
Jesse Owens cruzando la línea de meta en el Big Ten Track and Field Championships, Ferry Field en la Universidad de Michigan, el 25 de mayo de 1935. / Archivos de la Universidad Estatal de Ohio.
Si hay un nombre que los aficionados al atletismo no deben olvidar jamás es el de Charles Riley (1873-1960). Fue él, quien con paciencia de padre, pero con mano dura de entrenador, hizo de Jesse Owens (1913-1980) no solo un campeón sino un hombre.
“Yo tenía diez años cuando nos fuimos a vivir a Cleveland, en Ohio (EE. UU.). Pisé por primera vez un colegio, trabajé como vendedor de periódicos, de ascensorista, en una gasolinera, hasta que teniendo trece años se cruzó en mi camino un hombre llamado...
Por Ricardo Ávila Palacios *
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