Luis Fernando Muriel: "Todavía no me la creo"

Los pitos de la camioneta Fortuner de los Muriel Fruto avisaban la aparición de Luis Fernando hijo, que acababa de llegar del aeropuerto, proveniente de Italia. Todo su barrio en Santo Tomás, Atlántico, entendió entonces que debía estallar la fiesta sorpresa para el delantero de 21 años: la misma noche del martes pasado había sido convocado por primera vez a la selección de Colombia de mayores, para enfrentar los partidos de eliminatorias contra Perú y Ecuador el 3 y el 10 de junio próximo.

“A la casa mía no le cabía un alma más. Todos querían felicitar a mi pelado. Los niños de la cuadra le prepararon unas coreografías con canciones del Joe. Él les entregó regalos a sus amigos, comió yuca y ensalada preparadas por su madre y ayer por la mañana se fue para Bogotá a la concentración”, dice Luis Fernando padre, aún más emocionado que su hijo por la noticia.

Luis Fernando hijo ya había sospechado del llamado cuando el mismo José Pékerman los buscó a él y a Juan Guillermo Cuadrado en Lecce. Llamó a su casa enseguida y les comentó a sus padres que había posibilidades de ser convocado. Pero el lunes avisó que lo habían citado el miércoles (ayer) en Bogotá, que los tiquetes desde Barranquilla a la capital estaban en sus manos y que había celebrado con Cuadrado, que también tenía los suyos.

“Lo ha tomado con mucha tranquilidad, con madurez. Me dijo que estaba ansioso por jugar y que iba a darlo todo en los minutos que lo ponga el técnico”, dice su padre y añade: “Llegó esa convocatoria en un buen momento porque me preocupaba que ahora en vacaciones, con tanto tiempo libre, se fuera a desordenar. Que comiera de más y engordara, que sus amigos lo incitaran al ocio y que su estado físico ya no fuera el mismo. Y qué mejor que pase ese lapso en la selección. Es todo un orgullo”.

Muriel no se cambia por nadie y ayer llegó con una sonrisa gigante en el primer vuelo de Barranquilla a Bogotá. “Siempre hice las cosas bien cada vez que me pusieron a jugar y por eso viene este llamado, porque he tenido que sacrificar muchas cosas en mi vida y ahora se están viendo los frutos”, dice el jugador, que inició su carrera en el Deportivo Cali y que luego actuó seis meses sin éxito con el Granada de España.

“Voy a estar muy contento con personas como Cuadrado porque con él convivo en Italia. Y con James (Rodríguez), con quien disputé el Mundial Sub-20 de Colombia 2011. Eso es importante a la hora de entendernos en la cancha”, recalca el atlanticense nacido hace 21 años, que promete aportarle velocidad a la selección.

Durante el semestre marcó siete goles en 23 partidos con el Lecce, equipo al que llegó cedido por el Udinese, dueño de los derechos deportivos. Sus actuaciones llamaron la atención de equipos como Milan e Inter, pero él dice que a mitad de año volverá a Udine y con el club de esa ciudad seguramente disputará el repechaje de la Champions League. Por ahora prefiere pensar y disfrutar en la selección.

“Es que todavía no me la creo. Este llamado te quita la amargura por dejar a tu familia en casa, el cansancio físico y mental por tantos partidos en el Calcio. Creo que esta convocatoria me ha quitado todos los males”.