La mentalidad ganadora que forjó la cultura del Miami Heat

El desempeño del Miami Heat en este siglo ha sido muy destacable. De 24 temporadas disputadas hasta la fecha, han participado en 19 ocasiones de los Playoffs, logrando llegar en siete oportunidades a la gran final finales y ganando tres títulos. El primer anillo llegó de la mano de Dwyane Wade, Shaquille O´Neal y la dirección técnica de Pat Riley en 2006

El desempeño del Miami Heat en este siglo ha sido muy destacable. De 24 temporadas disputadas hasta la fecha, han participado en 19 ocasiones de los Playoffs, logrando llegar en siete oportunidades a la gran final finales y ganando tres títulos. El primer anillo llegó de la mano de Dwyane Wade, Shaquille O´Neal y la dirección técnica de Pat Riley en 2006

Para la temporada 2010-2011, ya bajo las órdenes de Erik Spoelstra, lograron seducir al agente libre más codiciado del momento: LeBron James. El 9 de abril de 2010, un jueves por la noche histórico, el “Rey” afirmó: “he decidido llevar mis talentos a South Beach y unirme al Miami Heat”. Con su llegada, y la de Chris Bosh, procedente de los Toronto Raptors, instauraron una cultura ganadora y dominante en la NBA. cuatro finales consecutivas y dos anillos más para la vitrina de los del sur de la Florida.

Desafortunadamente, en 2014 LeBron decidió volver a Cleveland y cumplir su promesa de llevarle el primer anillo a la ciudad que le dio la bienvenida a la NBA. Miami sintió su ausencia inmediatamente y tuvo un registro perdedor al año siguiente tras haber llegado a las finales. Sin embargo, ya con tres anillos de campeón, una marca globalmente reconocida y una cultura de juego establecida por Spoelstra, el Heat se mantuvo relevante y peleando con lo que tenía, que a nivel de nombres, era muy poco.

A pesar de no conseguir resultados importantes, la franquicia dirigida por Pat Riley, comenzó a engranar piezas jóvenes a través de los Drafts y las ligas de desarrollo. De sus selecciones, obtuvieron a Justise Winslow, Bam Adebayo y Tyler Herro. Y siguieron sumando jugadores libres que iban a ser importantes como Duncan Robinson y Gabe Vincent.

Finalmente, con el desarrollo de los muchachos y la llegada de la superestrella Jimmy Butler, Spoelstra consolidó un equipo competitivo y balanceado. Con sangre nueva y una cuota importante de experiencia, el Miami Heat volvió a las finales de la NBA en 2020. Una temporada atípica, disputada en una burbuja improvisada, en los complejos deportivos de Disney en Orlando, Florida. Pese al esfuerzo y superar a sus rivales sin llegar a siete juegos, perdieron la final contra los Lakers de, justamente, LeBron James y Anthony Davis.

Los históricos Playoffs de 2023

Tras perder la final de 2020, el Heat logró reafirmar su jerarquía en la liga y volvió a ser protagonista en los Playoffs desde entonces. En 2021 perdió en primera ronda contra un demoledor Milwaukee Bucks, que terminaría siendo campeón de la liga ese año. En 2022 llegó a las finales de conferencia y en una apasionante serie de siete juegos, perdió contra los Boston Celtics, pero más adelante tendría su revancha.

Comenzando la temporada 2023, los Heat de Miami eran favoritos nuevamente para liderar la Conferencia del Este junto a los Boston Celtics. Lograron mantener el núcleo de jugadores que lideró la campaña anterior, y a mitad de temporada sumaron al experimentado campeón de NBA Kevin Love.

El arranque de temporada no fue el mejor, en sus primeros 20 juegos alcanzaron un récord de nueve victorias y 11 derrotas. Y así se mantuvo su rendimiento, bastante irregular y colocando en peligro sus aspiraciones a la postemporada. Al cierre del campeonato regular terminaron octavos, obligándolos a disputar el primer partido de repechaje para asegurar la clasificación a los playoffs contra los Atlanta Hawks. El juego lo perdieron 105-116 y estaban obligados a ganarle a Chicago Bulls, quienes venían de una victoria frente a los Toronto Raptors, para lograr la clasificación.

