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Adolfo José Valencia o José Adolfo Valencia, El Tren o El Trencito, padre e hijo, una historia que se entrelaza con el fútbol. Uno nacido en Buenaventura hace 43 años, el otro en Bogotá hace 19. Una carrera que ya es leyenda y otra que apenas comienza.
El Tren mayor, famoso por su potencia y olfato goleador, debutó en Santa Fe a los 19 años, la misma edad en la que hoy su hijo juega su primer Mundial, el Sub-20, en el que Colombia se clasificó a los octavos de final, en los que enfrentará este martes a la selección de Costa Rica.
Como padre orgulloso, Adolfo José vive intensamente la Copa Mundo, sigue paso a paso el andar de su hijo, quien ya marcó ante la selección de Malí en la segunda fecha del Grupo A.
José Adolfo, quien también se hizo profesional con Santa Fe, pero a los 16 años, se ha consolidado en la línea titular del equipo de Eduardo Lara. Y su padre, a la distancia —desde la ciudad de Cali— hace un análisis de su actuación, con la sabiduría que le da haber jugado en el exterior con el Bayern de Múnich, el Atlético de Madrid, la Reggiana, el MetroStars de Nueva Jersey, entre otros. Y con la selección de Colombia en dos mundiales (Estados Unidos 1994 y Francia 1998) además de la Copa América de 1993 y las eliminatorias mundialistas.
Pronósticos para el partido del martes frente a Costa Rica y el resto de la copa…
Hay que planificarlo bien, porque será muerte súbita, ellos son jóvenes, la presión aumenta. Se han comportado muy bien con el tema de la localía, pero será diferente en octavos. Sólo quiero que el trofeo se quede en Colombia.
¿Ha vivido como propio este Mundial por su hijo?
No he ido porque estaba en Cali. Pero lo he visto sagradamente con mi familia por televisión. Tomándome un vinito y junto con mis viejos y mis primos. Todos apoyando a José Adolfo. Es un orgullo verlo jugar ahí y más que esté haciendo algo que a mí también me gusta, pero que ya no puedo hacer. Ojalá Dios le siga dando bendiciones al pelao.
¿Qué le augura a ‘Trencito’?
Que sea goleador como el papá. Que en Santa Fe la rompa y en la Sub-20 siga creciendo como futbolista y persona.
¿Ha hablado con él durante el torneo?
Sí. Lo siento cada vez más tranquilo, más confiado. También aproveché para pedirle las dos camisetas, la amarilla y la azul, para ponérmelas para el próximo partido. Hay que tenerlas porque esta selección va bien.
¿Cómo celebró el gol que le anotó a Malí?
Imagínese. Todos éramos gritando. Todos sabemos de su trabajo, de que a veces le cuesta anotar porque todavía es tímido. Mucha gente lo presiona, lo compara con su papá, le piden que sea igual o mejor. Pero en esta selección está demostrando que puede hacerlo. Está lleno de confianza.
Paradójicamente, al hijo de un goleador le cuesta anotar...
Antes lo ponían en temas más defensivos. Estaba haciendo las cosas al revés, no estaba creando sino marcando, y así no se puede tampoco. Y en esta selección, por el contrario, está más encarador, más arriesgado. Le dan la confianza para eso.
¿A veces no le dan ganas de meterse al campo a darle una manito?
Claro. Cuando veo a esos chinos jugando me acuerdo cuando tenía 20. Me dan ganas de hacer gambetas, llegar al área y hacer goles. Pero tengo que resignarme y sufrir esos traguitos amargos cuando los pelaos no concretan. Es agobiante.
¿Por qué cree que a las selecciones nacionales a veces les cuesta anotar?
Eso se ve en todas partes, no es sólo acá en Colombia. Empezando porque vos ya no ves delanteros que hacían 30 o 36 goles en una temporada, como lo hacía Ronaldo, Rivaldo, Romario, el mismo Tren Valencia. Ahora todos se echaron para atrás.
Pero, ¿cómo ha visto en general el equipo durante el Mundial?
Se están comportando muy bien con la localía, con el público. Están haciendo muy bien el trabajo, están mostrando un nivel altísimo, de lo mejor del Mundial.
¿Entonces fue correcta la decisión de dejar a Eduardo Lara?
Él es la persona indicada, porque conoce a los muchachos, es el que ha venido en el proceso, por eso es la persona correcta. Además, él los trata como a unos hijos y eso se refleja en la cancha. Todos le corren a Lara. Ojalá consigan el título, que el trofeo se quede acá, porque se lo merecen.
¿Qué otras selecciones lo han sorprendido?
España está muy buena, al igual que Portugal. Selecciones muy peligrosas en ataque. Argentina, por ejemplo, carece de dos jugadores buenos de área, pero también es un equipo muy bueno. La forma de jugar de esos conjuntos, así como el de Inglaterra, me gusta mucho.
Aunque hay equipos que sin ser favoritos son peligrosos…
Nos vamos a tener que ir acostumbrando a las sorpresas, porque el fútbol está evolucionando. Todos se están haciendo grandes. Todos se están preparando muy bien y creo que ya no hay rivales pequeños. Está pasando acá en el Mundial y pasó en la Copa América con la de mayores…
A propósito, ¿qué piensa del proceso de ‘Bolillo’ Gómez?
Creo que va bien. Él, Pacho y Leonel Álvarez son personas muy capaces y van bien con este equipo, que sorprendió a muchos por su forma de jugar. La gente debe tener paciencia, porque a ellos les toca muy duro y necesitan procesos. Los de la de mayores juega todos en equipos distintos y es muy berraco, porque tienen que hacerlos engranar.
¿Le gustaría ser tenido en cuenta por ellos, para el cuerpo técnico?
Claro. En cualquier momento voy a dirigir un equipo y voy a dirigirlo como yo jugaba: alegremente, donde el futbolista se divierta. Quisiera que mi equipo tocara como el Barcelona.