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Esteban Jaramillo, el joven que se hizo grande

El bogotano, de 14 años, será el golfista de menor edad en disputar un evento del Web.com Tour, segundo certamen más importante de este deporte en Estados Unidos.

Luis Guillermo Montenegro
01 de febrero de 2016 - 04:23 p. m.
Esteban Jaramillo, en el campo de práctica del Country Club de Bogotá. / Óscar Pérez - El Espectador
Esteban Jaramillo, en el campo de práctica del Country Club de Bogotá. / Óscar Pérez - El Espectador

Cuando Camilo Villegas, el máximo exponente del golf en Colombia, logró la tarjeta para disputar el PGA Tour, Esteban Jaramillo tenía cuatro años. Por eso, desde que tomó un palo quería emular los movimientos que veía hacer al antioqueño en la televisión. Mario, su padre, muestra orgulloso un video de 10 segundos en el que Esteban, con voz aguda, le habla a quien lo graba y casi sin mirar a la bola hace un swing perfecto, enviando la pelota varias yardas hacia delante. Hoy, diez años más tarde, este bogotano es una promesa del golf colombiano. Aunque su prioridad es el estudio (cursa noveno grado en el Colegio Nueva Granada), sueña con seguir los pasos de Villegas. Con 14 años y 11 meses será el jugador más joven en la historia en disputar un torneo del Web.com Tour, segundo certamen más importante del golf estadounidense. Desde este jueves en su club, el Country de Bogotá, Esteban hará parte del field del Club Colombia Championship, catalogado como el evento golfístico más importante de Latinoamérica y al que asistirán grandes exponentes de este deporte en el mundo, como el estadounidense Lean Mattiaceel, subcampeón del Masters de Augusta en 2003, el argentino Andrés Romero y colombianos de la talla de Marcelo Rozo y Óscar David Álvarez.

Alfonso y Lucía, los abuelos maternos de Esteban, fueron quienes más lo influenciaron para que le gustara el golf. Cada vez que ellos salían al campo, en Puerto Peñalisa, en Girardot, lo llevaban para que los acompañara. A cualquier niño de esa edad lo que más le llamaría la atención sería pasear en el carrito de golf, e incluso manejar por trayectos, pero a él lo que le gustaba era salir con su talega chiquita, palos corticos y jugar junto a sus abuelos.

Claro que el tenis se interpuso en el camino. Este deporte era realmente el que más apasionaba a Esteban. En el Country Club de Bogotá entrenaba todos los días, lo hacía con gusto y por eso llegó a jugar varios certámenes interclubes. Pero el fútbol también le gustaba y fue justamente a los nueve años cuando, gracias al fútbol, decidió que su futuro deportivo estaría en los campos de golf. Suena confusa la historia, pero lo que ocurrió fue que sus papás lo metieron en un semillero de golf en el club. Ahí compartía con varios niños y desde el primer día que fue, uno de sus compañeros llevó un balón de fútbol para jugar una vez terminaran las clases. A él le pareció divertido que tras jugar golf pudiera también practicar fútbol, y desde ahí cambió la raqueta por el putt, los hierros y las maderas. “Si fuera por mí jugaría todo, pero al enfocarme en el golf, no me comenzó a quedar tiempo para jugar ni tenis ni fútbol, así que se fueron quedando atrás esos otros pasatiempos”, asegura todavía con voz de niño.

Cuando tomó esa decisión, fueron Lina y Mario, sus padres, los primeros en apoyarlo. De hecho, han estado día a día dispuestos a llevarlo al club para que pueda recibir las clases de su profesor Robert Herrera y también a donde Elvis Ardila, quien se encarga de prepararlo físicamente. “Yo lo acompaño porque es la pasión de él. Es una tarea grande estar al lado suyo, porque vivimos en La Pradera de Potosí, en La Calera, y hay que hacer largos trayectos. Pero eso hace parte del papel de uno como padre”, destaca Mario, quien cuenta que la rutina de su hijo día a día es muy exigente. “Se levanta muy temprano para llegar al colegio, a las 7:00 a.m. A las 2:00 p.m. va al club a sus clases y al finalizar la tarde yo lo recojo para irnos a casa”.

“Cuando llego, ya de noche, me toca ponerme a hacer tareas, luego hago algunos ejercicios que me deja mi preparador físico y si me queda tiempo y no estoy cansado, me pongo a jugar Play Station”, dice Esteban, hermano mayor de Sofía, de 13 años, y quien tiene como hobbie la equitación. Para él la presión no existe, a pesar de sus buenos resultados deportivos a su corta edad, vive con tranquilidad y va paso a paso. De hecho, aunque sueña con convertirse en una gran estrella del golf colombiano, es consciente de que en cualquier momento su futuro puede cambiar. Y así también piensa su padre, quien asegura que “mi papel es más de apoyo que el de un papá exigente que si o si quiera llevar a su hijo al PGA Tour. Así como él se pasó de entrenar tenis a golf y no pasó nada, si mañana quiere dedicarse al ping pong tampoco pasa nada”.

Hará historia en el Web.com

El cupo para participar en este torneo se lo ganó la semana pasada en un clasificatorio llevado a cabo en el Country Club de Bogotá. Participó con tranquilidad, no tenía en la cabeza que esa sería la oportunidad de su vida, sino que se enfocó en jugar bien y en repetir las indicaciones que le había dado su profesor. Fueron dos días de competencia en los que sólo se sintió nervioso en los últimos cuatro hoyos, pues estaba cerca de lograr el objetivo, pero parecía que se le escapaba el triunfo. Y cerró la segunda ronda con brillantez, ganó y se convirtió en el golfista masculino más joven en la historia en jugar un torneo del Web.Com Tour, solamente superado por la estadounidense Michelle Wie, quien debutó con 13 años, 11 meses y 7 días en el Albertsons Boise Openn en la temporada 2003.

“La verdad es que me tomaré esto como la oportunidad de aprender muchas cosas. No me importa cuánto haga, no me fijaré en eso. Va a ser un ambiente muy diferente al que estoy acostumbrado”, le dice a El Espectador el bogotano que cumplirá 15 años el próximo 13 de febrero. Su caddie será Robert Herrera, su profesor, y quien le ha enseñado a jugar golf.

Aún le faltan tres años para graduarse del colegio, pero su sueño es irse a una universidad de Estados Unidos, en la que lo puedan becar por su golf y luego conseguir la tarjeta profesional que le permita comenzar a escalar para llegar a su gran objetivo: el PGA Tour, máximo circuito del golf mundial en el que se encuentra el antioqueño Camilo Villegas. “A él lo admiro demasiado por llevar tantos años en el máximo nivel y porque ha tenido la capacidad de levantarse de duros momentos”, confiesa Jaramillo, quien además reconoce que su gran ídolo en este deporte es el norirlandés Rory McIlroy.

Mañana, en el Country Club, será presentado este evento golfístico, en el que uno de los atractivos será este prospecto, quien no se apresura, pero va muy rápido. “Sólo saldré a aprender y a tratar de disfrutar el momento”, finaliza con timidez.

Por Luis Guillermo Montenegro

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