Germán Centurión: Toca trabajar el doble

El paraguayo Germán Centurión jugó su primer partido como profesional en 1999. Lo hizo con la camiseta del San Lorenzo de Argentina. Pasó después por Almagro, Quilmes, Argentinos Juniors, Guaraní y Olimpia de Paraguay, así como Universitario de Perú antes de llegar a Colombia, en 2007, contratado por el Deportivo Pasto.

Tres buenas temporadas en el club nariñense hicieron que los directivos cardenales se fijaran en él. Llegó a Bogotá a comienzos de 2010 y dos veces ha estado a punto de llegar a la final. La primera cuando Santa Fe empató en El Campín ante Tolima, con un agónico gol de Wílder Medina. Y el semestre pasado, cuando, también en Bogotá, perdió la clasificación con el Once Caldas.

Por eso, el corpulento zaguero central sabe que a pesar de la ventaja que posee su equipo en el cuadrangular B y los dos partidos que vienen como local, no tiene nada garantizado y por eso “toca trabajar el doble, pues en casa nos cuesta mucho más”.

¿Cómo está el plantel después de la victoria en Itagüí?

Fortalecido, aliviado. Hemos hecho un gran esfuerzo y los resultados se han visto. Todavía falta mucho, pero dependemos de nosotros y eso da tranquilidad. La segunda vuelta será difícil, pero el grupo se ha consolidado mental, física y futbolísticamente, así que podemos ser optimistas.

¿Están ansiosos por la final?

Este es un grupo joven, con apenas tres o cuatro futbolistas experimentados, pero ha madurado mucho, ha aprendido de los errores. Además ha tenido el apoyo del presidente César Pastrana y del cuerpo técnico, lo que ha servido para que los jóvenes se hayan consolidado como titulares. Todos tenemos algo de ansiedad, pero creo que la estamos manejando.

Hay ocho jugadores de la cantera que están alternando en la titular.

Y el presidente con su cuerpo técnico se la jugaron por ellos, los aguantaron y les ganaron a todos los que les dieron palo, porque a este grupo lo criticaron mucho hasta hace apenas un par de meses. Incluso dijeron que queríamos sacar al técnico, que le estábamos haciendo el cajón. Quedó demostrado que eso era mentira.

¿Cuál ha sido la clave del éxito?

La unión del grupo y el liderazgo positivo de César Pastrana, quien nos ha apoyado en las buenas y en las malas. Nos tienen al día con los sueldos y el club se está saneando. Ahora, en casa, necesitamos que nuestra afición nos acompañe y se haga sentir. Tenemos seis puntos en casa que serán decisivos. Si los ganamos, daremos un paso grande hacia la gran final.

¿Cómo se ha sentido alternando con dos juveniles como Francisco Meza y Julián Quiñones?

Siempre he dicho que con ellos dos Santa Fe tiene centrales para rato. Además de ser buenos jugadores, son muchachos humildes, trabajadores, que se dejan hablar. Han crecido mucho, pero no hay que marearlos con halagos excesivos. Habrá que ver cuánto tiempo duran acá, porque con su nivel pronto se los querrán llevar otros equipos.

¿Este conjunto es más práctico que el del año pasado?

Entendimos que cada rival exige cosas diferentes. Antes salíamos siempre a proponer y dejábamos muchos espacios. En Itagüí, por ejemplo, hicimos un partido perfecto, así no fuéramos vistosos. Nuestro cuerpo técnico, que también es muy joven, ha madurado a la par con el grupo y ha leído muy bien los partidos.

¿Le sorprende el nivel de Diego Cabrera, el goleador?

Es un futbolista de primer nivel, por eso lo trajeron. Lo criticaron mucho, pero supo tener paciencia. El equipo juega para él y él nos responde. Me alegro por su familia también, porque detrás de todos nosotros hay gente que también sufre. Es un profesional, un ejemplo para todos.

¿Dentro del camerino hablan de título?

No, para nada. Los más grandes somos los encargados de poner la cuota de tranquilidad. Tenemos muchas ganas, pero no podemos dejar que eso juegue en contra nuestra. Hay que estar tranquilos y manejar la situación con calma, pero sin relajación.

¿Hay nervios por lo que les ha pasado en semifinales anteriores?

No, como dije, hemos aprendido las lecciones, estamos preparados para ganar y vamos a dejar el alma para lograrlo.

¿Cómo analiza el otro grupo?

Parejo, como el nuestro. Este es un torneo muy equilibrado, en el que no hay un rival sencillo. Uno no puede hacer cuentas con los puntos de ningún partido, hay que jugarlos todos primero.