Caín Velásquez: “Voy a ser campeón otra vez”

El día que Caín Velásquez escribió su nombre en las páginas de historia de las artes marciales mixtas (MMA), lo hizo en California, frente a unas 15.000 personas. Fue la noche del 23 de octubre de 2010 y no más de 10 minutos después de ingresar al octágono con una bandera de México amarrada a su puño derecho, el latino de un metro y 85 centímetros de estatura registró una memorable paliza a Brock Lesnar, hasta entonces campeón peso pesado (de 93 kg a 120kg) de la UFC y reconocida estrella del entretenimiento deportivo en Norteamérica.

Lesnar, actual campeón de la WWE (lucha libre profesional) y cuyas marcas en el rostro rememoran la batalla con Caín, había realizado algunos comentarios despectivos sobre la cultura latina días antes de la pelea. “Cuando acabe de patearte el trasero me voy a tomar una cerveza Corona y a comer un burrito a tu nombre y al de tu cultura”, señaló. Grave error. Por su cabeza nunca pasó la idea de que estaba por enfrentar a uno de los pesos pesados más completos y efectivos en la historia del deporte.

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Por sus venas corre sangre mexicana. Hijo de una maestra y de un agricultor deportado en más de cinco ocasiones de Estados Unidos, Velásquez ha demostrado los frutos que da el trabajo duro y que, reconoce, heredó de su padre. Es conocido por su acondicionamiento, agresividad, asertividad de golpes y derribos y, quizás su mayor cualidad, la inteligencia.

Tiene la capacidad de reinventarse. Después de derrotar a Lesnar, Caín puso su título en juego frente al brasileño Junior Dos Santos. No se había cumplido un minuto de pelea cuando un gancho de derecha lo llevó al suelo y obligó al referí a detener la pelea. “La derrota nos lleva a revisar y corregir los errores, a cambiar la estrategia”, cuenta Velásquez, quien superó después no una, sino dos veces a Dos Santos, en lo que se convirtió en una de las trilogías más emotivas de la década.

A pesar de su sorprendente desempeño físico, Caín no ha sido ajeno a las lesiones. Problemas en los meniscos postergaron un combate contra Fabricio Werdum en 2014. Ese año Werdum derrotó a Mark Hunt y se coronó campeón interino. En 2015 se llevó a cabo el combate entre el mexicano y el brasileño. Su inactividad era evidente y fue sometido en la tercera ronda.

La última imagen que dejó Caín dentro del octágono fue su victoria ante Travis Browne, en julio de 2016. En los cinco minutos de pelea se le vio ágil y contundente, similar al que derrotó a Lesnar seis años antes. Parecía ser el regreso del monarca latino de los pesados.

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Lesiones y diferencias contractuales con el UFC lo motivaron a alejarse de las competencias y compartir más tiempo con su esposa y sus dos hijos, eso sí, sin abandonar sus entrenamientos en la academia AKA (American Kickboxing Academy), en donde practica con peleadores de la talla de Daniel Cormier (campeón peso pesado) y Khabib Nurmagomedov (Campeón peso ligero).

En diálogo con El Espectador, Caín Velásquez habló sobre su combate contra Francis Ngannou, este domingo, su regreso a la máxima competencia de las MMA y de sus propósitos en esta nueva etapa.

¿Cómo se preparó para regresar al octágono?

Llevo dos años entrenando en AKA con mi equipo, en el que está mi amigo Daniel Cormier. Tuve tiempo para descansar y regresar en el estado que yo quería. Me gusta volver y hacerlo en Phoenix.

¿Cuál cree que será el factor decisivo en esta pelea?

Todos sabemos que Francis pega muy duro. Él es muy explosivo con sus puños y por eso es peligroso. Yo tengo que hacer todo, tengo que boxear con él e ir a buscar un derribo cuando se presente la oportunidad. Voy a pegar con los puños, patear y hacer todo con él. Que no sepa que voy a hacer y así ganar.

Fueron casi tres años alejado de la competencia ¿cree que este periodo de inactividad va a jugar en su contra?

Me siento fuerte, más que nunca. Estaba tomándome mi tiempo para regresar y estar listo para pelear. Van a ver a un Caín Velásquez que es el mejor otra vez.

¿Cree que la división de pesos pesados ha cambiado en los últimos años?

Pienso que este es un deporte que cambia todo el tiempo y los peleadores tienen estilos diferentes. Para enfrentarlos hay que ver videos de sus peleas y así armar una buena estrategia. Que todos tengan cosas diferentes es bueno, porque son peligrosos a su estilo, y a mí me gustan los desafíos.

¿Cuál es su nueva meta en el UFC?

