Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
La italiana Flavia Pennetta, coronada campeona este sábado del Abierto de Estados Unidos de tenis, y su derrotada rival en la final, su compatriota Roberta Vinci, dijeron que aspiraban a que su partido haya "alegrado los corazones" de todo el mundo.
"Este es un gran día para Italia", dijo Pennetta después de su coronación en el US Open 2015, segundo torneo de Gran Slam que gana una mujer italiana.
"Con todo lo que está sucediendo en el mundo, es un soplo de aire fresco para la gente, yo también espero que la gente vea en el un mensaje de esperanza, que hayamos alegrado los corazones", subrayó la tenista de 33 años de edad.
Pennetta, que venció a Vinci en la final con parciales de 7-6 (7/4), 6-2, ratificó el anuncio hecho al pie de cancha poco después de su victoria.
"Como dije en la cancha, me retiro. Este fue mi último US Open. Ahora abro otra etapa, no sé si más bonita, pero sí igual de interesante", declaró la raqueta de Brindisi.
"Roberta y yo demostramos que los sueños pueden hacerse realidad, ya sea en el deporte o en otro lugar", insistió.
Entre los 23.770 espectadores en el estadio Arthur Ashe de Flushing Meadows, que se sorprendieron ante el anuncio del retiro, estuvo el jefe del gobierno italiano Matteo Renzi, y el presidente del Comité Olímpico Italiano Giovanni Malago.
Ambos felicitaron calurosamente a Pennetta y Vinci después de la final.
- Vinci aún no ha digerido a Serena Williams -
De su lado, Roberta Vinci admitió en su rueda de prensa que aún no digerido su rotunda victoria en semifinales contra la número uno mundial Serena Williams.
"Cuando me desperté esta mañana, me dije: 'pero ¿qué he hecho?'", aseguró la risueña tenista italiana.
"Mi victoria contra Serena Williams fue un milagro, y siento haber roto su sueño de ganar este Gran Slam", dijo Vinci, de 32 años, quien dio la mayor sorpresa del torneo al vencer en semis a la favorita estadounidense con parciales de 2-6, 6-4, 6-4.
Con ese triunfo, Vinci se aseguró el primer pasaje de su carrera a la final de un Gran Slam, que terminó perdiendo contra su amiga Pennetta.
"Flavia jugó mejor que yo, es así de simple, pero estoy muy satisfecha de mí misma, me siento orgullosa de lo que he logrado", dijo.
Por su carisma dentro y fuera de la cancha, y su espíritu guerrero, Vinci se ganó los corazones del público neoyorquino.
"Me encanta Nueva York. Y agradezco todo lo que me apoyaron, pero hoy probablemente me coma mi última hamburguesa con queso, y mañana pasta, pasta de la buena en casa", dijo la expresiva italiana.