El juego contra Chicago fue intenso. Con dos minutos por jugar en el último cuarto, el Heat estaba un punto por debajo. Pero un envión de anotaciones, liderado por Butler y Max Strauss, generó una racha de 12 puntos consecutivos para darle la victoria a Miami 102-91 y asegurar el puesto ocho del Este para enfrentar al número uno de la conferencia: Milwaukee Bucks.

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La última vez que se enfrentaron en playoffs, en 2021, los Bucks aplastaron al Heat con un contundente de 4-0 en la primera ronda. Además, en la historia solo cinco equipos habían logrado derrotar al primero de la conferencia siendo el octavo clasificado. El Heat estaba en la misión de conseguir ser el sexto.

En los dos primeros juegos en Milwaukee se repartieron las victorias, una para cada equipo. En Miami, el Heat supo sacar ventaja de la localía y ganó los dos juegos consecutivos en casa para volver al estadio de los Bucks con un 3-1 a favor. A pesar de estar contra las cuerdas, el equipo de Giannis Antetokounmpo dio pelea hasta el final, en la última jugada del partido 4, estando dos puntos abajo el Heat, Butler logró una canasta acrobática para empatar el juego y forzar el tiempo extra. En el agregado, Miami superó a su rival 128-126 y avanzó a la siguiente ronda.

En semifinales de conferencia, se encontraron con los New York Knicks. El equipo de Jalen Brunson y Julius Randle estaban teniendo una temporada formidable y querían seguir demostrando el gran nivel contra Miami Heat. los dirigidos por Spoelstra logran una ventaja de 3-1; sin embargo, los Knicks no bajaron los brazos y ganaron el quinto partido dejando la serie 3-2. En el juego seis, el quipo de Nueva York siguió apretando el acelerador y no estaba resignado a entregar la serie. A falta de 20 segundos para finalizar el partido, los Knicks estaban dos puntos abajo y con la posesión; para la mala fortuna de Brunson, equivocó un pase que le costó la perdida del balón al equipo neoyorquino y le dio el tiquete a las finales de conferencia al Heat.

En las finales, protagonizarían la revancha del año anterior, en las que los Boston Celtics ganaron la serie 4-3. Con la sed de venganza y el envión anímico de eliminar los mejores del Este, el Heat dio el golpe en la mesa llevándose los dos primeros juegos como visitante y dejó abierta la oportunidad de liquidar la serie en casa. Cumplieron con la primera encomienda y ganaron el tercer juego, pero en el cuarto fue el resurgimiento de los Celtics y ante todo pronóstico, ganaron tres juegos consecutivos y llevaron la serie al séptimo partido. Las apuestas favorecían a los de Boston, el juego era en su casa, venían de ganar tres al hilo y en teoría, tenían mejor plantilla. Pero en la realidad, el juego fue lo contrario. Miami sacó una considerable ventaja temprano en el marcador, logró la victoria y el pasaje a la final de la NBA.

La heroica del Heat parecía de película. En la gran final debían terminar el trabajo derrotando a los mejores de la liga: los Denver Nuggets. La serie arrancó con un 1-1, pero se veia muy superior al equipo Nikola Jokic y Jamal Murray. Tras perder el segundo juego, Denver aumentó la intensidad y dominó al Heat en los tres siguientes partidos y se coronó por primera vez en la historia de la NBA.

Seguramente la temporada 2022-2023 de Miami quede en el olvido por no terminar campeón, pero sin dudas es uno de los rendimientos más destacados en playoffs en los últimos años. Ahora, en 2024, están en una situación similar. Son el sembrado ocho y van a disputar el primer partido del repechaje contra los Philadelphia 76ers. La pregunta es ¿podrá la cultura del Heat volver a dar la sorpresa y lograr avanzar hasta las finales?

