La buena hija vuelve a casa

Las pruebas de 500 metros velocidad femenina y masculina terminaron y las patinadoras colombianas Jercy Puello y Paola Segura consiguieron las medallas de oro y plata, respectivamente, y el ambiente en el Patinódromo Mundialista fue similar al de un estadio de fútbol: la gente con camisetas de la selección de Colombia y con banderas en sus manos gritó y celebró el triunfo. La ganadora del metal de oro, la cartagenera de 24 años Jercy Puello, con sudor en su frente y un tono agitado al hablar, expresa lo que significa para ella colgarse un metal de este valor en su pecho en los Juegos Mundiales: “Es una alegría inmensa, gracias a Dios he podido vivir muchos momentos de felicidad en mi carrera, pero este sin dudas es uno de los más especiales”.

Dice que va a recuperarse y después atenderá la cita con El Espectador. Junto con su compañera Paola Segura, se dirige a una piscina llena de hielo para evitar dolores posteriores producto del alto desgaste físico que ha tenido en la jornada. Sumergida ahí, temblando del frío y con la voz entrecortada, Jercy, 20 veces campeona del mundo, habló con este diario sobre lo que ha sido su carrera exitosa, con momentos tan felices como este, pero tan tristes como el que vivió en 2010, cuando por un supuesto dopaje se perdió los Juegos Centroamericanos y del Caribe. “Fue difícil, pero todo se pudo solucionar pronto y seguí con mi camino”, comenta.

¿A qué se debe el éxito del patinaje colombiano?

La verdad es que cuando uno trabaja fuerte los resultados se ven. Esto es un proyecto que viene dando frutos desde hace muchos años y creo que seguimos por ese camino, cada día queriendo buscar cambios positivos que nos hagan cada vez más fuertes.

¿Qué representa estar otra vez con las manos en alto y la bandera de Colombia?

Sí, siempre alabando a Dios porque lo que soy es gracias a Él. Me siento orgullosa de eso y de ser colombiana y poder darle alegrías a los que nos han venido a acompañar.

¿Alguna vez había competido en un ambiente como este?

En los campeonatos del mundo son muy pocos los colombianos que van a vernos. Por eso poder estar en casa y en un escenario tan lindo y grande como este marca la diferencia. Eso es algo que nos da mucha fuerza porque de parte de nosotros la idea es darle muchos triunfos al país.

¿Nació en Cartagena pero se siente una caleña más?

Soy orgullosamente cartagenera pero en el Valle me siento como en casa. Acá viví cerca de nueve años y por eso volver a triunfar en las pistas en las que comencé es un sueño hecho realidad. A la gente de acá le tengo mucho aprecio. La buena hija vuelve a casa.

¿Qué opina del escenario?

El valle volvió a quedar con escenarios muy lindos, mejoraron mucho la pista, es de la mejores en las que he estado. Volver fue algo emocionante, eso me dio mucho más ánimo para ganar.

¿Cómo fue la preparación para estos Juegos?

Fue muy difícil para mí porque estuve muy enferma hace una semana. No pude patinar ni entrenar esos días así que lograr esta medalla de oro es un logro grande para mí.

¿Cómo llega de cara al mundial de Bélgica?

Gracias a Dios me estoy sintiendo cada vez mejor. Creo que estoy bien ahora pero tengo la confianza de que para el mundial voy a llegar mucho mejor. Llevamos casi dos meses de preparación en Bogotá. Acá no vinimos todos porque el principal objetivo de la selección es volver a representar al país en el mundial.

¿Se ven como una familia? ¿Cómo es esta selección internamente?

Somos muy unidos, la verdad es que tratamos siempre de estar juntos y pendientes el uno del otro. Esa unidad y esa familia que hemos formado nos hace grandes.

¿Qué representa para ustedes el apoyo y el acompañamiento de la ‘Chechi’ Baena?

Que ella esté todo el tiempo apoyándonos es una gran ventaja para nosotros. Es una deportista que sabe mucho, principalmente de estrategia, y es una alegría poder contar con ella.

Es ídolo de muchas de ustedes, ¿no?

Claro, la verdad es que es el ídolo de todos los patinadores de Colombia. Además es paisana mía y por eso es un orgullo.

¿Qué sueños le quedan por cumplir?