Ser campeón. Yo me preparo para ser el mejor, estoy en este deporte para ser el campeón otra vez.

¿A quién le gustaría enfrentar en un futuro?

A todos, como Stipe Miocic. Hay muchos peleadores nuevos en la división y me gusta pelear con competidores diferentes para mejorar mi estilo.

¿Cuál cree que es el rival más difícil de la división en este momento?

Todos tienen diferentes habilidades. Daniel Cormier es mi amigo y es el campeón ahora. Stipe Miocic también lucha bien, pero yo pienso que mi estilo de pelea me hace mejor que él. 

Ha levantado el cinturón en dos ocasiones ¿Cuál es la habilidad más importante que debe tener un campeón?

Aprender cuando pierdes. Ahí es cuando tenemos que ver que hicimos mal para que no pase otra vez. Yo como peleador estoy estudiando mi estilo todo el tiempo y los estilos de mis oponentes también. 

¿Cuál ha sido la pelea más difícil que ha tenido en su carrera?

Las más difíciles fueron las dos que tuve contra Dos Santos, eran peleas de cinco asaltos, tenían mucha acción y él tiene un gran corazón y pelea muy bien. Sale a luchar bien, su boxeo es de los mejores del peso completo.

¿Cree que si las peleas con Junior Dos Santos no hubieran sido tan duras él estaría en un mejor momento ahora?

Pienso que Dos Santos era el mejor cuando nos enfrentamos. Creo que él antes era mejor que ahora, pero todavía siento que es un peleador peligroso con su estilo, siempre golpea duro.

Daniel Cormier es el campeón de la división, él planteo retirarse pronto, pero si no lo hace, tendría que enfrentarlo para ganar el título ¿lo haría?

No. Él es mi compañero, yo no apoyo lo que quiere hacer, él quiere una pelea más, pero si quisiera dos o tres más, yo estaré atrás de él. Voy a pelear y a apoyarlo, él es mi compañero y mi coach, yo lo he ayudado en sus peleas y nunca hablamos de pelear.

¿Cuál es su opinión acerca del trash talk (insultos previos a la pelea) que se ha fomentado en los últimos años en la industria?

Pienso que esta es una parte de la pelea. Antes del combate, hay uno de palabras. Hay peleadores que lo hacen, como Conor McGregor que es bueno en eso. Todos tienen su estilo, a mí no me gusta hablar mucho, me gusta más demostrar.

El día que Caín Velásquez escribió su nombre en las páginas de historia de las artes marciales mixtas (MMA), lo hizo en California, frente a unas 15.000 personas. Fue la noche del 23 de octubre de 2010 y no más de 10 minutos después de ingresar al octágono con una bandera de México amarrada a su puño derecho, el latino de un metro y 85 centímetros de estatura registró una memorable paliza a Brock Lesnar, hasta entonces campeón peso pesado (de 93 kg a 120kg) de la UFC y reconocida estrella del entretenimiento deportivo en Norteamérica.

Lesnar, actual campeón de la WWE (lucha libre profesional) y cuyas marcas en el rostro rememoran la batalla con Caín, había realizado algunos comentarios despectivos sobre la cultura latina días antes de la pelea. “Cuando acabe de patearte el trasero me voy a tomar una cerveza Corona y a comer un burrito a tu nombre y al de tu cultura”, señaló. Grave error. Por su cabeza nunca pasó la idea de que estaba por enfrentar a uno de los pesos pesados más completos y efectivos en la historia del deporte.

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Por sus venas corre sangre mexicana. Hijo de una maestra y de un agricultor deportado en más de cinco ocasiones de Estados Unidos, Velásquez ha demostrado los frutos que da el trabajo duro y que, reconoce, heredó de su padre. Es conocido por su acondicionamiento, agresividad, asertividad de golpes y derribos y, quizás su mayor cualidad, la inteligencia.

Tiene la capacidad de reinventarse. Después de derrotar a Lesnar, Caín puso su título en juego frente al brasileño Junior Dos Santos. No se había cumplido un minuto de pelea cuando un gancho de derecha lo llevó al suelo y obligó al referí a detener la pelea. “La derrota nos lleva a revisar y corregir los errores, a cambiar la estrategia”, cuenta Velásquez, quien superó después no una, sino dos veces a Dos Santos, en lo que se convirtió en una de las trilogías más emotivas de la década.

A pesar de su sorprendente desempeño físico, Caín no ha sido ajeno a las lesiones. Problemas en los meniscos postergaron un combate contra Fabricio Werdum en 2014. Ese año Werdum derrotó a Mark Hunt y se coronó campeón interino. En 2015 se llevó a cabo el combate entre el mexicano y el brasileño. Su inactividad era evidente y fue sometido en la tercera ronda.

La última imagen que dejó Caín dentro del octágono fue su victoria ante Travis Browne, en julio de 2016. En los cinco minutos de pelea se le vio ágil y contundente, similar al que derrotó a Lesnar seis años antes. Parecía ser el regreso del monarca latino de los pesados.

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Lesiones y diferencias contractuales con el UFC lo motivaron a alejarse de las competencias y compartir más tiempo con su esposa y sus dos hijos, eso sí, sin abandonar sus entrenamientos en la academia AKA (American Kickboxing Academy), en donde practica con peleadores de la talla de Daniel Cormier (campeón peso pesado) y Khabib Nurmagomedov (Campeón peso ligero).

En diálogo con El Espectador, Caín Velásquez habló sobre su combate contra Francis Ngannou, este domingo, su regreso a la máxima competencia de las MMA y de sus propósitos en esta nueva etapa.

¿Cómo se preparó para regresar al octágono?

Llevo dos años entrenando en AKA con mi equipo, en el que está mi amigo Daniel Cormier. Tuve tiempo para descansar y regresar en el estado que yo quería. Me gusta volver y hacerlo en Phoenix.

¿Cuál cree que será el factor decisivo en esta pelea?

Todos sabemos que Francis pega muy duro. Él es muy explosivo con sus puños y por eso es peligroso. Yo tengo que hacer todo, tengo que boxear con él e ir a buscar un derribo cuando se presente la oportunidad. Voy a pegar con los puños, patear y hacer todo con él. Que no sepa que voy a hacer y así ganar.

Fueron casi tres años alejado de la competencia ¿cree que este periodo de inactividad va a jugar en su contra?

Me siento fuerte, más que nunca. Estaba tomándome mi tiempo para regresar y estar listo para pelear. Van a ver a un Caín Velásquez que es el mejor otra vez.

¿Cree que la división de pesos pesados ha cambiado en los últimos años?

Pienso que este es un deporte que cambia todo el tiempo y los peleadores tienen estilos diferentes. Para enfrentarlos hay que ver videos de sus peleas y así armar una buena estrategia. Que todos tengan cosas diferentes es bueno, porque son peligrosos a su estilo, y a mí me gustan los desafíos.

¿Cuál es su nueva meta en el UFC?

Ser campeón. Yo me preparo para ser el mejor, estoy en este deporte para ser el campeón otra vez.

¿A quién le gustaría enfrentar en un futuro?

A todos, como Stipe Miocic. Hay muchos peleadores nuevos en la división y me gusta pelear con competidores diferentes para mejorar mi estilo.

¿Cuál cree que es el rival más difícil de la división en este momento?

Todos tienen diferentes habilidades. Daniel Cormier es mi amigo y es el campeón ahora. Stipe Miocic también lucha bien, pero yo pienso que mi estilo de pelea me hace mejor que él. 

Ha levantado el cinturón en dos ocasiones ¿Cuál es la habilidad más importante que debe tener un campeón?

Aprender cuando pierdes. Ahí es cuando tenemos que ver que hicimos mal para que no pase otra vez. Yo como peleador estoy estudiando mi estilo todo el tiempo y los estilos de mis oponentes también. 

¿Cuál ha sido la pelea más difícil que ha tenido en su carrera?

Las más difíciles fueron las dos que tuve contra Dos Santos, eran peleas de cinco asaltos, tenían mucha acción y él tiene un gran corazón y pelea muy bien. Sale a luchar bien, su boxeo es de los mejores del peso completo.

¿Cree que si las peleas con Junior Dos Santos no hubieran sido tan duras él estaría en un mejor momento ahora?

Pienso que Dos Santos era el mejor cuando nos enfrentamos. Creo que él antes era mejor que ahora, pero todavía siento que es un peleador peligroso con su estilo, siempre golpea duro.

Daniel Cormier es el campeón de la división, él planteo retirarse pronto, pero si no lo hace, tendría que enfrentarlo para ganar el título ¿lo haría?

No. Él es mi compañero, yo no apoyo lo que quiere hacer, él quiere una pelea más, pero si quisiera dos o tres más, yo estaré atrás de él. Voy a pelear y a apoyarlo, él es mi compañero y mi coach, yo lo he ayudado en sus peleas y nunca hablamos de pelear.

¿Cuál es su opinión acerca del trash talk (insultos previos a la pelea) que se ha fomentado en los últimos años en la industria?

Pienso que esta es una parte de la pelea. Antes del combate, hay uno de palabras. Hay peleadores que lo hacen, como Conor McGregor que es bueno en eso. Todos tienen su estilo, a mí no me gusta hablar mucho, me gusta más demostrar.