Osaka y Kvitova se disputan el trono en Australia y el número 1 de la WTA
Este sábado, desde de las 3:30 a.m. hora colombiana (Espn), la japonesa y la checa jugarán la final del primer Grand Slam del año.
Redacción Deportes / AFP
Como en los juegos de casino, la ganadora se lleva todo: el trofeo del Abierto de Australia y la corona de número 1 mundial. La jugadora que gane la final femenina del sábado (3:30 a.m. de Colombia, por Espn) en Melbourne, entre la japonesa Naomi Osaka y la checa Petra Kvitova, conseguirá un premio doble.
Ni la nipona ni la zurda checa han estado en el primer puesto del escalafón de la Asociación Femenina de Tenistas Profesionales (WTA). Osaka, actual número 4 del mundo, está en su mejor posición y Kvitova, sexta, llegó a alcanzar el segundo puesto hace siete años, en octubre de 2011.
La primera lo considera uno de sus “mayores objetivos”, mientras que la segunda dice que el número 1 será “una bonificación muy bonita”.
En lo que sí tienen experiencia ambas es en triunfar en torneos del Grand Slam. Osaka lo hizo en septiembre pasado en el Abierto de Estados Unidos, con apenas 20 años. En 2011 y 2014, en Wimbledon, Kvitova fue la campeona.
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“Ya he jugado finales del Grand Slam, pero ésta es un poco diferente, especial, probablemente porque llega después de todo lo que ha vivido”, estima la jugadora checa.
El renacer de Kvitova
Sin nombrarla, Kvitova hacía referencia a la agresión con un cuchillo que sufrió a finales de diciembre de 2016, durante un asalto en su casa en la República Checa.
Un suceso que puso en peligro su carrera: su mano izquierda sufrió daños y necesitó una importante operación, que le tuvo apartada de las pistas durante cinco meses.
“Supe recientemente que mi médico no estaba muy contento con mi mano dos meses después de la operación, porque las cicatrices eran muy, muy tensas, y duras, y no podía hacer mucho en esas condiciones. Afortunadamente no me dijo nada en aquel momento", cuenta Kvitova.
Para la checa, lo que ha vivido después de la agresión es su “segunda carrera”. Su recorrido australiano incita al optimismo. Campeona este mes en Sídney, encadenó en semifinales su undécima victoria consecutiva y en sus seis partidos hasta ahora en Melbourne no ha perdido ningún set.
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Osaka volverá por su parte a una final del Grand Slam después de la que jugó en Nueva York en septiembre ante Serena Williams, marcada por el enorme enfado de la estadounidense con el juez de silla.
Osaka y Kvitova no se han enfrentado nunca, pero son conscientes de que será un partido complicado. “¡Naomi está en racha! Está en muy buena forma”, afirma la checa.
En caso de ganar, Osaka se convertiría en la primera jugadora, sin contar a Serena Williams, en encadenar dos títulos seguidos del Grand Slam desde que lo hiciera la belga Kim Clijsters, en 2010-2011.
Como en los juegos de casino, la ganadora se lleva todo: el trofeo del Abierto de Australia y la corona de número 1 mundial. La jugadora que gane la final femenina del sábado (3:30 a.m. de Colombia, por Espn) en Melbourne, entre la japonesa Naomi Osaka y la checa Petra Kvitova, conseguirá un premio doble.
Ni la nipona ni la zurda checa han estado en el primer puesto del escalafón de la Asociación Femenina de Tenistas Profesionales (WTA). Osaka, actual número 4 del mundo, está en su mejor posición y Kvitova, sexta, llegó a alcanzar el segundo puesto hace siete años, en octubre de 2011.
La primera lo considera uno de sus “mayores objetivos”, mientras que la segunda dice que el número 1 será “una bonificación muy bonita”.
En lo que sí tienen experiencia ambas es en triunfar en torneos del Grand Slam. Osaka lo hizo en septiembre pasado en el Abierto de Estados Unidos, con apenas 20 años. En 2011 y 2014, en Wimbledon, Kvitova fue la campeona.
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“Ya he jugado finales del Grand Slam, pero ésta es un poco diferente, especial, probablemente porque llega después de todo lo que ha vivido”, estima la jugadora checa.
El renacer de Kvitova
Sin nombrarla, Kvitova hacía referencia a la agresión con un cuchillo que sufrió a finales de diciembre de 2016, durante un asalto en su casa en la República Checa.
Un suceso que puso en peligro su carrera: su mano izquierda sufrió daños y necesitó una importante operación, que le tuvo apartada de las pistas durante cinco meses.
“Supe recientemente que mi médico no estaba muy contento con mi mano dos meses después de la operación, porque las cicatrices eran muy, muy tensas, y duras, y no podía hacer mucho en esas condiciones. Afortunadamente no me dijo nada en aquel momento", cuenta Kvitova.
Para la checa, lo que ha vivido después de la agresión es su “segunda carrera”. Su recorrido australiano incita al optimismo. Campeona este mes en Sídney, encadenó en semifinales su undécima victoria consecutiva y en sus seis partidos hasta ahora en Melbourne no ha perdido ningún set.
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Osaka volverá por su parte a una final del Grand Slam después de la que jugó en Nueva York en septiembre ante Serena Williams, marcada por el enorme enfado de la estadounidense con el juez de silla.
Osaka y Kvitova no se han enfrentado nunca, pero son conscientes de que será un partido complicado. “¡Naomi está en racha! Está en muy buena forma”, afirma la checa.
En caso de ganar, Osaka se convertiría en la primera jugadora, sin contar a Serena Williams, en encadenar dos títulos seguidos del Grand Slam desde que lo hiciera la belga Kim Clijsters, en 2010-2011.