El fútbol, tantas veces manchado por los mensajes racistas que bajan desde algunas de sus graderías, muestra su rostro más solidario al brindar un poco de su inmenso poder económico y mediático sumándose a la bienvenida europea a los inmigrantes de Oriente Medio.
Es así como el Bayern Múnich y el Real Madrid donarán un millón de euros cada uno para apoyar a los miles de inmigrantes que huyen de la guerra en Oriente Medio. Otros de los grandes equipos del Viejo Continente son el Borussia Dortmund que decidió invitar a 220 de ellos a su estadio como señal de bienvenida y el Porto que donará un euro de cada entrada del partido que dispute frente al Chelsea el 30 de septiembre por Champions League. Además, en una carta dirigida a UEFA, el club portugués sugiere al resto de los equipos en competencia seguir su ejemplo "por larga tradición de solidaridad y responsabilidad social que caracteriza a la familia del fútbol". “Es imposible cerrar nuestros ojos al drama de los emigrantes y refugiados que están intentando entrar en Europa“, se señala en la carta. Jorge Nuno Pinto da Costa, presidente del Porto, añadió que "la situación con los migrantes también requiere un fuerte movimiento de la sociedad y, por supuesto, el fútbol no puede quedarse al margen".
Las dos súper estrellas del fútbol actual, Lionel Messi y Cristiano Ronaldo, tampoco son indiferentes a la ola de solidaridad que se contagia día tras día en Europa. Messi, desde su fundación, lanzó un pedido a la comunidad internacional "para encontrar una pronta solución a esta tragedia". Por su parte CR7 publicó una foto en la que su selección se encuentra realizando un minuto de silencio por las personas que fallecieron al tratar de huir de la guerra, acompañada del siguiente mensaje: "Nadie de la selección nacional de Portugal es indiferente a la crisis de los refugiados en Europa. Todos nuestros pensamientos están con ellos",
Otro de los promotores de ayuda para los refugiados, mencionados en el artículo de la BBC, es Karl-Heinz Rummenigge, exdelantero y actual director general del Bayern Munich, quien anunció que su club dispondrá de un campamento en el que los muchachos de las divisiones inferiores brindarán clases de alemán y comida a los inmigrantes. Además en el siguiente partido del primer equipo en la Bundesliga, Manuel Neuer, Mario Götze, Thomas Müller y compañía saltarán al terreno de juego de la mano de niños que llegaron expulsados por las guerras en Siria e Irak.
"El FC Bayern ve dentro de su responsabilidad social para ayudar a aquellos hombres, mujeres y niños que están huyendo y sufriendo para apoyarles y acompañarles en Alemania", dijo Rummenigge.
La selección campeona del mundo también preparó un video en el que aparecen Jérôme Boateng, Ilkay Gündogan, Mesut Özil y Toni Kroos junto a su capitán Bastian Schweinsteiger con el mensaje "contra la violencia y la xenofobia". "Como uno de los países más ricos del mundo estamos en la posición de ayudar", aseguró Kroos, mediocampista del Real Madrid. Entre los seleccionados figuran futbolistas nacidos fuera de las fronteras alemanas como Lukas Podolski (Polonia), o cuyas familias llegaron desde distintos puntos del planeta, como Özil, Gündogan y Emre Can (Turquía); Boateng (Ghana) y Shkodran Mustafi (Albania).
Alemania espera la llegada récord de 800.000 solicitudes de asilo este año, más que cualquier otro país de la Unión Europea y el cuádruple que en 2014. La mayoría proviene de Siria, seguido por Eritrea y Afganistán.
Decenas de miles de inmigrantes dejan atrás los horrores de la guerra atravesando las fronteras europeas. En medio de una crisis migratoria que no tiene comparación en las últimas décadas, el fútbol abrió una puerta.