“Es el verdadero partido el que comienza”, reflexionó ayer Michel Platini aludiendo a su recurso ante el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) para intentar que le sea levantada la suspensión de ocho años de toda actividad ligada al fútbol. El francés no se da por vencido y pretende, a toda costa, limpiar su imagen.
“Peleo contra esta injusticia, de tribunal en tribunal. Pero, bueno, durante este tiempo mi nombre ha sido utilizado como carnaza en la prensa. Ocurra lo que ocurra, mi imagen habrá sido dañada, yo he pagado los platos rotos. Me han metido en el mismo saco que a Blatter”, lamentó a la AFP Platini, al que la justicia interna de la FIFA sancionó el lunes por haber recibido un pago de 1,8 millones de euros por parte de Blatter.
Esta sanción reduce casi al cero las opciones de Platini de presentarse a la elección presidencial de la FIFA el 26 de febrero para suceder a Blatter. El famoso pago efectuado en 2011 por un trabajo de asesoría realizado en 2002 y sin que mediase contrato escrito alguno, se realizó sobre la base de un contrato oral, según Platini, un tipo de acuerdo aceptado en Suiza. La justicia interna de la FIFA consideró sin embargo que hubo abuso de posición y conflicto de intereses.
“Los miembros de la Comisión de Ética están más implicados en las cuestiones del calendario, para impedir que me presente a tiempo a la elección de presidente de la FIFA, y de las calumnias que en la ética. No son éticos, son patéticos”, afirmó el antiguo capitán de la Juventus de Turín y de la selección francesa.
La cámara de instrucción de la FIFA había pedido para el francés su expulsión de por vida del mundo del fútbol, aunque finalmente fue absuelto del cargo de corrupción, al igual que Blatter. “No hay corrupción en este asunto. Parto del principio de que la verdad prevalecerá, que mi inocencia será reconocida”, aseguró el tres veces ganador del Balón de Oro.
Platini espera acudir directamente ante el TAS –para lo que necesita la aprobación de la FIFA- para poder presentarse a las elecciones del órgano rector del fútbol mundial, previstas para el 26 de febrero.
La principal duda es si logrará agotar todas las vías de recurso antes del 26 de enero, fecha para la validación definitiva de las candidaturas. Platini, que tenía la capacidad de ver lo que iba a suceder antes que los demás en los terrenos de juego durante su carrera como jugador, admite sin rodeos: “No tengo certezas sobre el calendario, no sé cómo se va a jugar el partido”.
Teóricamente, Platini debe en primer lugar apelar ante la cámara de recursos de la FIFA, que casi con toda probabilidad confirmaría la sentencia previa, antes de dirigirse al Tribunal Arbitral del Deporte (TAS), su última tabla de salvación.
Pero el francés desea demorar el proceso para impedir que se presente a la elección a presidente del órgano rector del fútbol mundial. “Como no he recibido los motivos de la suspensión, no puedo en teoría recurrir ante el TAS”, explicó.
El abogado de Michel Platini, Thibaud d’Alès, indicó también la AFP, que esos argumentos no serán comunicados hasta la primera mitad de enero, lo que supone según el jurista, una actitud dilatoria de la FIFA. D’Ales informó asimismo que ya había pedido la autorización de la FIFA, indispensable para poder acudir al TAS. Pero incluso en el mejor de los casos, que implicaría que el TAS le diera la razón, el francés todavía tendría un último obstáculo por delante: será la Comisión electoral de la FIFA la que tendrá que validar su candidatura.
Los partidarios del francés comienzan a hacerse a la idea. Su antiguo compañero como jugador en la Juventus, Zbigniew Boniek, y actual presidente de la Federación Polaca, afirmó que la suspensión infligida a su amigo equivale a de por vida.