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Na Li, número siete del mundo, sigue haciendo historia. En enero ya se había convertido en la primera tenista china en alcanzar la final de un grande, el Abierto de Australia, y ahora será la primera en jugar la de Roland Garros. Li superó en semifinales a la rusa Maria Sharapova (6-4 y 7-5), a la que impide así luchar por conquistar el único torneo del Grand Slam que le quedaba. Ahora se enfrentará en la final con la campeona vigente, la italiana Francesca Schiavone, que venció a la francesa Marion Bartoli 6-3 y 6-3.
El camino de la china no ha sido ni fácil. Li ha tenido una carrera plagada de lesiones y altibajos que ha retrasado su llegada a la cumbre. Para encontrar los orígenes hay que buscarlos en Wuhan, la capital de la provincia de Hubei, en el centro de China, donde desde niña comenzó a jugar badminton, deporte que cambió por el tenis tras el consejo de un entrenador, que vio en Li hechuras de tenista.
De esta manera, compitió durante ocho años en torneos júnior antes de convertirse en profesional en 1999. En 2002 su carrera se vio truncada por una supuesta lesión en las costillas que nunca se llegó a confirmar. Sus detractores aseguran que su escasa evolución del estilo, la falta de recursos y el gran número de errores no forzados le impiden postularse como candidata a cosas más altas. A pesar de las dudas generadas por su ausencia de las pistas, Li regresó en 2004. En sólo cinco meses, se situó entre las cien mejores y en 2005 abandonó el circuito ITF para centrarse en el de la WTA.
Durante los años siguientes, Li recuperó poco a poco su nivel y llegó a la final de Estoril y octavos de Wimbledon en 2006; a semifinales de Indian Wells en 2007, así como a semifinales en Doha y en los Juegos Olímpicos de Pekín.
Tras un 2009 sin grandes logros, se convirtió en 2010 en la primera tenista china en entrar en el Top 10. Fue una notable temporada de la china: venció en la final de Birmingham a María Sharapova y alcanzó las semifinales del Abierto de Australia y los torneos de Copenhague, Varsovia y Pekín.
El nivel exhibido por la tenista en esa temporada sólo ha sido superado por el de la actual. Li también se ha convertido en la primera tenista que alcanza la final de un Grand Slam, el Abierto de Australia, donde cayó ante Kim Clijsters. Además de este subcampeonato, superó a la propia Clijsters en la final de Sydney y alcanzó las semifinales en Madrid, Roma y ahora París, algo que podría significar el resurgir de la esperanza del tenis chino.