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El pesista vallecaucano Luis Javier Mosquera tiene todo para convertirse en una de las grandes leyendas del deporte colombiano. Con tan sólo 20 años ya es campeón mundial juvenil en la categoría de los 69 kilogramos y el domingo se impuso con facilidad en los Juegos Panamericanos de Toronto, argumentos suficientes para que sueñe con colgarse el oro en Río de Janeiro 2016.
Practica el levantamiento de pesas desde los ocho años, cuando sus hermanos, Jhon Jairo y José Marino, junto con su papá, Luis Javier, lo llevaban a los entrenamientos.
Su padre falleció hace menos de un mes, pero esa pérdida fue precisamente una motivación más para darlo todo en Toronto y darle a Colombia una nueva presea dorada en la 17ª versión de las justas, en las que además impuso nuevo récord panamericano.
El Bárbaro, como le dicen, quiere seguir demostrando todo su talento y sabe que para eso debe consagrarse en un Mundial de Mayores y unos Juegos Olímpicos, sus próximas metas.
Son sus primeros Panamericanos y logra el oro...
Sí, me siento muy orgulloso por este nuevo triunfo. Es mi primera medalla panamericana y eso me pone muy contento.
¿Cuál ha sido el secreto de su éxito?
Hay que tener constancia, disciplina, humildad y enfocarse siempre en una meta. En cualquier deporte la idea es buscar siempre mejorarse a uno mismo.
Cada vez se hace conocer más gracias a sus triunfos
Sí, esto es algo que me llena de felicidad. La verdad es que estaba muy cansado porque vengo de dos competencias consecutivas en las que, además, vengo rompiendo récords, pero di lo mejor y volví a celebrar.
¿Qué piensa antes de disputar una prueba?
Siempre voy a pensar, así sea en las Olimpiadas, que estoy en un entrenamiento, en disfrutarlo como si fuera el primer día.
¿Siente que tiene el nivel para pelear en los Olímpicos?
Sí. Hay que seguir entrenando y mejorando para conseguir ese objetivo.
Aparte de la preparación, ¿qué ha sido clave para lograr sus objetivos?
El apoyo de mis familiares ha sido importante. Soy una persona que siempre comparte con amigos, la familia y con mi hijo.
¿Cómo recuerda a su padre?
La vida sigue. Mi padre quería que yo fuera un buen ejemplo para mi hijo y para la sociedad. Eso me llena de valor para seguir los pasos de él.
¿Qué tanto influyó en su carrera?
Mucho. Me enseñó la disciplina, la humildad y que con mucho esfuerzo se consiguen metas. Él siempre me decía que si uno se mete en algo, tiene que terminarlo como sea.
¿Qué objetivos tiene ahora?
Descansar un poco y empezar a prepararme para los Juegos Nacionales y el Campeonato Mundial de Mayores.