Lo que dejó el Mundial
Colombia cumplió con un evento que el presidente de la Fifa, Joseph Blatter, calificó como el más grande la historia en la categoría. Postales para recordar.
El Espectador
La afición colombiana se pasó
Definitivamente el fútbol es una pasión para los colombianos. Más de un millón de personas acudieron a los estadios de las ocho ciudades sedes y dieron un ejemplo de buen comportamiento y apoyo a la selección nacional.
A todos los escenarios los aficionados asistieron vestidos de amarillo y con atuendos tricolores para animar al equipo de Eduardo Lara o simplemente para corear “Colombia, Colombia, Colombia”, cuando el partido de turno no resultaba lo suficientemente atractivo.
Ese ambiente de fiesta se trasladó a los alrededores de los estadios e incluso a hoteles y terminales aéreas, lugares en los que la gente del común vio, saludó y aplaudió las 23 delegaciones visitantes.
El café de los españoles
Los ibéricos dijeron haberse sentido en Manizales como en casa. Sergio Canales quedó encantado con el café de sus tierras y hasta posó para una foto con Juan Valdez.
El presidente Santos no pudo hablar
La inauguración del Mundial Sub-20 pasará a la historia por varios hechos. Más allá de la ceremonia de apertura, criticada casi con unanimidad, se recordará que Juan Manuel Santos, el presidente de los colombianos, por fallas del sonido local no pudo dirigirse al público que abarrotó las tribunas del Metropolitano Roberto Meléndez, en Barranquilla, para ver el partido que disputarían Brasil y Egipto, y que terminaría empatado a un gol.
La eliminación de Colombia
Dolor dejó en la hinchada del país el adiós de la selección de Colombia en los cuartos de final de la Copa Mundo, luego de caer 3-1 con los mexicanos. En la primera ronda, los nacionales hicieron 9 de 9 puntos y, en octavos de final, derrotaron angustiosamente a Costa Rica 3-2. Pero ante los mexicanos no se jugó bien y el país anfitrión se despidió tristemente de su Mundial.
España no pudo consagrarse
La selección española llegó al Mundial como gran favorita. Sin embargo, las ilusiones ibéricas se diluyeron antes de lo esperado.
Todo comenzó muy bien, pues el equipo de Julen Lopetegui se adjudicó casi sin contratiempos el Grupo C.
Ante Costa Rica, Australia y Ecuador, los ibéricos mostraron un fútbol elaborado, que los llevó a terminar con once goles a favor la primera fase.
En los octavos, España superó en los penaltis a Corea del Sur. Aunque sufrió más de lo esperado, parecía encaminarse al título.
No obstante, el sueño terminó en los cuartos, ante Brasil, cuando los de Lopetegui jugaron su mejor partido y aun así fueron eliminados.
Un diez para los estadios y el público
Los ocho estadios que fueron sedes del Mundial Sub-20 se llevaron todos los elogios, por sus novedosas remodelaciones en las gramillas y las tribunas y por el uso de tecnología. El público cumplió, a su vez, con asistir masivamente a los partidos.
Nigeria, grata sorpresa
‘Las Águilas Verdes’ fueron uno de los equipos que mejor fútbol jugó durante el Mundial Sub-20. Además de ser uno de los cuadros más goleadores del torneo, el onceno africano practicó un fútbol alegre y efectivo que los llevó hasta los cuartos de final, en los que cayeron en un emocionante cruce ante Francia.
Una esperada reaparición
Después de ganar dos mundiales consecutivos, en 1989 y 1991, Portugal no había tenido grandes participaciones en torneos de la categoría. A Colombia regresó con el objetivo de hacer una gran campaña , y así lo cumplió, pues superó el difícil grupo B (Uruguay, Camerún y Nueva Zelanda) y logró consolidarse como uno de los equipos más sólidos del torneo, con la valla menos vencida del certamen.
La primera vez
Una de las hinchadas que mayor fervor demostró durante el torneo fue la de Guatemala, que disfrutó el primer Mundial de su historia y se gozó la estadía en Armenia. Dos goleadas no mermaron sus ánimos y la victoria sobre Croacia desató su celebración. Portugal los eliminó, pero se fueron enamorados de Colombia.
