René Higuita: Nacional sabe de finales

René Higuita visitó la concentración de la selección argentina y allí se encontró con Lionel Messi. / Gustavo Pérez Figueroa

El visitante occidental queda perplejo apenas aterriza en el aeropuerto Rey Fahd. Hombres vestidos con túnicas blancas, aquí conocidas como thobe, y la cabeza cubierta con un pañuelo rojo a cuadros, la popular ghutra. Mujeres envueltas en abayas, un vestido largo de seda, y ocultas detrás de un velo negro. La cultura en Arabia Saudita es absolutamente opuesta a todo lo que pueda imaginarse en Colombia. En estas tierras del Golfo Pérsico, el rezo es obligatorio cinco veces al día. Y tomar un café en horas del mediodía resulta una misión imposible. Es que acá, a la hora de orarle a Alá, todo se detiene. Y si alguno anda con crisis de fe o está distraído, la policía religiosa (Mutawa) se encargará de hacer cumplir la ley.

Particularidades, en definitiva, de un mundo musulmán que no espanta a René Higuita, histórico arquero paisa de la selección de Colombia que marcó un quiebre en la década de los noventa. Por el contrario, hace un año que trabaja en Al Nassr, el club más popular de Riad. Llegó con Francisco Maturana, pero después del despido de Pacho, decidió quedarse. Y Daniel Carreño, técnico uruguayo que sucedió al estratega colombiano, lo adoptó como un colaborador propio. El Espectador compartió una semana con el autor del “escorpión”, esa jugada que todavía sigue dando tela para cortar. Y él, fanático del Atlético Nacional, equipo que lo impulsó en el fútbol y le dio fama, apuesta por los verdolagas en el inicio de los cuadrangulares.

“Los colombianos somos como los japoneses: estamos en todos lados, ja, ja... Estoy trabajando, muy contento, descubriendo una cultura muy diferente a la nuestra. Y como el fútbol no tiene idiomas, desde que llegué con Francisco se me abrió una oportunidad de aportar mi conocimiento deportivo en el arco”, cuenta Higuita, que tuvo el privilegio de conocer personalmente a Lionel Messi, el crack argentino, quien el miércoles jugó un amistoso con el seleccionado saudita.

¿Sigue el fútbol colombiano desde estas latitudes?

Claro. Estoy muy informado. Cada vez que hay un partido de la selección o del campeonato, estoy frente al televisor.

¿Y cómo ve el inicio de los cuadrangulares?

Tres de los equipos paisas están en esta instancia de cuartos de final. Estoy contento por eso, pero mucho más por Nacional, que ya ganó la Copa Postobón. Va por buen camino y esperemos que pueda terminar en la Libertadores. Esa es la meta, se puede soñar.

¿Será que a Nacional le fue mal en la edición anterior de la Copa Libertadores por traer tantos refuerzos?

Puede ser. Pero su esencia no se pierde, su pensamiento está bien enfocado en clasificar a la Libertadores. Cuando Nacional sea campeón, se va a recordar a Escobar y a la parte directiva, porque ellos tienen que ver con este presente. El camino del éxito tiene sus desniveles. Esperemos que estos tropiezos que le tocaron a Santiago sirvan para que Osorio tenga la energía suficiente para lograr ese objetivo.

¿Qué final imagina?

Yo creo que la final será Millonarios y Nacional. Ambos tienen muy buenos argumentos, pero la categoría cuenta en este tipo de definiciones. Y Nacional, normalmente, cuando entra en esta clase de instancias complicadas, muestra la casta de equipo grande. Nacional sabe de finales.

¿Qué le parece el trabajo de la selección de Colombia?

Colombia ha tenido momentos muy buenos. Pero todavía se recuerda a la selección en la que jugábamos nosotros. Si Colombia no clasifica al Mundial, pasarán desapercibidos los Falcao, los Rodríguez, los Ospina, siendo buenos jugadores. Eso es una ingratitud.

Pero esta vez da la sensación de que el pasaje a Brasil no se les puede escapar.

Colombia tiene un reto: superar la última participación buena que ha tenido en este tipo de competencia: Italia-90. Apenas está tejiendo esto. Puede clasificar, y si no saca un resultado se retrocede a los noventa. Nosotros, que estuvimos ahí, tenemos que apoyar. Confiamos plenamente en esta selección. Y si no somos favoritos, hay que ser la sorpresa. Yo siempre veo que vamos a clasificar.

¿El ‘Pibe’ Valderrama de la selección, por todo lo que representa, es Radamel Falcao?

Todo lo que ha hecho Falcao es increíble. Pero el aficionado espera otra cosa y son los resultados. Para que tenga el reconocimiento de la sociedad, necesita ganar, como lo hizo con Atlético de Madrid.

¿A Colombia le hacía falta la contratación de un técnico como José Pékerman?

A Pékerman le está yendo muy bien. Sacó resultados que tienen a Colombia a las puertas de la clasificación. Le deseo lo mejor. Estamos muy contentos con él y con todos los argentinos, uruguayos, paraguayos y sudamericanos que nos han dado un estilo de juego.

Como experto, ¿qué arqueros colombianos destaca?

El chico Bonilla, de Nacional, es un arquero muy bueno. Colombia ha tenido camadas de arqueros importantes. Con Córdoba, Higuita, Miguel Calero, Faryd, etcétera. Pero, últimamente, empieza uno a mirar cuántos arqueros extranjeros hay en el país y nos estamos quedando. Sabemos que son buenos, y nos van a dejar una semilla.

¿No le pica el bichito de volver a Colombia?

Dicen que cobro mucho, pero no han hecho propuestas...