Humberto Salcedo junior, el adiós a un icono del periodismo deportivo

Humberto Salcedo junior es sinónimo de deporte. Su figura siempre fue reconocida y su nombre seguido por todos tanto en prensa, televisión y radio. Lo suyo, sin duda alguna, era la televisión, pero fue polifacético. Todo lo que tocaba parecía tomar color dorado, así que también se destacó en medios radiales junto con figuras de renombre como Hernán Peláez, Jaime Ortiz Alvear, Oscar Rentería, entre otros y también en impresos. Con sus opiniones aplacaba a presidentes de federaciones y deportistas.

Falleció el 12 de septiembre en Bogotá en Clínica de la Mujer, en Bogotá, echado al olvido por los nuevos dirigentes, deportistas y periodistas. Únicamente el Comité Olímpico Colombiano y su presidente, Baltazar Medina, le rindieron un homenaje tras conocer su fallecimiento. “El COC lo recuerda como uno de los más destacados comunicadores deportivos de los años setenta y ochenta en Colombia, al lado de profesionales como Hernán Peláez Restrepo, Jaime Ortiz Alvear, Oscar Rentería y Mario Alfonso Escobar, entre otros”.

Ni siquiera la Dimayor, entidad que su padre Humberto Salcedo Fernández fundó, sacó un comunicado sobre su fallecimiento. Se fue en silencio de un mundo ingrato, con una capacidad de olvido veloz. Su pasión, sin duda alguna fue el fútbol. Lo heredó de su papá. En los años sesenta fue jugador en Millonarios, al lado de Oscar Jamardo, Carlos Arango, Marino Klinger, el Pibe Diaz, Carlos Bolla y Rubén Pizarro, entre otras figuras de la época. El médico Gabriel Ochoa Uribe, entrenador del plantel por esos años, lo tenía en cuenta en las prácticas. Sin embargo, nunca jugó como profesional.

Una vez dejó de lado ese anhelo de convertirse en futbolista profesional en 1965, comenzó su actividad como periodista. Comenzó en la Radio El Sol, de Todelar, en Cali junto a dos grandes narradores, como fueron Joaquín Marino López y Fernando Franco García. En 1969, se radicó en Bogotá, en donde hizo parte de uno de los elencos periodísticos deportivos más recordados, junto al narrador Armando Moncada Campuzano, Hernán Peláez Restrepo, David Cañón y Jairo Alonso Vargas, con quienes cubrió eventos como Vueltas a Colombia y a México, Tours de Francia, Campeonatos y récords mundiales de ciclismo, acompañando a Martín Emilio 'Cochise' Rodríguez.

Salcedo Junior estuvo en el Mundial de Chile 1962, el primero al que asistió la selección de Colombia. “A ese mundial fui con la Selección. Yo tenía una panadería y le vendía el pan a la selección. Alfonso Senior, dio la orden que me incluyeran en la delegación. Ese mundial lo vi al lado de Jaime Tobón de la Roche. Vi el gol olímpico de Marcos Coll”, le dijo al periodista Édgar Hozzman Londonderry el año pasado en una entrevista que fue publicada en el portal Eje 21.

De igual manera fue uno de los más destacados presentadores de los noticieros de televisión en los años ochenta y se destacó por su objetividad en el manejo de los comentarios, al lado de tantos locutores, en las narraciones del fútbol profesional colombiano. Se fue una leyenda del periodismo nacional en silencio: llorado por los muchos conocidos con quien compartió micrófono e ignorado por la nueva generación. Implacable, así es el paso del tiempo en este oficio.

Humberto Salcedo junior es sinónimo de deporte. Su figura siempre fue reconocida y su nombre seguido por todos tanto en prensa, televisión y radio. Lo suyo, sin duda alguna, era la televisión, pero fue polifacético. Todo lo que tocaba parecía tomar color dorado, así que también se destacó en medios radiales junto con figuras de renombre como Hernán Peláez, Jaime Ortiz Alvear, Oscar Rentería, entre otros y también en impresos. Con sus opiniones aplacaba a presidentes de federaciones y deportistas.

Falleció el 12 de septiembre en Bogotá en Clínica de la Mujer, en Bogotá, echado al olvido por los nuevos dirigentes, deportistas y periodistas. Únicamente el Comité Olímpico Colombiano y su presidente, Baltazar Medina, le rindieron un homenaje tras conocer su fallecimiento. “El COC lo recuerda como uno de los más destacados comunicadores deportivos de los años setenta y ochenta en Colombia, al lado de profesionales como Hernán Peláez Restrepo, Jaime Ortiz Alvear, Oscar Rentería y Mario Alfonso Escobar, entre otros”.

Ni siquiera la Dimayor, entidad que su padre Humberto Salcedo Fernández fundó, sacó un comunicado sobre su fallecimiento. Se fue en silencio de un mundo ingrato, con una capacidad de olvido veloz. Su pasión, sin duda alguna fue el fútbol. Lo heredó de su papá. En los años sesenta fue jugador en Millonarios, al lado de Oscar Jamardo, Carlos Arango, Marino Klinger, el Pibe Diaz, Carlos Bolla y Rubén Pizarro, entre otras figuras de la época. El médico Gabriel Ochoa Uribe, entrenador del plantel por esos años, lo tenía en cuenta en las prácticas. Sin embargo, nunca jugó como profesional.

Una vez dejó de lado ese anhelo de convertirse en futbolista profesional en 1965, comenzó su actividad como periodista. Comenzó en la Radio El Sol, de Todelar, en Cali junto a dos grandes narradores, como fueron Joaquín Marino López y Fernando Franco García. En 1969, se radicó en Bogotá, en donde hizo parte de uno de los elencos periodísticos deportivos más recordados, junto al narrador Armando Moncada Campuzano, Hernán Peláez Restrepo, David Cañón y Jairo Alonso Vargas, con quienes cubrió eventos como Vueltas a Colombia y a México, Tours de Francia, Campeonatos y récords mundiales de ciclismo, acompañando a Martín Emilio 'Cochise' Rodríguez.

Salcedo Junior estuvo en el Mundial de Chile 1962, el primero al que asistió la selección de Colombia. “A ese mundial fui con la Selección. Yo tenía una panadería y le vendía el pan a la selección. Alfonso Senior, dio la orden que me incluyeran en la delegación. Ese mundial lo vi al lado de Jaime Tobón de la Roche. Vi el gol olímpico de Marcos Coll”, le dijo al periodista Édgar Hozzman Londonderry el año pasado en una entrevista que fue publicada en el portal Eje 21.

De igual manera fue uno de los más destacados presentadores de los noticieros de televisión en los años ochenta y se destacó por su objetividad en el manejo de los comentarios, al lado de tantos locutores, en las narraciones del fútbol profesional colombiano. Se fue una leyenda del periodismo nacional en silencio: llorado por los muchos conocidos con quien compartió micrófono e ignorado por la nueva generación. Implacable, así es el paso del tiempo en este oficio.