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A los 42 años de edad las preocupaciones de Mika Häkkinen han cambiado. El afán de ser el mejor en una pista de F-1 ya no lo desvela, pero sí el hecho de que millones de personas en todo el mundo arriesguen su vida cuando deciden conducir en estado de embriaguez.
Por eso aprovechó su cuarto año consecutivo como embajador de la campaña del Consumo Responsable de Alcohol, que adelanta Johnnie Walker, para visitar Colombia nuevamente.
Barranquilla y Cartagena fueron las ciudades elegidas en esta ocasión por el bicampeón de la F-1 para sensibilizar a jóvenes y adultos de que es inaceptable manejar luego de haber consumido alcohol, por más mínima que haya sido la cantidad ingerida.
El Espectador lo acompañó en la visita relámpago, que el ex corredor aprovechó para compartir con los colombianos su nueva rutina y lo que piensa de la F-1 actual.
¿Qué motiva a un ex campeón de F-1 a preocuparse ahora por concientizar a los conductores de todo el mundo?
Es una fantástica campaña. Mi experiencia como piloto de alta competición me ha enseñado que cuando se está frente al volante es necesario tener el control de todo tu cuerpo al 100%. Pero si manejas luego de haber tomado licor, no tendrás velocidad de reacción, podrías hacerte daño y lo que es peor, lesionar a otras personas.
¿Los conductores embriagados que ocasionan la muerte a terceros deberían ir a la cárcel?
No tendría la respuesta ideal, pues cada país tiene sus leyes y no podría interferir en ellas, pero pienso que tener un mínimo de grado de alcohol, si estás al volante, debe ser motivo suficiente para ser severamente sancionado.
¿Qué impresión se lleva de su segunda vez en Colombia?
No puedo comparar. Hace dos años estuve en Bogotá. Sólo noté que la gente en esta región del país es más tranquila y relajada.
Su primer pensamiento cuando supo que Michael Schumacher regresaba a la F-1.
Que era una decisión fantástica para los fanáticos y para la industria de la F-1.
¿Por qué cree que Schumacher no ha sido exitoso este año?
Simple, el actual grupo de corredores es superior al de mi generación.
¿Los triunfos de Schumacher en años pasados son prueba de que en la F-1 es más importante la máquina que el hombre?
Naturalmente que en la Fórmula Uno lo primordial es tener un gran equipo. Si este año a Michael no le ha ido bien es porque quizá necesite más horas de calentamiento, pero la F-1 no es un deporte para calentar sino para dar resultados inmediatos.
¿Le parecieron apropiadas las nuevas reglamentaciones aplicadas en la Fórmula Uno en beneficio del espectáculo?
Definitivamente. Las regulaciones en los motores, neumáticos y demás han influenciado la competitividad. También hubo una gran selección de pilotos en cada una de las escuderías.
Cuando usted se retiró de la F-1 optó por competir en una categoría inferior. ¿Vio con buenos ojos que Juan Pablo Montoya se hubiera ido a Nascar?
Allí la competición es fantástica, es una serie de carreras en donde se compite cada fin de semana durante todo el año. En la F-1 Montoya a veces se pasaba de espontáneo, cuando en realidad había que ser muy cuidadoso, así que creo que Nascar está muy bien para él.
En 2001 compartió escenario con Juan Pablo Montoya en la F-1. ¿Qué recuerda de aquel entonces joven corredor?
Que era un conductor agresivo, fuerte y que siempre iba de frente. Cuando no estaba en competencia era carismático y tranquilo.
Los pilotos de F-1 son señalados en ocasiones como ‘agrandados’ ¿Es acaso esa una condición para correr en la máxima categoría?
Sí, es verdad. Lo que pasa es que somos muy consentidos y mimados, pero más allá de eso lo importante es tener los pies en la tierra y no creerse todo lo que te dicen.
¿Está de acuerdo con que un equipo ordene un sobrepaso entre sus pilotos si está en juego un título mundial?
No sabría cómo calificarlo. Son millones de personas las que te están viendo y no debe ser placentero dejar pasar a tu compañero. De igual forma hay regulaciones que deben impedir a los equipos dar órdenes a sus pilotos en la pista. Lo ideal sería una excelente planificación de carrera.
¿Por qué escogió 2002 como el año del retiro?
La F-1 requiere mucha tensión y yo ya necesitaba descanso. Sentía que había cumplido con mis objetivos.
¿Qué enseñanza le quedó del accidente que lo dejó en coma?
Te das cuenta de que correr en la F-1 no lo es todo en la vida. La familia y mis amigos pasaron a ocupar un lugar más importante del que ya tenían. El trabajo en sí no compensa todo lo demás
¿Qué consejo les da a los jóvenes pilotos colombianos que tienen como objetivo llegar a la F-1?
Que no es fácil. Es una situación complicada. Les puedo decir, hablando desde mi experiencia, que es clave tener un buen equipo gerencial y administrativo de la mano de un gran mánager.
¿Regresaría a la F-1 hoy?
No, ahora es demasiado complicado y para ser exitoso se requeriría un gran trabajo y yo ya estoy muy viejo para eso.