Mario Vanemerak: "Para ganar hay que sufrir"

Sin ahorrarse ninguna palabra, Mario Vanemerak habla. Ahora se le nota más tranquilo. Le ganó 3-2 al Medellín de Hernán Darío Gómez, y gracias a eso tomó un nuevo aire. Desde luego, el técnico del Real Cartagena comprende que es una calma efímera, que se pone a prueba cada fin de semana. Pero prefiere ser optimista. Sabe que, de obtener los resultados necesarios, logrará hacer que el cuadro heroico permanezca en la Primera División.

¿Qué tanto ha significado ganarle a Medellín?

Había que ganar porque todos los fines de semana estamos con lo del descenso. Veníamos de una victoria importante en Cúcuta, y aunque no vencimos en Barranquilla, pudimos ganarle al Medellín. Estábamos en la obligación de hacerlo para seguir escapándole al descenso. Ahora tenemos un partido durísimo en Armenia.

¿Es posible que este partido sea el comienzo de una buena racha?

Ojalá que sea así, porque entramos en la décima fecha y ya no se puede tener demasiado margen de error. Ya estamos pasando la mitad del torneo y tenemos un compromiso muy difícil contra un equipo directo. Como suelo decirlo, ahora tenemos un hexagonal final, porque visitamos a Quindío, recibimos a Pasto, seguimos con Envigado, viene Patriotas, visitamos a Santa Fe y luego Huila. Son finales.

¿Cómo está el grupo?

Siempre está bien. Esa es la gran virtud de este equipo. Es una nómina muy fuerte. A pesar de los momentos difíciles siempre creemos en el trabajo, en los muchachos. En ese sentido, tengo que destacar mucho eso de los jugadores de jerarquía, que saben lo que estamos jugando. Me da mucha tranquilidad tener esta gente.

¿Cómo mantenerlos motivados?

Soy de hablar mucho con ellos, tengo una afinidad muy grande con la mayoría. Creo que la confianza de compañeros de trabajo, porque soy el técnico, pero quiero que me vean como un compañero. También ha sido importante la convivencia en las concentraciones, en los viajes, en el entrenamiento, antes de empezar y después. La sinceridad, la transparencia y el trato que tengo con ellos es fenomenal, y eso hace que, a pesar de que siempre nos estamos jugando la permanencia, siempre me dicen que tenga confianza en ellos, que lo vamos a sacar adelante. La clave está en la relación con ellos. Son once que juegan pero tengo 25 ó 30, y la mayoría, a pesar de que no juegan, están contentos porque quieren jugar.

¿Ha querido imprimirle un estilo al equipo?

En el fútbol son los resultados los que mandan. Usted puede jugar muy bonito y no lograr resultados, y puede hacerlo muy feo y lograrlos. Este equipo tiene algo de eso. A pesar de pelear la permanencia en la A, intentamos jugar al fútbol, pensar en el arco contrario. Recibimos muchos goles, pero también los hacemos, porque siempre tratamos de proponer, a pesar de las circunstancias.

¿Qué lo motivó para aceptar el reto?

Me motivó volver a dirigir nuevamente en el fútbol colombiano, que es muy competitivo, y más en la circunstancia del Real. Sabía que tenía que arrancar de abajo, que no tenía todo, como cuando comienzas de arriba. Y tenemos dificultades por los escenarios deportivos, a veces es complicado eso, además del descenso. Pero es interesante, porque se aprende a valorar cosas que se tenían en otros equipos, te enseña que para ganar hay que sufrir. Y hoy en día, el equipo económicamente esta bien, los jugadores están al día, les pagaron marzo el 24, algunos premios se los han pagado, viajamos en avión, tenemos buenos hoteles, un bus nuevo. Las cosas van saliendo de a poco en lo deportivo y en lo administrativo.

¿Qué piensa del momento de Millonarios?

Es triste. A la distancia, soy hincha de Millonarios, quiero mucho al club, quisiera volver a dirigirlo algún día, porque es un equipo que me dio muchas cosas como jugador, y como técnico. No verlo arriba es malo por el público que tiene, por los títulos, por ser el equipo más laureado del fútbol colombiano. Y la gente sufre. Me di cuenta cuando estuve jugando contra ellos. Y es preocupante porque siempre tiene que estar arriba, tenga o no dificultades económicas. Es una obligación que esté entre los ocho.