
Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Esta vez no hubo manera de hacerlo fallar. Todo lo contrario, él mismo se encargó, con la sencillez que denota elegancia, pero sobre todo talento, de ir mermando el espíritu de lucha de un excelente jugador como Denis Shapovalov, el presente del tenis canadiense. El zurdo fue agresivo y encontró respuesta, se tomó la red y la pelota regresó y cambió las alturas y lo que hizo fue quedar expuesto. Roger Federer dio una clase y opaco el talento de su rival para avanzar a la final del Masters 1.000 de Miami.
El encuentro de este viernes fue de esos partidos en los que el suizo hizo todo bien, no se equivocó con su revés, la derecha estuvo impecable y el saque y la volea, la táctica infalible de hace algunos años también tuvo éxito en una época en la que la velocidad hace cada vez más complicado aplicar a este estilo.
“Es duro jugar tan bien con un zurdo porque te molesta su efecto, pero hoy me sentí muy suelto y logré los dos quiebres que quería para quedarme con la victoria. Creo que fue un partido muy táctico de mi parte porque así lo pedía el rival y por fortuna todo salió bien”, dijo Federer tras el duelo que duró una hora y 12 minutos y que terminó a su favor por 6-2 y 6-4.
Ahora, el considerado mejor tenista de todos los tiempos enfrentará a John Isner (octavo duelo entre ellos) con el objetivo de sumar su título 101 y quedar a ocho de Jimmy Connors, el máximo ganador en la historia.
Federer parece acoplarse y a entender cómo medirse con oponentes muchos más jóvenes, con más portento físico, en algunos casos, pero que todavía están lejos de su calidad, de su manera de hacer fácil lo difícil.
P E R F E C C I ÓN 👏🏻 😦@rogerfederer vence a Shapovalov en 72 minutos y avanza a una nueva final del @MiamiOpen.
— ATP Tour en Español (@ATPTour_ES) March 30, 2019
➡️ https://t.co/wgsuQhlGlz pic.twitter.com/O38DMkMOuU