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Ladislao Mazurkiewicz, un arquero inolvidable

Fue figura con su selección en el Mundial de México 1970 y catalogado como el mejor portero de la época.

Redacción Deportes
03 de enero de 2013 - 01:51 a. m.
Mazurkiewicz, figura del primer partido de Uruguay en el Mundial de Inglaterra-66 frente a la selección local. El juego terminó 0-0.  / AFP
Mazurkiewicz, figura del primer partido de Uruguay en el Mundial de Inglaterra-66 frente a la selección local. El juego terminó 0-0. / AFP

Había sido intervenido en Montevideo el 24 de diciembre y sucumbió ante problemas respiratorios y renales.

El exarquero uruguayo Ladislao Mazurkiewicz —fallecido ayer, a los 67 años, por problemas respiratorios y renales— será recordado por protagonizar espectaculares atajadas ante estrellas como Pelé, convertirse en el mejor arquero del Mundial de México 1970 y consagrarse campeón del mundo con Peñarol en 1966. “Es una lástima para el fútbol mundial porque además de ser uno de los mejores porteros del mundo, por atajadas impresionantes, por su agilidad mental y física, Ladislao era un gran ser humano. Cuidadoso con sus palabras, humilde a pesar de la fama, muy caballeroso. Lo enfrenté en varias ocasiones en partidos Colombia-Uruguay por eliminatorias, y era realmente sensacional”, aseguró para este diario Efraín El Caimán Sánchez, uno de los mejores porteros de nuestro país.

El porte de 1,79 metros de altura de Mazurkiewicz no impidió que el apodo de Chiquito, por ser el menor de sus hermanos, lo acompañara durante toda su carrera futbolística, en la que su serenidad y firmeza en situaciones extremas lo transformaron en uno de los grandes ídolos del fútbol uruguayo. Nacido en Piriápolis, Montevideo, inició su carrera en el modesto Racing de su país, pasando rápidamente a Peñarol.

El vertiginoso ascenso de Mazurkiewicz en los aurinegros comenzó en 1965, cuando el equipo debió enfrentar por un desempate en las semifinales de la Copa Libertadores a Santos de Brasil, donde brillaba Pelé. Allí comenzó a forjarse su leyenda, ya que entró de titular sorpresivamente y con espectaculares atajadas fue clave para el triunfo carbonero.

Pese a la caída del equipo en la final ante Independiente de Argentina, el golero ya había conquistado el corazón de los hinchas y el respeto de sus rivales, entre ellos Pelé, que lo felicitó por su actuación. La gloria le llegó un año después con la conquista de la tercera Libertadores del club ante River Plate y con la Copa Intercontinental frente a Real Madrid.

Los triunfos de Peñarol y sus memorables actuaciones en los partidos decisivos lo llevaron a ser uno de los mejores en su puesto, y fue así como en partidos de celebración armados por la FIFA coincidió con el soviético Lev Yashin, apodado La Araña Negra, considerado el mejor guardameta del siglo XX. El soviético, “cuando se retiró en el 71, dijo que yo era su sucesor”, comentaba Mazurkiewicz. De Yashin, el uruguayo imitó su forma de vestir, ya que ambos jugaron toda su carrera vestidos de negro para hacerse menos visibles para los rivales.

A los triunfos internacionales sumó con Peñarol las consagraciones como campeón uruguayo de 1967, 1968 y 1981, año de su retiro del fútbol profesional. El golero también mostró su valía en el Atlético Mineiro de Brasil, el Granada de España, Cobreloa de Chile y América de Cali, donde fue dirigido por Gabriel Ochoa Uribe en la Libertadores de 1980.

Salidas rápidas, espectaculares estiradas con las que alcanzaba a desviar peligrosos tiros y una fuerte personalidad fueron las marcas distintivas del guardameta, que también se destacó junto a la celeste en los mundiales de Inglaterra 1966 y México 1970. En México, Mazurkiewicz se transformó en pilar del equipo uruguayo, que alcanzó el cuarto lugar del torneo. Pese a ser considerado el mejor arquero del evento, una jugada en la que Pelé burló con maestría su defensa y estuvo a punto de marcar un gol pasó a la historia como una de las acciones más bellas de los mundiales.

Su despedida de las copas del mundo se dio en Alemania 1974, cuando un deteriorado equipo celeste quedó eliminado en la primera fase pese a las buenas actuaciones del arquero. Con Uruguay logró los títulos de campeón sudamericano sub-20 (1964) y la Copa América 1967.

Mazurkiewicz, de 67 años, fue ingresado en Montevideo el 24 de diciembre pasado, por complicaciones respiratorias a las que se sumaron problemas renales. Su muerte quedará relegada a un segundo plano por el simple motivo de su recuerdo como arquero, por sus legendarias atajadas.

Por Redacción Deportes

 

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