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Las medallas de oro del nadador de Baltimore ensombrecieron todo lo demás en el "Cubo de agua" de la capital china porque, además, las ganó en algunas finales épicas: como la del relevo 4x100 libre o el 100 mariposa.
Phelps, nacido en Baltimore hace 23 años, se impuso en los 100 y 200 mariposa; los 200 y 400 estilos; los 200 libre; los 4x100 y 4x200 libre y los 4x100 estilos, y batió récords mundiales en cada distancia salvo en los 100 mariposa.
Precisamente en esta final, la séptima, fue en la que tuvo más problemas para ganar el oro. El estadounidense sólo pudo superar a Milorad Cavic por una centésima y tan cerrada fue la llegada y la percepción que tuvieron la mayoría de los espectadores, técnicos y periodistas que el equipo de Serbia presentó una reclamación en contra del resultado.
Esta fue rechazada y, en cualquier caso y como mucho, los jueces hubieran determinado un empate y dos medallas de oro, por lo que Phelps hubiera sumado ocho.
La otra gran final fue la del 4x100 libre en la que el equipo francés parecía tener ganada la medalla de oro hasta que el cuarto relevista de los norteamericanos, Jason Lezak, alcanzó y rebasó a Alain Bernard en los último 100 metros. La foto de Phelps celebrando el triunfo de Lezak perdurará en el futuro como una de las imágenes de Pekín 2008.
Bernard luego se resarciría en la final individual en la que se impuso al australiano Eamon Williams y al brasileño César Cielo, que compartió el bronce con Lezak (ambos hicieron 47.67).
Cesar Cielo marcó un hito para Brasil y Sudamérica al convertirse en el primer nadador de esta región que ganaba una prueba olímpica en natación, la de la velocidad pura: los 50 libre.
Cielo fue la luz más brillante de la natación latinoamericana en los Juegos, donde el también brasileño Thiago Pereira fue cuarto en los 200 metros estilos y sus compatriotas Kaio Almeida séptimo en 200 metros mariposa, el mismo puesto que consiguió Gabriella Silva en 100 metros mariposa, mientras Ana Marcela Cunha fue quinta en 10 kilómetros maratón.
En saltos, mujeres plataforma 10m sicronizado, las mexicanas Paola Espinosa y Tatiana Ortiz ganaron el bronce, mientras en la prueba individual fueron cuarta y quinta, respectivamente.
Pero la natación tuvo otros protagonistas, uno de ellos el bañador de Speedo, con el que desde febrero comenzaron a caer récords del mundo, uno tras otro, empezando por el del ruso Alexander Popov en los 50 metros libre rebajado por Eamon Williams. