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Más de dos horas después del final de las clasificaciones, los responsables de la escudería Lotus habían sido convocados por la dirección de la carrera. Además de los tres coches que consiguieron los tres mejores tiempos de las clasificaciones, el Lotus de Raikkonen y el Sauber del alemán Nico Hulkenberg habían sido pesados y medidos al término de la sesión.
Los comisarios de la Federación Internacional del Automóvil (FIA) estimaron primero que el monoplaza de Hulkenberg era conforme a las reglas y luego pidieron explicaciones a Lotus por el de Raikkonen.
El compañero de Raikkonen, el francés Romain Grosjean, había tenido un problema similar a finales de julio en el Gran Premio de Hungría, pero luego los responsables de Lotus habían conseguido probar que su fondo plano se había visto dañado por un elemento del circuito.
Los comisarios escucharon a Lotus pero no aceptaron sus argumentos y se dictó la sanción inmediata a Raikkonen.