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Millonarios no distrae a Hernán Torres, técnico de Itagüí, pero una vez finalizados los cuadrangulares, el más probable entrenador de los embajadores.
No lo distrae porque su equipo, el que dirige actualmente, se mantiene colíder, junto a Santa Fe, del cuadrangular B.
Y aunque en su primera salida cedió un empate ante Equidad, el cuadro antioqueño supo sacar una victoria el domingo contra Boyacá Chicó, de visitante.
Torres, siempre tan temperamental, no pasa los calificativos por alto.
¿Qué lectura hace de una victoria sufrida y agónica como la de Tunja?
Usted le ha dicho sufrida, agónica, pero son las circunstancias: un expulsado, un lesionado, y el rival en su casa, con la altura. Tiene que ser como lo menciona, agónica, sufrida. Pero, también como lo ratifica, son tres puntos. Mientras teníamos los 11, estuvimos bien. Pero con 10, tuve que improvisar a Mera como lateral derecho. Y son partidos de finales. Hay que rescatar el carácter del equipo, frente a esa avalancha de Chicó, casi siete delanteros contra la doble línea de cuatro.
El empate contra Equidad lo alarmó...
Claro. Uno se alarma, está de local, este torneo es corto y los de casa tienen que sacar ventaja. Nos empatan, aunque no hicimos un buen partido, la verdad es ésa. Sólo hicimos un buen encuentro hasta que nos igualaron. Porque esa vez Itagüí no mostró lo que ha mostrado en todo el torneo.
Había que salir a ganar entonces frente a Boyacá...
La propuesta era esa, pero así como había que ganar se podía perder.
¿Lo sorprende el rendimiento tan regular de un equipo joven como el suyo?
No. Este es un grupo humano importante. Clasificamos de terceros, con méritos para estar, no solamente por lo que hizo en ciertos partidos sino en la campaña en general, por la regularidad. Itagüí se ha hecho a pulso, con trabajo y dedicación.
¿Está más suelto el equipo de visitante?
Un poco, porque el local tiene que salir a proponer. A todos los equipos de locales les está costando. En estas dos fechas de cuadrangulares han prevalecido los visitantes.
Vivió cuadrangulares con Tolima, ahora vive uno con Itagüí. ¿Qué impresiones tiene esta vez?
Hay mucha competencia, mucha tensión, van dos fechas y en los dos grupos todos tienen posibilidades. Son partidos cerrados, de toma y dame, en los que nadie quiere regalar nada. Es complicado y difícil. Uno pestañea y queda eliminado.
¿Qué piensa del choque frente a Santa Fe, su próximo rival?
Es un partido como todos. Si ganamos, igual los enfrentamos la próxima semana en Bogotá. Y luego Chicó y la Equidad. No puedo decir que éste puede definir o no. Tal vez nos dé un margen de motivación, pero no define o determina, queda una ronda más. Claro que terminar de líderes sería muy importante, ¿quién no quisiera terminar con siete puntos, Ave María?
¿Qué ve de su grupo?
Que todos están comprometidos, que es un equipo muy humilde, con muchas ganas, muchos sueños, deseos, ilusión, y esperamos que podamos lograr el objetivo que soñamos.
¿Distrae Millonarios?
No, no, en ningún momento. Tengo la posibilidad de estar en otra semifinal, y quiero vivirla y trabajarla intensamente. Con ellos hablé, y respetaron la determinación de que, terminados los cuadrangulares, entraríamos en firme a los diálogos. Por ahora, mi cabeza está en Itagüí, y estamos luchando por la final. No distrae. ¿Cuántos casos de estos han sucedido? Hay que manejarlo con profesionalismo y respeto por las instituciones.