La cultura del Heat

La cultura del equipo de la Florida ha estado marcada por dos personajes importantes que le otorgaron una identidad al equipo desde su llegada a la liga en 1995: Pat Riley y Erick Spoelstra.

Riley, un histórico en la NBA, incluso antes de llegar a Miami. dirigió como entrenador a los Lakers durante la década de los 80, el famoso Showtime angelino que deslumbró durante varios años y obtuvo cuatro trofeos de la NBA. Como jugador tuvo una carrera sólida de diez años y consiguió un anillo de campeón en 1972 con Los Ángeles Lakers.

En 1995 fue nombrado presidente de operaciones y entrenador del Miami Heat. Su llegada significó un inicio de era con una mentalidad ganadora y altamente competitiva. Para imponer esa nueva cultura en el equipo, implemento “el código”, un manifiesto que se le da a cada jugador al inicio de temporada, y se contiene esta frase: “Queremos ser los trabajadores más fuertes, mejores acondicionados físicamente, más profesionales, más desinteresados, fuertes, sucios, más odiados y el mejor equipo en la NBA”.

No solo es el código que promovió Riley, la mentalidad ganadora que trajo a la organización fue fundamental. Desde su llegada, el equipo ha buscado competir, tenga lo que tenga.

Una de las banderas insignias establecidas fue el acondicionamiento físico. “Lo mínimo que le podemos pedir a los jugadores es que estén en excelentes condiciones físicas”, afirmó Riley. Como parte de la cultura altamente competitiva, en las puertas de las instalaciones del equipo está escrito: “Protector bucal, rodilleras y protector de costillas” para el presidente, los entrenamientos deben ser de contacto y lo más intensos posibles. Con la intención de evitar lesiones, se les recuerda a los jugadores usar esos implementos de protección en los entrenamientos. “La práctica debe ser más fuerte que los juegos”.

Las reglas se establecieron para todos los jugadores, sin excepción. Cuando Shaquille O´Neal llegó tuvo que adaptarse al estilo de Riley. En su última temporada con los Lakers, y siendo una de las figuras más dominantes de la liga, pesaba 400 libras, su llegada a Miami lo forzó a trabajar en su cuerpo y bajo hasta las 315 lbs.

En 2008, Riley decidió dar un paso al costado para enfocarse de lleno en las operaciones y nombró a un desconocido como director técnico: Erick Spoelstra. El alumno de Riley no jugó en la NBA y disputó solo dos temporadas como profesional en el baloncesto de Alemania. Su recorrido no fue el más común entre los entrenadores NBA. Tras su fugaz trayectoria como jugador profesional, volvió a Estados Unidos en 1995 para hacer parte de la organización del Miami Heat como analista de video, donde destacó por el desempeño y eficiencia en sus labores, editando y recopilando jugadas de los partidos.

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Tras varios años analizando y editando videos para el cuerpo técnico, pasó a la división de reclutamiento y la búsqueda de nuevas estrellas. Sus aportes técnicos y de análisis de juego lo siguieron acercando a la dirección técnica. En la temporada 2005-2006 fue nombrado asistente técnico por Riley y consiguieron el primer título de NBA para el Heat.

Al ser nombrado entrenador en 2008, desarrolló su sello personal, formado por las miles de horas viendo jugadas y entendiendo las dinámicas del juego. Su pasión por el deporte logró compaginar con la sed de campeonatos de LeBron James y lograron dos títulos de NBA, que los catapultaron como leyendas de la institución. Spoelstra mantiene su proyecto, a pesar de la rotación de jugadores, y es lo que ha cautivado a jugadores como Jimmy Butler, quien tuvo un pasado conflictivo en sus equipos anteriores. Ahora es el líder del grupo y ha tenido sus mejores actuaciones como profesional.

Hoy en día el nombre de Spoelstra es más que reconocido y respetado en la liga. Siendo el entrenado más importante y ganador en la historia del Heat, llevándolo a seis finales y dos campeonatos de la NBA.

Juan Carlos Becerra Sepúlveda (@Juanbecerra24 - Jbecerra@elespectador.com)

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