Deseo seguirme destacando en los mundiales de patinaje para entrar a la historia. Sé que si continúo trabajando y esforzándome, con la ayuda de Dios lo voy a lograr.

lmontenegro@elespectador.com

@Luisguimonte

Las pruebas de 500 metros velocidad femenina y masculina terminaron y las patinadoras colombianas Jercy Puello y Paola Segura consiguieron las medallas de oro y plata, respectivamente, y el ambiente en el Patinódromo Mundialista fue similar al de un estadio de fútbol: la gente con camisetas de la selección de Colombia y con banderas en sus manos gritó y celebró el triunfo. La ganadora del metal de oro, la cartagenera de 24 años Jercy Puello, con sudor en su frente y un tono agitado al hablar, expresa lo que significa para ella colgarse un metal de este valor en su pecho en los Juegos Mundiales: “Es una alegría inmensa, gracias a Dios he podido vivir muchos momentos de felicidad en mi carrera, pero este sin dudas es uno de los más especiales”.

Dice que va a recuperarse y después atenderá la cita con El Espectador. Junto con su compañera Paola Segura, se dirige a una piscina llena de hielo para evitar dolores posteriores producto del alto desgaste físico que ha tenido en la jornada. Sumergida ahí, temblando del frío y con la voz entrecortada, Jercy, 20 veces campeona del mundo, habló con este diario sobre lo que ha sido su carrera exitosa, con momentos tan felices como este, pero tan tristes como el que vivió en 2010, cuando por un supuesto dopaje se perdió los Juegos Centroamericanos y del Caribe. “Fue difícil, pero todo se pudo solucionar pronto y seguí con mi camino”, comenta.

¿A qué se debe el éxito del patinaje colombiano?

La verdad es que cuando uno trabaja fuerte los resultados se ven. Esto es un proyecto que viene dando frutos desde hace muchos años y creo que seguimos por ese camino, cada día queriendo buscar cambios positivos que nos hagan cada vez más fuertes.

¿Qué representa estar otra vez con las manos en alto y la bandera de Colombia?

Sí, siempre alabando a Dios porque lo que soy es gracias a Él. Me siento orgullosa de eso y de ser colombiana y poder darle alegrías a los que nos han venido a acompañar.

¿Alguna vez había competido en un ambiente como este?

En los campeonatos del mundo son muy pocos los colombianos que van a vernos. Por eso poder estar en casa y en un escenario tan lindo y grande como este marca la diferencia. Eso es algo que nos da mucha fuerza porque de parte de nosotros la idea es darle muchos triunfos al país.

¿Nació en Cartagena pero se siente una caleña más?

Soy orgullosamente cartagenera pero en el Valle me siento como en casa. Acá viví cerca de nueve años y por eso volver a triunfar en las pistas en las que comencé es un sueño hecho realidad. A la gente de acá le tengo mucho aprecio. La buena hija vuelve a casa.

¿Qué opina del escenario?

El valle volvió a quedar con escenarios muy lindos, mejoraron mucho la pista, es de la mejores en las que he estado. Volver fue algo emocionante, eso me dio mucho más ánimo para ganar.

¿Cómo fue la preparación para estos Juegos?

Fue muy difícil para mí porque estuve muy enferma hace una semana. No pude patinar ni entrenar esos días así que lograr esta medalla de oro es un logro grande para mí.

¿Cómo llega de cara al mundial de Bélgica?

Gracias a Dios me estoy sintiendo cada vez mejor. Creo que estoy bien ahora pero tengo la confianza de que para el mundial voy a llegar mucho mejor. Llevamos casi dos meses de preparación en Bogotá. Acá no vinimos todos porque el principal objetivo de la selección es volver a representar al país en el mundial.

¿Se ven como una familia? ¿Cómo es esta selección internamente?

Somos muy unidos, la verdad es que tratamos siempre de estar juntos y pendientes el uno del otro. Esa unidad y esa familia que hemos formado nos hace grandes.

¿Qué representa para ustedes el apoyo y el acompañamiento de la ‘Chechi’ Baena?

Que ella esté todo el tiempo apoyándonos es una gran ventaja para nosotros. Es una deportista que sabe mucho, principalmente de estrategia, y es una alegría poder contar con ella.

Es ídolo de muchas de ustedes, ¿no?

Claro, la verdad es que es el ídolo de todos los patinadores de Colombia. Además es paisana mía y por eso es un orgullo.

¿Qué sueños le quedan por cumplir?

Deseo seguirme destacando en los mundiales de patinaje para entrar a la historia. Sé que si continúo trabajando y esforzándome, con la ayuda de Dios lo voy a lograr.

lmontenegro@elespectador.com

@Luisguimonte