
La selección colombiana de baloncesto.
Foto: EFE - Ernesto Guzmán
En 1982, Colombia fue sede de la Copa Mundial de Baloncesto, un hito histórico que, lejos de impulsar el desarrollo del deporte, terminó siendo una promesa incumplida. Con una liga precaria, sin una selección consolidada y con una organización improvisada, el país recibió a las grandes potencias del básquet global en ciudades como Cali, Bogotá y Medellín. La selección nacional, armada a las carreras y forzada por la localía, terminó con seis derrotas en seis partidos, pero dejó destellos de talento y entrega frente a rivales como Estados...
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