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Hablar de Tyson, es hablar de uno de los mejores boxeadores de todos los tiempos, pero también de una de las figuras más polémicas del deporte. El ascenso a lo más alto del boxeo del deportista nacido en Brooklyn sólo le tomó un par de años, pero su carrera podría haber sido aún más exitosa si no hubiera pasado casi media década en prisión.
Cuando Mike Tyson tenía 14 años, ya pesaba 91 kilos y participaba de combates aficionados. En 1981, con 15 años recién cumplidos, empezó su verdadera carrera amateur con la participación de torneos locales o interestatales y no había pelea en la que él saliera derrotado. Sus méritos lo llevaron a las Olimpiadas Juveniles de 1981, donde salió campeón y repitió título en 1982. Los años pasaron y puede que Tyson no tuviera la mejor de las técnicas, pero era tan feroz que sus peleas no solían durar más de dos asaltos. El mundo estaba listo para ver más del ‘Chico Dinamita’.
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El debut profesional de Mike Tyson no fue sino hasta el seis de marzo de 1985. Tenía tan solamente 18 años, pero ya estaba listo para enfrentarse a un boxeador de las grandes ligas. El puertorriqueño Héctor Mercedes, quien traía mala racha tras haber sido derrotado en las últimas tres contiendas, se convirtió en su primera víctima. En una pelea de un asalto y en cuestión de un minuto y medio, Tyson noqueó a Mercedes, logrando su primera victoria a nivel profesional. Esa noche el Empire State Plaza Convention Center de Nueva York vio nacer al futuro campeón mundial de pesos pesados.
Durante su primer año como boxeador profesional, ganó 18 peleas por nocaut y poco a poco fue ganando más notoriedad en el deporte. Mike Tyson se ganó el nombre de ‘Iron Mike’: el hombre que podía noquear en cuestión de segundos. Peleó con frecuencia en los años siguientes de sus primeros 28 combates, ganó 26 de ellos por nocaut o nocaut técnico. Y lo mejor de todo, 16 de esas victorias llegaron en la primera ronda. Al poco tiempo estaba desafiando a excampeones, siendo Marvis Frazier el primero de ellos el 26 de julio de 1986. Esta fue de sus primeras peleas televisadas y Tyson noqueó a Frazier a los 30 segundos en el primer asalto.
Para el 22 de noviembre de ese mismo año, Iron Mike había vencido a 27 oponentes para finalmente encontrarse con el reciente campeón mundial Trevor Berbick. La pelea se produjo en el Hotel Hilton de Las Vegas, donde el boxeador de 32 años estaba dispuesto a defender su título. Tyson, 12 años menor que Berbick, logró noquear al jamaiquino en poco más de cinco minutos.
A solo un año, 8 meses y 16 días, Mike Tyson se convertía en el nuevo campeón mundial de pesos pesados. También, se convertiría en el boxeador más joven en ganar este torneo con 20 años, 4 meses y 21 días, superando el récord impuesto por Floyd Patterson en 1956, cuando tenía 21 años, 10 meses y 26 días.
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Su victoria abrió un nuevo capítulo en la historia del boxeo y durante los siguientes años, Tyson acabó con todos y cada uno de los oponentes lanzados frente a él. A principios de los noventa era una superestrella, pero su racha invicta de gobernar la división de peso pesado llegó a su fin en febrero de 1990. James ‘Buster’ Douglas le dio su primera derrota profesional al vencerlo por nocaut en el décimo asalto de la pelea. Desde ese día todo empezó a derrumbarse lentamente y su vida personal empezó a entrar en crisis.
Pero el golpe de gracia llegó en 1991 con el concurso Miss Black American. Indiana Black Expo, en la ciudad de Indianápolis, había sido elegida como sede del reinado durante el verano y entre las celebridades que iban a hacer parte del certamen estaba Mike Tyson. En la mañana del 19 de julio, Tyson invitó a Desiree Washington, la candidata de Rhode Island de 18 años, a su habitación del Hotel Canterbury. La mañana siguiente, Washington llegó a la sala de urgencias del Hospital Metodista e informó que había sido violada. Thomas Richardson, médico del hospital, la examinó después y confirmó que la condición física era consistente con una violación.
