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En esta, la tercera final de Atlético Nacional en una Copa Libertadores de América, por primera vez no perdió en condición de visitante, igualó 1-1 en el estadio Olímpico de Atahualpa de Quito y tendrá la oportunidad de definir el título en casa, el próximo miércoles. Aunque Independiente del Valle ha sido un gran visitante y llegó hasta esta instancia gracias a su fortaleza en los juegos de vuelta, los dirigidos por Reinaldo Rueda demostraron que son superiores.
En 1989 por primera vez el cuadro verdolaga llegó a esta instancia. Tuvo que enfrentar al Olimpia de Paraguay y realmente fue una serie sufrida. En la ida, disputada en el estadio Defensores del Chaco, de Asunción, el cuadro local ganó 2-0 con goles de Rafael Bobadilla y Vidal Sanabria. Con la presión de tener que remontar la serie en casa (el partido se disputó en el estadio El Campín de Bogotá), el equipo paisa tuvo que luchar. Y logró empatar 2-2 el marcador global, gracias a un autogol de Fider Miño y un tanto de Albeiro el Palomo Usuriaga. Después, en los penales, se impuso y conquistó su primer título continental.
Luego, en 1995, Nacional volvió a esta instancia final. Fue ante Gremio de Brasil y nuevamente en la ida, disputada en el Estadio Olímpico Monumental de Porto Alegre, perdió. Con dos goles de Jardel y un autogol de Víctor Marulanda, los brasileños se impusieron 3-1. El descuento del cuadro verdolaga fue marcado por Juan Pablo Ángel. En el partido definitivo en el Atanasio Girardot de Medellín, el resultado fue 1-1, con goles de Víctor Hugo Aristizábal y Dinho.
Así que el empate de anoche fue histórico. Por primera vez los paisas llegan sin la presión de tener que darle la vuelta a una serie de este tipo en casa. El Atanasio estará el miércoles a reventar y el sueño continental, que están esperando repetir los hinchas desde aquel 31 de mayo de 1989, está a un paso.
“Lo único que hay que hacer es jugar. Es la propuesta de siempre de Atlético Nacional, lo que sienten sus jugadores, lo que estimulamos desde el primer día. Somos conscientes de que al frente hay un rival muy fuerte, que tiene una gran motivación, que ha hecho un trabajo excepcional con equipos de toda Suramérica, y la única forma de contrarrestarlo es haciendo un juego muy intenso, de altísima concentración, de carácter, que nos permita traer un buen resultado”, fue lo que había pedido el técnico Reinaldo Rueda. Y justo la única desconcentración en defensa la cobró el cuadro ecuatoriano.
Además anoche se pecó por querer guardar la diferencia conseguida en el primer tiempo, tras el gol de Orlando Berrío, y en la segunda parte los locales metieron a Nacional en su arco y a pocos minutos del final igualaron la serie 1-1 con un remate de Arturo Mina. “La llave está abierta y tenemos que ir a ser campeones a Medellín”, destacó el autor del tanto verdolaga, Orlando Berrío, una de las figuras del juego.