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Serguéi Bubka, hoy con 49 años, es uno de los atletas más grandes de la historia: campeón olímpico en Seúl-88 y seis veces campeón mundial. Desde hace tres décadas es plusmarquista mundial de salto con pértiga; desde hace ocho años, presidente del Comité Olímpico Ucraniano; desde hace dos, vicepresidente de la Federación Internacional de Atletismo, y desde hace un par de meses, candidato para suceder a Jacques Rogge como presidente del Comité Olímpico Internacional en las elecciones de este mes en Buenos Aires.
¿Cuál fue su impresión de los Mundiales de Moscú?
Creo que fue un campeonato muy bueno, bien organizado. Hubo buenos resultados, buenas actuaciones, y creo que todo el mundo estuvo muy contento. Buen público, que apoyó a los atletas; la hospitalidad, los alojamientos...
Quizás el estadio dio la impresión de estar un poco vacío, en comparación con Londres, por ejemplo.
El estadio tiene capacidad para 80.000 personas y todos los días se recibió un público de aproximadamente 50.000 personas, que me parece fantástico.
¿Quién fue la principal estrella?
Vi resultados fantásticos como el de Usain Bolt, de Yelena Isinbayeva, de Valentín Bondarenko...
¿No cree que, puesto que Usain Bolt es una estrella tan grande, pudo eclipsar a todos estos atletas que tuvieron buenos resultados?
No, creo que el atletismo es siempre el deporte olímpico número uno, es un gran deporte, enorme.
¿No cree usted que, en todos los campeonatos mundiales de atletismo o en todos los Juegos Olímpicos, la gente espera récords mundiales?
Estos son resultados excepcionales, unos resultados únicos. En un campeonato o en unos Juegos se necesita ganar, y tienes la atmósfera de la competición. El deporte es una batalla dura.
Lo más importante es ser el campeón, ser el ganador, y no se pueden ver récords todos los días. Incluso, en mi carrera conseguí muchos récords, pero muchos días que estaba en excelente forma no los conseguí.
Pero hay muchos récords que se remontan a la década de los 90 y muchos de Alemania del Este que parece imposible batir.
¿Por qué no van a poder...?
Ya han pasado 20 años...
No, porque siempre hay personalidades que destacan sobre los demás, los grandes atletas. No todos los días surge alguien único. No todos los días encuentras a un Usain Bolt. Yo también empecé a mejorar mi récord desde 5,81 metros y acabé con 6,15. Siempre es muy difícil. Si se fijan en el pasado, el récord de Bob Beamon duró 23 años, y después lo rompió Mike Powell en 1991. Ya han pasado 22 años, porque es un logro histórico, único.
¿Cree que la lucha contra el dopaje ha tenido alguna influencia en el descenso de los récords, en el nivel de los resultados?
El problema del dopaje existe porque en la sociedad humana hay quienes respetan las normas y otros que rompen las normas. El deporte es parte de la de sociedad humana. En este caso, sabemos que es uno de los peligros y uno de los mayores problemas. Es una batalla que se inició en la década de los 60 y seguimos luchando y seguimos reforzando nuestra posición contra el dopaje. No es agradable ver casos de positivos, pero en cierto modo es una señal de que el sistema se está volviendo más fuerte y de que estamos teniendo éxito. Y seguiremos haciéndolo. Creo que se necesitan castigos más duros, no sólo para los atletas, sino también para el entorno de los atletas. Tienen que responder por sus actos.
Como exatleta, ¿entiende usted a los que son débiles y que usan sustancias para mejorar su rendimiento o para ganar?
No lo entiendo. ¿Cómo puedo entenderlo? Tengo la experiencia de mi carrera. Sé lo mucho que se tiene que trabajar y, por supuesto, nunca lo entenderé. Y hoy en día, desde esta posición, estamos invirtiendo mucho dinero para luchar contra ello y proteger a los atletas que están limpios.
Para usted es importante ser el próximo presidente del COI...
Lo hago lo mejor que puedo, porque estoy muy contento de poder devolver algo al deporte. Es mi vida.
¿Por qué es tan difícil que una mujer llegue a presidir el COI?
Tenemos miembros excelentes que son mujeres. Siempre ha sido parte de mi programa el apoyar a las mujeres, darles la oportunidad de dedicarse al deporte, de competir y también de asumir cargos de responsabilidad.