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A seis meses de los Juegos Panamericanos de Guadalajara y poco más de un año para la inauguración de los Olímpicos de Londres, estalló una crisis en la Federación Colombiana de Lucha. Ello debido a las denuncias hechas por un grupo de deportistas, encabezados por Jackeline Rentería, inconformes por el mal manejo de los recursos económicos de la entidad, el pésimo juzgamiento en los torneos locales selectivos para eventos internacionales y la falta de preparación para las competencias del ciclo olímpico.
La medallista de bronce en Pekín 2008 amenazó incluso con dejar de representar al país si no se contrataba a quien ha sido siempre su entrenador, Víctor Capacho. “Hay otros técnicos con los que tengo diferencias de criterios y así no se puede trabajar. Aquí se favorecen los intereses de Antioquia y las selecciones se convocan a dedo”, sentenció la deportista vallecaucana.
Fanny Echeverry, presidente de la Federación, señaló que aunque respeta las opiniones de Rentería, “ella está mal informada, porque a todos los eventos que se han realizado han asistido metodólogos del Comité Olímpico Colombiano (COC) y representantes de Coldeportes. Además, la parte económica la ha manejado directamente el COC”.
Baltazar Medina, presidente del COC, prometió estudiar a fondo el caso, pero lamentó que “los deportistas que tengan reclamos no asistan a los conductos regulares”. Agregó que “muchas veces los muchachos se dejan presionar y reaccionan en el calor de las competencias, pero por supuesto que habrá que analizar cosas y tomar correctivos”.