Humanos y robots se enfrentaron en la Media Maratón de Pekín, ¿quién ganó?

Un robot y sus ingenieros corren la media maratón de robots humanoides en Pekín el 19 de abril de 2025. Decenas de robots humanoides salieron a las calles de Pekín, uniéndose a miles de sus homólogos de carne y hueso en una primera media maratón mundial que demuestra el afán de China por liderar la carrera mundial en tecnología de vanguardia.

Foto: AFP - PEDRO PARDO

El keniano Machascaleb Alhamis llegó primero que todos a la línea final. Tardó 1 hora, 6 minutos y 32 segundos en lograrlo y, detrás de él, con pasos firmes y decididos, llegó la china Pan Yuancheng, con expresión triunfal; 12 minutos y 29 segundos más tarde. Ninguno de los robots que participaron estuvieron cerca de pasar la línea de meta junto a ellos, pues la mayoría de los que participaron se quedaron atrapados en los primeros metros, atrapados en sus cuerpos metálicos.

En China presentaron esta media maratón como un evento sin precedentes. Alardeando, con letras grandes y mayúsculas, que sería la primera vez que seres humanos y máquinas se enfrentarían en una carrera; la primera vez que un grupo de robots bípedos corrieran junto a seres humanos una distancia tan larga, exigente e importante.

En 2021 ya un robot de dos patas había corrido una carrera de 5 km con humanos, pero el contoneo de sus piezas rígidas, el equilibrio extraño que emergía cuando alcanzaba su máxima velocidad y el bizarro diseño con el que fue construido hicieron que el mundo lo olvidara con facilidad.

El experimento, realizado por la Universidad Estatal de Oregón, fue todo un éxito, si consideramos que el robot logró llegar a la meta cayendo solo dos veces y que, a parte de eso, logró correr con relativa facilidad y velocidad constante esos kilómetros.

Los robots que participaron en la media maratón de Pekín tenían que cumplir con un requisito único: debían correr erguidos y en dos piernas. Aparte de eso, no debían cumplir con ninguna otra cualidad, algo que la mayoría se tomó muy en serio.

Hubo máquinas que medían 76 cm y otras 1.75 cm. Algunas no tenían cabeza, manos ni pies. Otras vestían zapatillas de niños y otras unas zapatillas deportivas amarradas con cinta adhesiva de forma muy improvisada. Hubo algunas con esqueletos muy robustos y otros delgados. Y hasta una que portaba una cabeza de silicona que se asemejaba mucho al rostro de una mujer joven.

Sin embargo, nada de esto pudo evitar que 15 de los 21 robots terminaran haciendo el ridículo. La mayoría tuvo dificultades para completar los primeros metros de recorrido, algo muy predecible teniendo en cuenta que empezaron a enseñarle a sus robots a trotar apenas seis semanas antes del evento.

Muchos se quedaron rezagados por el esfuerzo que tenían que realizar para poder dar un par de pasos coordinados sin caer, y muchos terminaron cayendo muchas veces, de forma repetitiva y cansina, sin remedio, pese a la frustración y a la dedicación de quienes los guiaban, los cuales, llegaron extenuados al final de la carrera (los que lo lograron).

Siempre iban dos o tres sujetos detrás de los robots corredores, fastidiados, y, todos tuvieron que cambiar baterías y rociar con líquido refrigerante sus diseños para mantenerlos en competencia, evitando obstáculos que, por sí solos, las máquinas no habrían podido eludir.

Pese a todos los imprevistos, la participación de los robots terminó robándose toda la luz de la media maratón de Pekín este año. Es difícil encontrar noticias que no hablen de ellos; noticias que den cuenta del tiempo de los corredores Machascaleb y Pan, los ganadores; pocas que informen que hubo 20.000 corredores, 35 de deportistas de élite invitados, y que se creó un premio por ‘romper el récord’, a quien, de ahora en adelante, logre superar la marca del 2023 lograda por el keniano Kwemoi Kirui, de 59 minutos y 37 segundos.

Solo se escuchan rumores y noticias relacionados con los robots humanoides que corrieron la media maratón y de cómo lo hicieron en una pista separada, paralela a la de los seres humanos, que, a la vez, aprovecharon muchos tramos de la carrera para tomarse fotografías con las atrofiadas y exhaustas máquinas, que los saludaban de cuando en cuando.

Tiangong Ultra fue el primero de los robots en alcanzar la meta, precedido por sus orgullosos y cansados operadores, que le siguieron todo el camino a una velocidad constante de 8 km/h. Pasó y rompió el listón con su tronco mientras una multitud de corredores humanos lo apoyaba desde la otra pista, justo a su lado. Pasó imperturbable, tras 2 horas, 40 minutos y 42 segundos; teniendo que cambiar solo tres veces de batería y sufriendo solo una caída, debido a un fallo energético.

“Teníamos tres metas: ganar, completar la carrera con un solo robot y lograr un tiempo menor a tres horas”, dijo Tang Jian, director técnico de Humanoid, los creadores del campeón Riangong, para luego agregar que: “ninguna empresa de robótica de occidente ha logrado hazañas deportivas comparables a las de su robot”.

El comentario de Jian se suma al de la vicedirectora del comité administrativo del distrito económico-tecnológico de Pekín, Liu Li, que, al finalizar la carrera, aseguró que esta es una prueba muy elocuente que demuestra que: “pronto los robots podrán incorporarse a la vida cotidiana de forma efectiva”.

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