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Mario Yepes, de ídolo como jugador a técnico del Deportivo Cali

El 'eterno capitán' fue presentado como nuevo técnico del equipo azucarero, como reemplazo de Pecoso Castro.

Redacción deportiva
23 de abril de 2016 - 10:51 p. m.
Deportivo Cali / Deportivo Cali
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A los 10 años, cuando comenzó a entrenar con la Escuela Sarmiento Lora, la intención de Mario Alberto Yepes era formarse para llegar a ser un gran goleador. Fueron muchas veces las que le tuvo que insistir a Emma, su mamá, para que lo llevara a una academia. Un día la convenció y fueron a Buga, para hacer pruebas.

Allí compitió con 500 niños, que también tenían la intención de ser futbolistas. Su talla, sus movimientos dentro de la cancha y su capacidad goleadora le fueron suficientes para que el entrenador paraguayo César López Fretes lo eligiera como uno de los nuevos integrantes de la escuela. Fue ascendiendo de categorías, siempre como delantero, hasta tal punto que se fue para el Rionegro. El club antioqueño lo inscribió ante la Dimayor como juvenil, pero nunca jugó. Fue en 1993, en el Cortuluá, cuando pudo cumplir su sueño de niño y debutar en el fútbol profesional.

Humberto El Tucho Ortiz, amigo de su familia, fue su entrenador en el equipo vallecaucano. Mario había compartido salón de clases con Ana María, la hija de Ortiz, por lo que había una excelente relación entre ellos. Tanta, que fue él quien le recomendó que pasara a ser defensor central. “Mario –le dijo con seguridad El Tucho–, tú tienes todo para llegar a ser el mejor back central de Colombia”.

Desde ese momento, el primero en llegar a los entrenamientos del Tuluá y el último en irse era Mario Alberto. Hacía trabajos específicos para aprender a desempeñarse en su nueva posición y se preocupaba por seguir paso a paso las indicaciones de su técnico. El día del debut fue ante el Cúcuta, pero no todo salió tan bien, pues perdieron 2-1con un penal de Cúcuta, que llegó tras una falta de Mario en el área. “Tucho, yo no voy a ser bueno para jugar ahí. Mirá, perdimos por mi culpa”, decía. Pero su técnico, sabiamente, le respondió: “Hoy perdimos, pero mañana será por tus actuaciones que ganemos”.

En 1994 el técnico del Tuluá pasó a ser Reinaldo Rueda, quien alternaba a Mario entre la posición de centro delantero y defensor central. Claro que fue un llamado a la selección sub-20 el que le obligó a Yepes a decidirse. Luis Fernando Montoya lo incluyó en una convocatoria como defensor, así que ahí tuvo que jugar el resto de su carrera.

Tras 76 partidos con el Tuluá, pasó al Deportivo Cali, el equipo de sus amores y en el que obtendría su primer y único título en Colombia, en 1998, con el 'Cheche' Hernández como entrenador. De ahí, en 1999, tras 105 partidos y 11 goles, pasó al fútbol internacional, a River Plate de Argentina, en donde siguió creciendo como jugador y persona. A Buenos Aires se fue a vivir con su esposa Carolina Villegas, con quien hoy en día tiene tres hijos: Luciano, Miranda y Valentino.

Nantes, PSG, Chievo Verona, Milan y Atalanta fueron sus clubes en Europa, en donde estuvo por doce años. En cuanto equipo jugó, llevó la banda de capitán, por lo menos en un partido. Su característica fue la de un jugador líder, que motivaba a los demás, que inspiraba respeto e invitaba a darlo todo por conseguir un objetivo. Tenía la bondad de ser un central zurdo, alto, gran cabeceador, con buena técnica y un quite deslizante que deslumbraba.

Con la selección de Colombia dejó huella. En 102 partidos marcó seis goles y se destacó como el gran capitán. Junto a Iván Ramiro Córdoba formó una dupla de centrales épica. Incluso, con su gran amigo jugó en la Copa América de 2001, único título de la tricolor en toda la historia.

Su gran sueño y deuda pendiente como futbolista lo pudo cumplir en 2014, cuando jugó por primera vez un Mundial de mayores, tras tres intentos fallidos en eliminatorias. En Brasil 2014 fue el hombre de confianza de José Pékerman, era el técnico dentro del campo y el responsable de guiar a un grupo de jóvenes que hicieron historia. Hasta diciembre de 2015 jugó en San Lorenzo de Argentina, equipo con el que disputó el Mundial de Clubes de Marruecos en 2014 y actuó 39 partidos.

Desde hoy inicia otra etapa en su carrera profesional. Asumir la dirección técnica del equipo de sus amores y reemplazar a otro ídolo de la institución como lo es Fernando “Pecoso” Castro no será una tarea sencilla. Su misión será clasificar al equipo azucarero a la fase final de la Liga Águila y dar a la hinchada la décima estrella en su escudo.

Por Redacción deportiva

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