La Real Sociedad sigue sin poder presentar al que se supone será su primer refuerzo para la próxima temporada, el colombiano Jonathan Estrada, que sigue sin resolver su salida de Colombia más dos semanas después de anunciarse su fichaje.
En el club donostiarra hay tranquilidad al respecto, pero en el entorno realista se percibe ya cierto nerviosismo, porque no es habitual que en un mundo tan profesionalizado como el del fútbol se produzcan circunstancias como las que le están afectando al futbolista de Millonarios para la obtención del visado.
Los antecedentes que relacionan a la Real y al fútbol colombiano hacen además obligada la cautela, ya que las experiencias no han sido especialmente buenas para el club donostiarra con los tres jugadores del país suramericano que jugaron en la Liga española con la camiseta blanquiazul.
Se recuerda todavía en San Sebastián el caso de Avimiled Rivas, quien vino en calidad de cedido y no terminó de cuajar a pesar del intento de los realistas de madurarlo en equipos como el Eibar o el Polideportivo Ejido.
Tampoco tuvo fortuna Víctor Bonilla, quien llegó en la era de Javier Clemente con vitola de goleador, aspecto en el que estuvo lejos de brillar, además de verse inmerso en un incidente nunca aclarado cuando chocó su vehículo de madrugada.
La explicación del club fue rocambolesca porque dijo que el delantero había trasnochado por haber estado disfrutando de vídeojuegos con un compañero del club.
Su compatriota Jhon Viáfara, procedente del fútbol inglés, no tuvo tampoco fortuna y su paso por San Sebastián en la temporada 2005-2006 no dejó huella alguna en una afición que tiene problemas incluso para recordar al pivote colombiano como integrante de aquel plantel.