atlético Júnior y Uniautónoma por la fecha 10 de la Liga Águila. Los 'tiburones' perdían 0-1 y en la primera llegada del cuadro local, el árbitro del partido, Gustavo González, pitó penal. Los jugadores de Autonoma se fueron encima del central reclamando la inexistencia de lo cobrado y por esa insistencia el árbitro le pregunta a Ovelar, quien afirma que la mano había sido de él, por lo que se ganó la amarilla.
"Soy muy sincero en ese sentido, yo hice la mano pero fue sin intención y el árbitro me sacó la tarjeta. Yo le dije que fue mano, no fue penal y ahí se echó para atrás", afirmó el delantero paraguayo en diálogo con Win Sports tras finalizado el primer tiempo.
Al final, Atlético Júnior perdió el partido 0-2, pero lo hecho por Ovelar queda enmarcado como el gran gesto de la jornada.
Otros casos similares
Lo hecho por el delantero paraguayo en la noche de este sábado en Barranquilla recuerda el que protagonizó Robbie Fowler con la camiseta del Liverpool. Disputaba un encuentro en Highbury ante el Arsenal cuando el delantero buscaba un pase en profundidad al mismo tiempo que David Seaman, quien en su intención de anticiparse, parecía derribarle. El colegiado señaló el punto penal, y aunque Fowler le insistió que no había sido así. Finalmente la jugada acabó en gol.
También en la Premier League ocurrió con Paolo Di Canio, quien en un partido entre West Ham-Everton, después que el guardameta de los de Goodison Park caía lesionado en una salida al borde del área. El balón quedaba franco a un compañero de Di Canio, que centró al área, y cuando todo el mundo esperaba un remate del italiano, éste cogió el balón con las manos y detuvo el encuentro para que el portero Paul Gerrard fuera atendido.