De la muerte de José Fernández se sabe poco. Los detalles que dieron a conocer las autoridades dan algunos indicios de lo que sucedió en la madrugada del domingo 25 de septiembre que terminó con el fallecimiento del pelotero y dos amigos que iban con él, Emilio Macías y José Rivero. Pero es una serie de mensajes entre Rivero y un amigo de él, Will Bernal, los que pueden empezar a revelar lo que realmente sucedió.
“Cuídate hermano”, le escribió Will a Eddy al conocer que se había decidido por acompañar a José Fernández y a Emilio Macías en el bote. En los mensajes siguientes, el amigo le pide que encienda la aplicación de su iPhone que permite localizar el teléfono en caso de una eventualidad. “Solo trata de calmar a José, dile que recuerde lo que le dije”, implora el amigo, sin develar detalles de la razón por la cual el pelotero estaba tan alterado. “Confía en mí, aún no es mi hora (de morir)”, respondió Rivero. (Vea en imágenes: El béisbol y las trágicas muertes de sus estrellas)}
Por el momento, las razones de un presunto enojo de José Fernández se desconocen. Las autoridades han confirmado que el bote en el que murieron los tres amigos navegaba a alta velocidad cuando se estrelló en la madrugada del domingo contra un rompeolas en la entrada al puerto de Miami. “Parece que la velocidad tiene que ver con el impacto y su gravedad”, explicó en una conferencia de prensa el portavoz de la comisión de pesca y vida silvestre de la Florida, Lorenzo Veloz. “Parece ser que estaba aproximándose a toda velocidad cuando se encontraron con la barrera de rocas y entonces sucedió el accidente”, explicó.
José Alberto Megil, un vecino que pesca en ese punto de Miami Beach, le explicó a Univision que era habitual ver al deportista por allí y advirtió que esa entrada marítima es “sumamente peligrosa” debido a que es una zona muy oscura y “considero que debería haber un faro en ese rompeolas para iluminar el área”, señaló. El Miami Herald dijo que, cuando se encontró la embarcación accidentada, las luces de la lancha estaban prendidas.