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Jairo Ruiz es el responsable del desarrollo de la gimnasia colombiana en los últimos años. Forjó el camino de Jossimar Calvo y ahora el Ángel Barajas, el flamante medallista de plata en la prueba de la barra fija en París 2024.
Metódico, disciplinado y confiado de su trabajo, había pronosticado un gran resultado de su pupilo en la capital francesa. “Nos vamos a meter en la final”, decía. Después de que lo logró, les exigió a los directivos y periodistas que “dejaran tranquilo al muchacho”, que se iban a concentrar para lograr una gran actuación.
Generó eso algo de polémica, pero “el viejo”, como le dicen los comunicadores, se salió con la suya. Este lunes, Barajas se convirtió en el primer medallista colombiano de la gimnasia, uno de os deportes de mayor prestigio en los Olímpicos, al lado del atletismo y la natación.
¿Cómo se siente, misión cumplida?
Claro, claro, estamos recogiendo los frutos de lo que hemos sembrado durante muchos años, de las maestrías, de los doctoras, de todo lo que nos hemos preparado.
¿Los artífices son Ángel Barajas y usted, pero quiénes los han ayudado?
Uy, mucha gente, eso hay que decirlo. Quiero agradecer todo el patrocinio del Comité Olímpico Colombiano, de Baltazar Medina, Ciro Solano, Paulo Billar, ellos no nos negaron nada, estuvimos en cuatro copas del mundo, nos preparamos como queríamos, estamos por fuera de casa desde noviembre, recorrimos 10 países para lograr este triunfo.
También a mi equipo de entrenadores, al staff interdisciplinario con el que trabajamos, el doctor Iván Mauricio Durán, médico deportólogo; Saiz Ramos, sicólogo; al doctor Julian Correa, a la doctora Johana Montoya, nutricionista; al José Orlando Arias Rojas, a Fusiogym en Cúcuta, a todas esas persona que obedecen al pie de la letra y que hacen posible esto.
Pero sobre todo su madre. La mejor asistente técnica es la mamá; la que se encarga del entrenamiento invisible, que es lo más importante. Yo se qué hago en el gimnasio, pero ella me le cuida la alimentación, el sueño, el descanso, la crioterapia, los masajes. Y eso es super importante para que podamos tener estos grandes resultados.
¿Qué tiene Cúcuta de especial para ser el epicentro de la gimnasia en Colombia?
Primero que todo la pasión. Y una cultura de preparación. Muchos de mis alumnos y entrenadores se capacitan todo el tiempo, se actualizan, porque si no lo hacen, los perjudicados con los deportistas. Es fundamental estar al día, mejorar, hacer que todos mejoren. Este no es un trabajo solo de Ángel y de Jairo, sino de un grupo muy grande que está detrás.
¿Cuál fue la clave para ganar esta medalla?
Había estrés, hay que decirlo. Hablamos como 45 minutos con el sicólogo. La clave es que planificamos todo. Creo que hasta el oro habíamos podido ganar. La nota de partida de Ángel es 6,6 e hizo 6,9, porque no combinó la primera parte, pero hicimos la rutina completa y bastante bien, con eso sabíamos que podíamos pelear.
¿Qué viene para ustedes?
Cosas mucho más grandes. Ángel es un chico de apenas 17 años, que nos pone a soñar. No todo en la vida es riqueza o plata. Queremos más gloria, más éxitos para el país, que es en lo que siempre pensamos cuando nos ponemos la camiseta o lucimos la bandera.
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