La afición colombiana se pasó
Definitivamente el fútbol es una pasión para los colombianos. Más de un millón de personas acudieron a los estadios de las ocho ciudades sedes y dieron un ejemplo de buen comportamiento y apoyo a la selección nacional.
A todos los escenarios los aficionados asistieron vestidos de amarillo y con atuendos tricolores para animar al equipo de Eduardo Lara o simplemente para corear “Colombia, Colombia, Colombia”, cuando el partido de turno no resultaba lo suficientemente atractivo.
Ese ambiente de fiesta se trasladó a los alrededores de los estadios e incluso a hoteles y terminales aéreas, lugares en los que la gente del común vio, saludó y aplaudió las 23 delegaciones visitantes.
El café de los españoles
Los ibéricos dijeron haberse sentido en Manizales como en casa. Sergio Canales quedó encantado con el café de sus tierras y hasta posó para una foto con Juan Valdez.
El presidente Santos no pudo hablar
La inauguración del Mundial Sub-20 pasará a la historia por varios hechos. Más allá de la ceremonia de apertura, criticada casi con unanimidad, se recordará que Juan Manuel Santos, el presidente de los colombianos, por fallas del sonido local no pudo dirigirse al público que abarrotó las tribunas del Metropolitano Roberto Meléndez, en Barranquilla, para ver el partido que disputarían Brasil y Egipto, y que terminaría empatado a un gol.
La eliminación de Colombia
Dolor dejó en la hinchada del país el adiós de la selección de Colombia en los cuartos de final de la Copa Mundo, luego de caer 3-1 con los mexicanos. En la primera ronda, los nacionales hicieron 9 de 9 puntos y, en octavos de final, derrotaron angustiosamente a Costa Rica 3-2. Pero ante los mexicanos no se jugó bien y el país anfitrión se despidió tristemente de su Mundial.
España no pudo consagrarse
La selección española llegó al Mundial como gran favorita. Sin embargo, las ilusiones ibéricas se diluyeron antes de lo esperado.
Todo comenzó muy bien, pues el equipo de Julen Lopetegui se adjudicó casi sin contratiempos el Grupo C.
Ante Costa Rica, Australia y Ecuador, los ibéricos mostraron un fútbol elaborado, que los llevó a terminar con once goles a favor la primera fase.
En los octavos, España superó en los penaltis a Corea del Sur. Aunque sufrió más de lo esperado, parecía encaminarse al título.
No obstante, el sueño terminó en los cuartos, ante Brasil, cuando los de Lopetegui jugaron su mejor partido y aun así fueron eliminados.
Un diez para los estadios y el público
Los ocho estadios que fueron sedes del Mundial Sub-20 se llevaron todos los elogios, por sus novedosas remodelaciones en las gramillas y las tribunas y por el uso de tecnología. El público cumplió, a su vez, con asistir masivamente a los partidos.
Nigeria, grata sorpresa
‘Las Águilas Verdes’ fueron uno de los equipos que mejor fútbol jugó durante el Mundial Sub-20. Además de ser uno de los cuadros más goleadores del torneo, el onceno africano practicó un fútbol alegre y efectivo que los llevó hasta los cuartos de final, en los que cayeron en un emocionante cruce ante Francia.
Una esperada reaparición
Después de ganar dos mundiales consecutivos, en 1989 y 1991, Portugal no había tenido grandes participaciones en torneos de la categoría. A Colombia regresó con el objetivo de hacer una gran campaña , y así lo cumplió, pues superó el difícil grupo B (Uruguay, Camerún y Nueva Zelanda) y logró consolidarse como uno de los equipos más sólidos del torneo, con la valla menos vencida del certamen.
La primera vez
Una de las hinchadas que mayor fervor demostró durante el torneo fue la de Guatemala, que disfrutó el primer Mundial de su historia y se gozó la estadía en Armenia. Dos goleadas no mermaron sus ánimos y la victoria sobre Croacia desató su celebración. Portugal los eliminó, pero se fueron enamorados de Colombia.