El 22 de julio, Washington denunció ante la policía local que había sido violada por el boxeador sorprendiendo al mundo entero. Tyson fue arrestado, pero dejado en libertad a la espera del juicio que no se llevaría sino hasta el año siguiente.
El juicio de Mike Tyson fue un circo mediático, pero el hecho de ser una de las estrellas deportivas más grandes de la época no lo iba a salvar de ser tratado como un ciudadano más. A partir del 27 de enero de 1992, ante la jueza Patricia Gifford en Indianápolis, se empezó el juicio donde él fue defendido por los abogados Vincent Fuller y Kathleen Beggs. A pesar de que insistió que el acuerdo había sido consensuado, ninguno de los 15 miembros del jurado creyó mucho de los dicho por el boxeador. Tyson, estaba contra las cuerdas.
Después del veredicto del jurado, el 10 de febrero de 1992 fue declarado culpable por el delito de violación y solo le quedaba esperar su sentencia, pero, pero aún podía evitar la cárcel si esta era baja. El 26 de marzo de 1992, Gifford dictó la sentencia final para Mike Tyson. El boxeador fue sentenciado a pagar una multa de 30 mil dólares, 10 años en prisión, cuatro de ellos en libertad condicional y la obligación de ingresar a un programa psicoanalítico con el Dr. Jerome Miller.
Su sentencia fue un escándalo mundial: una de las máximas figuras del boxeo debía ir a prisión. Tyson ingresó al Centro de Diagnóstico del Departamento de Corrección de Indiana como el prisionero número 922335. La mayor parte de su tiempo tras las rejas fue relativamente tranquilo, exceptuando una que otra pelea dentro de la prisión. Incluso encontró en la religión un gran apoyo, tal como lo hizo Cassius Clay 28 años atrás. Decidió convertirse al Islam, pero a diferencia de Muhammad Ali, Mike Tyson decidió conservar su nombre.
El tiempo pasó y después de casi tres años, la buena conducta del boxeador le permitió salir de la cárcel antes de lo esperado. El 25 de marzo de 1995, Mike Tyson volvía a ser un hombre libre. Cinco meses después de su liberación y tras 1513 días sin estar en el ring, el excampeón mundial se volvió a poner los guantes. Su rival fue el estadounidense Peter McNeeley en una pelea de 89 segundos, de la cual Tyson resultó vencedor.
Gracias a la denuncia de Desiree Washington y la acción del Tribunal de Indiana, los casos de abuso sexual empezaron a ser tomados más en serio en el mundo del deporte. Tan solo dos semanas después de la sentencia de Tyson, hubo una demanda contra el también boxeador Trevor Berbick. Se le encontró culpable por la violación de una mujer de 26 años que trabajaba como niñera su casa de Florida. El jamaiquino fue sentenciado a cinco años de prisión, pero solamente cumplió 15 meses.
El baloncesto también tiene su lado oscuro. El famoso jugador estrella de la NBA durante los años 70 y 80′s, Eddie Johnson, fue denunciado por agresión sexual a una niña de ocho años y una mujer adulta de 25 años varios años atrás. Tras las acusaciones, en el 2006, un tribunal de Florida lo condenó a cadena perpetua sin la posibilidad de libertad condicional. Johnson falleció el 26 de octubre del 2020 en la prisión a los 65 años por una enfermedad no revelada.
La Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) no se salva de este tipo de denuncias. Uno de los casos más famosos fue el del exjugador Ben Roethlisberger. En julio del 2009, la trabajadora de hotel, Andrea McNulty, presentó una demanda por abuso sexual contra Roethlisberger. Una vez conocido el caso de McNulty, se limitó a suspender al mariscal de campo por tan solo seis fechas, pero en realidad terminarían siendo cuatro. A pesar de todo este escándalo, Roethlisberger siguió jugando por nueve temporadas más con los Pittsburgh Steelers hasta su retiro en el 2021.
