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La selección Colombia dirigida por José Néstor Pékerman está haciendo vibrar a todo un país y no es para menos, a falta de cuatro fechas para finalizar las eliminatorias a Brasil 2014 el onceno tricolor únicamente necesita tres puntos para colocar los dos pies en un Mundial después de 16 años de ausencia.
La selección Colombia dirigida por José Néstor Pékerman está haciendo vibrar a todo un país y no es para menos, a falta de cuatro fechas para finalizar las eliminatorias a Brasil 2014 el onceno tricolor únicamente necesita tres puntos para colocar los dos pies en un Mundial después de 16 años de ausencia.
Sin duda para muchos es la primera ocasión que viven este sentimiento. En Colombia, periodistas de recorrido recuerdan el 1-1 contra Alemania en Italia 90 o el 5-0 contra Argentina en el Monumental y lo que realmente la mayoría de la juventud y algunos cercanos a los 30 recuerdan haber visto son los tres penales errados por Martín Palermo en la Copa América de Paraguay 1999 o el gol de Iván Ramiro Córdoba a México en la final del torneo continental en 2001. Y es precisamente ese lapso de grandes gestas por parte de la selección Colombia que hace que este momento sea tan dulce.
No cabe ninguna duda que desde hace mucho tiempo el país no se sentía tan unido con una selección (sin contar los apretones que muchos hicimos en los últimos 16 años), para esto tendríamos que mirar la página de la década de los noventa, cuando Carlos ‘El Pibe’ Valderrama con su inteligencia y su visión de juego guió a la selección nacional a llegar a Italia, Estados Unidos y Francia, claro está sin demeritar lo realizado por grandes jugadores como Faustino Asprilla, Freddy Rincón, Arnoldo Iguarán, Miguel Ángel Guerrero, Bernardo Redín, Adolfo ‘El Tren’ Valencia, Hermán ‘Carepa’ Gaviria (QEPD), Leonel Álvarez, Alexis García, Andrés Escobar (QEPD), Alexis Mendoza, Luis Carlos Perea, René Higuita, Óscar Córdoba, Luis Fernando Herrera entre otros.
Esa selección desde que la cogió Francisco Maturana en 1987 y la sacó tercera en la Copa América, derrotando a Argentina, vigente campeón mundial, hasta que la dejó Hernán Darío Gómez en 1998 siempre estuvo en las primeras planas futbolísticas a nivel suramericano.
Y sin duda es para destacar porque si nos vamos más atrás, tal vez únicamente encontremos a la selección dirigida por Efraín ‘El Caimán’ Sánchez en 1975, que quedó subcampeona de la Copa América, o la de 1962, primera en representar al país en un Mundial, cuya máxima gesta fue el empate 4-4 contra la Unión Soviética y que tenía como capitán a Francisco Zuluaga y que contaba con grandes jugadores como ‘El Caimán’ Sánchez, Delio ‘Maravilla’ Gamboa, Marcos Coll, Carlos Aponte, Marino Klinger, Germán Aceros, Antonio Rada, entre otros.
Ahora, este proceso que comenzó con la selección campeona del Sudamericano sub 20 que se llevó a cabo en el ‘eje cafetero’ en 2005 está dando sus frutos, tan solo necesitaba una mano que supiera dirigir a estos jugadores y en Pékerman se encontró, el argentino desde su llegada al combinado patrio dirigió 13 partidos, donde el seleccionado recibió cinco goles y anotó 27, y tan solo en tres de esos partidos Colombia no logró anotar. A esto se le suma que en los juegos de eliminatorias, que son los que valen, como local aún no permitió gol y anotó 13 ganando los 12 de 12 posibles. Mientras que de visita recibió tres goles, anotó cuatro y consiguió 7 de 15 puntos posibles, casi un 50 por ciento de rendimiento.
Sin duda alguna, desde que se implementó el todos contra todos en la eliminatoria sudamericana, es la mejor campaña que ha tenido la selección y por primera ocasión en 16 años no se están haciendo cuentas para ver quién nos sirve que pierda y quién nos sirve que gane para clasificar, y todo parece indicar que ese fatídico partido final entre Uruguay-Argentina, que tantos dolores de cabeza generó en varios colombianos, será tan solo un partido más.
Para destacar, todo, en esta selección, que hasta jugando mal gana. Está sin duda dulce en resultados y con veras nos pone a soñar cada vez más con un Mundial. Pero esto no quiere decir que nos elevemos, hay que tener siempre presente que el fútbol es un juego donde se gana, se pierde o se empata, pero un resultado no es un pretexto para acabar con la vida de una persona, como ya ocurrió en 1994.