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James Rodríguez superó con buena nota su estreno en el clásico español, en la victoria del Real Madrid sobre el Barcelona por 3-1, y el público del Santiago Bernabéu no se acordó del argentino Ángel Di María, al que el colombiano suplió al inicio de temporada.
En un partido muy sacrificado en defensa, James no destacó tanto en el aspecto ofensivo como en partidos anteriores, pero suyo fue el perfecto pase a Karim Benzema para que el francés marcase el tercer gol blanco, en una gran jugada de contragolpe. Fue una rápida jugada en la que Isco se aprovechó del malentendido entre Andrés Iniesta y el argentino Javier Mascherano, sobre la línea del centro del campo, pegado a la banda izquierda, para montar la contra. Isco pasó el balón a Cristiano Ronaldo y éste abrió más a la derecha para James, que con un toque sutil pasó a Benzema en el interior del área para que el francés batiese a Claudio Bravo de tiro cruzado y sentenciara el partido a falta de media hora para el final.
James, llegado al Real Madrid tras su papel estelar con Colombia en el Mundial de Brasil, donde finalizó como máximo goleador del campeonato, no tenía fácil triunfar en el equipo blanco, porque el club madrileño pagó por él 80 millones de euros al Mónaco (el tercero más caro por detrás de Cristiano Ronaldo y Gareth Bale) y porque venía con la difícil misión de sustituir al argentino Ángel Di María, una de las claves en la consecución de la Décima (Copa de Europa) la pasada temporada. Pero el técnico italiano Carlo Ancelotti ha logrado en apenas unos meses hacer de James un jugador mucho más completo del que llegó a Madrid.
El técnico blanco ha conseguido que James, de apenas 23 años, se sacrifique en defensa, robe balones y presione al rival, sin perder sus cualidades de organizador y, sobre todo, aportando goles (dos en Liga y uno en Champions) y asistencias.
James Rodríguez, además, dio una muestra más este sábado de su gran calidad técnica con una jugada en la que se deshizo de Jeremy Mathieu con un sombrero por encima del defensa francés. Tras el clásico, el colombiano colgó en su cuenta de Twitter (@jamesdrodriguez) una foto de la celebración del segundo gol de su equipo, obra del portugués Pepe, con un mensaje escueto, pero muy claro: “Felicidad. Happiness. #HalaMadrid”.
La prensa internacional calificó así la labor del colombiano, ese mismo que hizo olvidar rápidamente a Di María: “Aguantó una hora la exigencia de su demarcación, presente en los ataques, jugando en la banda derecha del tridente ofensivo, pero con la obligación de echar una mano en defensa para evitar la superioridad del rival en la medular. Dejó acciones de gran calidad técnica. Pudo marcar de cabeza tras un buen centro de Marcelo, pero perdonó su oportunidad más clara rematando fuera”.