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Maravillosa, resultó la primera jornada del Masters de Augusta, el torneo de golf más importante del mundo. La mayoría de los candidatos al título respondieron e hicieron una ronda decorosa. Los estadounidenses Bryson DeChambeau y Brooks Koepka, sin embargo, estuvieron más finos en la parte final y sacaron ventaja. Ambos cerraon el día con una tarjeta de 66 golpes, seis abajo del campo del Augusta National. Apenas un impacto más tuvo el tricampeón Phil Mickelson, quien en caso de ganar, a sus 48 años y nueve meses, podría convertirse en el jugador de mayor edad en coronarse y vestirse con la chaqueta verde.
Dustin Johnson e Ian Poulter también arrancaron con pie derecho y firmaron 68 golpes, mientras que cinco jugadores más hicieron 69. Con 70, en un grupo de 10 golfistas, quedó Tiger Woods, ganador del torneo en 1997, 2002, 2002 y 2005. A sus 43 años, 'El Tigre' se mostró competitivo en el arranque de su vigésimo segunda participación, llegando a liderar la tabla. "No es un mal comienzo. Aún tenemos un largo camino que recorrer. Mañana saldré más tarde y los vientos serán más fuertes así que me queda mucho trabajo por hacer el resto de la semana así como a todos los demás", apuntó el ex número uno del mundo.
Tras cuatro temporadas desastrosas y numerosas operaciones de espalda, Woods no había ocultado su ambición en los días previos. "Tengo la sensación de que puedo ganar el domingo. En los últimos 12 meses he demostrado que puedo ganar otra vez. Estuve en posición de ganar en los dos últimos torneos de Grand Slam", advirtió en ganador de 14 Majors.
El inglés Justin Rose, número uno del mundo, tuvo una jornada para el olvido y terminó en la casilla 63, con 75 golpes, minetras que el norirlandés Rory McIlroy, por el que muchos apuestan como ganador del cuarto grande que le falta, después de conquistar el Abierto de Estados Unidos (2011), el Abierto Británico (2014) y el PGA Championship (2014), tuvo una ronda discreta, con 73 impactos.