Mauricio Salazar y su pasión por las ultradistancias

Mauricio Salazar Rodríguez era un empresario manizaleño del sector de la tecnología para quien trabajar era una adicción. Pero hace un par de años se propuso cambiar drásticamente su estilo de vida. “Había logrado cosas importantes, pero entendí que no eran suficientes. Quería un cambio y llegó el deporte. Era un aficionado de sofá, pero pronto me engomé con el triatlón”, explica.

En 2015 terminó su primer Ironman y ahora, a sus 37 años, se propuso realizar cinco de las pruebas de ultradistancia más importantes y exigentes del mundo. En marzo pasado superó la primera, la Ultraman Florida 2017, un triatlón sobre 515 kilómetros, 10 km de natación, 420 km de ciclismo y 84,5 km de atletismo, en el que ocupó el puesto 18 entre 44 participantes.

Hoy viaja a España para su segundo desafío: cruzar nadando el estrecho de Gibraltar, que une el océano Atlántico con el mar Mediterráneo y separa los continentes de Europa y África. La travesía, programada para cuando las condiciones climáticas lo permitan entre el 12 y el 17 de septiembre, consiste en nadar cerca de 18 kilómetros lineales en un tiempo estimado de entre siete y nueve horas, desde Tarifa (España) hasta Punta Almansa (Marruecos).

“No soy rápido ni muy técnico, pero tengo buena resistencia y aguante, por eso preferí asumir este reto, que implica mucha preparación física y mental”, asegura Salazar, apoyado, entre otros, por la Universidad Sergio Arboleda, Nike, Specialized, Aqua Sphere, Code, Oakley y el equipo Good Will Runners.

Después de su travesía en Gibraltar comenzará su preparación para una gran prueba en bicicleta en 2018, una supermaratón atlética y el ascenso a una de las grandes montañas del mundo, siempre al lado de Verónica, su novia, quien con mucha paciencia y entrega ha sido su principal apoyo en esta aventura, que se puede serguir en las redes sociales a traves de #reborntoday.

Mauricio Salazar Rodríguez era un empresario manizaleño del sector de la tecnología para quien trabajar era una adicción. Pero hace un par de años se propuso cambiar drásticamente su estilo de vida. “Había logrado cosas importantes, pero entendí que no eran suficientes. Quería un cambio y llegó el deporte. Era un aficionado de sofá, pero pronto me engomé con el triatlón”, explica.

En 2015 terminó su primer Ironman y ahora, a sus 37 años, se propuso realizar cinco de las pruebas de ultradistancia más importantes y exigentes del mundo. En marzo pasado superó la primera, la Ultraman Florida 2017, un triatlón sobre 515 kilómetros, 10 km de natación, 420 km de ciclismo y 84,5 km de atletismo, en el que ocupó el puesto 18 entre 44 participantes.

Hoy viaja a España para su segundo desafío: cruzar nadando el estrecho de Gibraltar, que une el océano Atlántico con el mar Mediterráneo y separa los continentes de Europa y África. La travesía, programada para cuando las condiciones climáticas lo permitan entre el 12 y el 17 de septiembre, consiste en nadar cerca de 18 kilómetros lineales en un tiempo estimado de entre siete y nueve horas, desde Tarifa (España) hasta Punta Almansa (Marruecos).

“No soy rápido ni muy técnico, pero tengo buena resistencia y aguante, por eso preferí asumir este reto, que implica mucha preparación física y mental”, asegura Salazar, apoyado, entre otros, por la Universidad Sergio Arboleda, Nike, Specialized, Aqua Sphere, Code, Oakley y el equipo Good Will Runners.

Después de su travesía en Gibraltar comenzará su preparación para una gran prueba en bicicleta en 2018, una supermaratón atlética y el ascenso a una de las grandes montañas del mundo, siempre al lado de Verónica, su novia, quien con mucha paciencia y entrega ha sido su principal apoyo en esta aventura, que se puede serguir en las redes sociales a traves de #reborntoday.