Nelson Crispín: el hombre récord

Nelson Crispín, nadador colombiano.

Tiene veinte años, nació en Bucaramanga y mide 1,35 metros, sufre de acondroplastia, es decir, casi no crece. Su piel es color canela y su voz es suave. Está visiblemente cansado, pues hace tan solo unos minutos terminó la prueba de 50 metros estilo mariposa en el centro acuático del Parque Olímpico. Finalizó en la quinta posición y está molesto. Sin embargo, pese al cansancio y la rabia, y con el agua corriendo sobre su cuerpo, se sienta a hablar sobre el deporte que tanta alegría le ha dado.

Crispín comenzó a practicar natación cuando tenía ocho años. Su hermano, policía de profesión, lo animó a tomar clases. Al verlo, el profesor William Jiménez le ofreció darle lecciones a la mitad del precio convencional. El joven le tenía miedo al agua, pero aprendió a nadar y cuando la dominó comenzó a entrenar con más frecuencia.

Con el tiempo los frutos de su constancia y empeño empezaron a dar cosecha. En los Juegos Nacionales ganó tres medallas, dos de plata y una de bronce. En el torneo de Loterías Caixa de Sao Paulo hizo las marcas para clasificar a las Parapanamericanos de Guadalajara y ahí obtuvo medalla de oro en los 100 metros pecho y logró batir el record panamericano.

Desde comienzos de este año tomó la decisión de solo dedicarse a entrenar para cumplir un papel destacado en sus primeros Juegos Paralímpicos. Y unos meses después ese esfuerzo ha dado fruto, aquí en Londres ha logrado mucho: en las tres competencias en las que ha participado ha batido records americanos.

En su primera prueba, los 200 metros combinados Individual SM6, ocupó la sexta posición, al registrar un tiempo de 2:55. 52’’, recibiendo diploma paralímpico. Luego, en quizá la más emocionante de todas las carreras, la de los 100 metros pecho de la categoría SB6, perdió el bronce sólo por cuatro centésimas de segundo. Y este viernes, en los 50 metros mariposa, quedo quinto.

“Me siento un poco triste, tengo como las ansias de haber dado más, aunque en las tres competencias di lo que más pude. Pero no se dieron las cosas, hay que seguir trabajando y seguir entrenando cada día para lograr la medalla, que esperemos llegue en Río”, comenta.

Crispín cuenta que vivió con mucha alegría la medalla de plata que recibió su colega Moisés Fuentes, quien le ha dado el mejor consejo para su carrera como nadador. “Me dijo que en las pruebas siempre de todo, como si me fuera a morir”, dice con una sonrisa.

Este sábado tendrá su última competencia en los cien metros estilo libre, donde en horas de la mañana buscará su clasificación a las finales. Apenas termine esa prueba, ojalá con la medalla en su cuello, Crispín volverá a Colombia para seguir entrenando para todos las competencias que se vienen encima.