Nadal avanza a una final soñada en el Abierto de Australia

El español venció a Grigor Dimitrov con parciales de 6-3, 5-7, 7-6, 6-7 y 6-4. Enfrentará por el título del primer grand slam de la temporada a Roger Federer.

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Redacción Deportiva
27 de enero de 2017 - 01:50 p. m.
Rafael Nadal avanzó a la final del Abierto de Australia. Foto: AFP
Rafael Nadal avanzó a la final del Abierto de Australia. Foto: AFP
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Partido difícil, largo y extenuante disputaron Rafael Nadal y Grigor Dimitrov en Melbourne. Ninguno de los dos bajó los brazos, pero fue el español quien aprovechó un pestañeo del búlgaro en el noveno game del quinto set para tomar ventaja, sacar para partido y tras tres ‘matchpoints’ vencer al número 15 del mundo con parciales de 6-3, 5-7, 7-6, 6-7 y 6-4 para avanzar a una final soñada, contra Roger Federer.

Será un encuentro anhelado. "Es un sueño hecho realidad para los dos", dijo Rafael Nadal después de vencer a Dimitrov. Será el duelo 35 entre ambos con un balance de 23 victorias para el español y 11 para el suizo. La última vez que ambos se disputaron un título fue en 2015 en el torneo de Basilea, con victoria para Federer (6-3, 5-7 y 6-3). Mientras que en Roland Garros de 2011 fue la última ocasión en la que Nadal y Federer disputaron un Grand Slam. Será la cuarta oportunidad que Nadal y Federer se encuentren en Melbourne, la última vez fue en semifinales de 2014, cuando el español lo venció en tres sets. 

En un agotador encuentro de cuatro horas y 56 minutos, con Nadal peleando en los dos desempates con todas sus armas, ganando el primero de ellos, clave para apuntarse el segundo parcial en 70 minutos, cediendo el segundo ante el virtuosismo de Dimitrov, y demostrando en el quinto su fe y coraje, al salvar dos puntos de rotura con 4-3 para Grigor, el español avanzó a la final número 21 de su carrera del Grand Slam.

Nadal se sobrepuso a esos momentos clave, y también a los 79 golpes ganadores de Dimitrov y a su fe ciega en una victoria que tuvo muy cerca, pero el zurdo español, cuya derecha le abandonó en algunos momentos, logró ganar el encuentro, el segundo más largo de este torneo hasta el momento, superando las cuatro horas y 49 minutos del duelo de segunda ronda entre el uzbeco Denis Istomin y el serbio Novak Djokovic.

Dimitrov comenzó agresivo. En el primer juego del partido, intenso, sorprendió a Nadal y tuvo oportunidades de break. A partir de entonces, el español llevó el mando. Nadal había cometido dos errores no forzados en ese juego inicial. No volvió a fallar en todo el set. Arrolló a un Dimitrov muy fino, que nada pudo hacer ante el gran nivel del español. Un break en el séptimo juego le alcanzó para llevárselo por 6-3.

En el segundo set, Nadal se mostró más errático (12 errores no forzados contra los dos del primero). Bajó la efectividad de su primer servicio y el búlgaro pudo romperle tres veces el servicio. El español peleó porque ganó el saque de Dimitrov en dos ocasiones, pero el bulgaro ganó el set por 7-5.  

La dinámica del tercero fue similar, porque Rafa pudo romper en el quinto juego pero rápidamente Dimitrov recuperó el break. El encuentro era muy desgastante para ambos y el español no mostraba la misma reacción para responder a los impredecibles ángulos del búlgaro. Dimitrov no cedió y se aseguró el tie-break. Allí apareció Nadal en todo su esplendor, dos puntos maratonianos, le bastaron para demoler el cerebro de un Dimitrov, que cansado dejó una bola en la red para darle el tercer set a Rafa.

El partido era ajeno a cualquier cosa terrenal y ninguno de los dos tenistas cedió. Los peloteos se hicieron cada vez más largos, los dos tenistas mostraron una entereza física de jugador top. Nunca se dieron por vencidos y el búlgaro nuevamente llevó el set al tie-break, donde mostró nervios de acero y en base a tiros profundos y ángulos cortos, se llevó el desempate por 7-4.

El partido fue una verdadera maratón. No hubo tregua en el último y definitivo parcial. Ambos se mostraron enteros físicamente. Cansados, claro, pero enteros y dándolo todo. Ganó el más fuerte. El que aprovechó el pestañeo de su rival: Rafael Nadal.

Por Redacción Deportiva

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