Publicidad

Julio César Falcioni: Riquelme es bienvenido

De paso por Bogotá, aseguró que Román dejó el club "por decisión propia" y que no piensa en un equipo sin el crack.

Daniel Avellaneda
25 de julio de 2012 - 09:00 p. m.

El exportero dice, además, que “América pronto va a volver a Primera”.

Esa melena que lo hizo famoso durante el pasado es una ausencia en este presente que lo encuentra lejos de aquellos años dorados, cuando era Pelusa. Julio César Falcioni, hoy conocido como El Emperador en Argentina, ya no es aquel notable arquero de América, el que coleccionó hazañas con los Diablos Rojos en la década del ochenta. Se trata, a fin de cuentas, del técnico de Boca Juniors, uno de los colosos de Suramérica. Sin embargo, a kilómetros de distancia de Buenos Aires, este hombre, que la semana pasada cumplió 56 años, se reencuentra con todo el afecto que supo conseguir en Cali. Queda claro antes de sentarse a hablar con El Espectador, en el lobby del hotel AR Salitre, en un descanso de la gira que su equipo está realizando por estas tierras en el marco del Torneo de Verano que protagoniza con Millonarios y Santa Fe.

“Me quieren un poquito acá, ¿no?”, se jacta con humor Falcioni. Lo dice después de que dos policías se despojan de sus gestos autoritarios para pedirle una foto. Una coqueta mujer que dice que lo vio atajar en Cali le pide un autógrafo. Y sí, acá, Julio César es Gardel. Lo explica después de encender un cigarrillo, señal del rélax que le genera la que considera su segunda patria. “Acá pasé los años más importantes de mi carrera deportiva. Y el hecho de que uno se haya portado bien como persona, hace que lo recuerden de la mejor manera”.

Es una realidad que Falcioni es querido por estas latitudes. En Argentina, en cambio, es mirado de reojo por los hinchas, que lo acusan de ser el responsable del alejamiento de Juan Román Riquelme. Y Julio César, como en los tiempos en que volaba de palo a palo, ataja todas las preguntas.

¿Hace cuánto que no venía por Colombia, Julio?
Uff... Desde el 90 hasta 2008, cuando volví de vacaciones, tuve un largo impasse. Después, vine con Banfield a jugar frente a Tolima, por la Copa Libertadores. Colombia es mi segunda casa. Viví años excelentísimos aquí. Fueron tiempos que me ayudaron mucho a mi formación como jugador y le dieron bienestar a mi familia.

¿Nunca pensó en dirigir aquí?
He tenido algunas propuestas. Quizá no se dio el momento. Pero ahora tengo la cabeza puesta en Boca. No pienso en el futuro.

Por la adoración que le tienen en Colombia, tranquilamente podría ser el técnico de la selección nacional, ¿no?
Ahora hay un entrenador serio como Pékerman trabajando y espero que le vaya bien. Por mi tránsito en el fútbol colombiano, por el cariño y el respeto que le tengo al aficionado local y a este país, si le va bien a José, me voy a poner muy feliz. Hay que darle tiempo de trabajo y le va a ir fenómeno.

¿Y qué análisis hace del fútbol colombiano?
Tiene una nueva predisposición de trabajo, en especial desde que llegó Pékerman. Y consiguió el posicionamiento de los grandes. Sin ir más lejos, Santa Fe fue campeón. El torneo colombiano, por otro lado, se ha transformado en un campeonato competitivo.

¿Alguna vez creyó que América podía llegar a descender?
Nunca me imaginé que iba a suceder. Pero estoy seguro de que América pronto va a volver a Primera, como pasó con River. Y para eso será clave el aliento de la gente, que es superseguidora.

¿Por qué le quieren cargar la mochila de la salida de Román?
No sé… Con Román siempre tuve una relación profesional y traté de buscar su mejor rendimiento. siempre estuve conforme con el trabajo que desplegó en Boca.

¿Habría que estar loco para cerrarle las puertas de Boca?
Es que en ningún momento lo hicimos. Todavía lo estamos esperando. Yo no pienso en un equipo sin su presencia. Riquelme es bienvenido.

¿Es cierto que le ofreció la renuncia en Brasil, después de la derrota ante Corinthians?
Tuve una conversación con Román, pero no voy a romper los códigos del vestuario. La suya es una decisión muy personal.

¿Nunca quiso ser un obstáculo entre Riquelme y Boca?
Nunca. Con Román, tengo la conciencia bien tranquila.

Pueden decir que lo dice por absoluto compromiso.
No tengo por qué hablar bien de Riquelme para mandarme la parte. Es un gran jugador que tomó la decisión de irse.

¿La Copa Libertadores es su gran espina? No pudo ganarla como portero ni como técnico.
Debo ser el jugador argentino que más veces disputó este torneo. La perdimos, es cierto, pero somos el segundo equipo más importante de Suramérica.

Por Daniel Avellaneda

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar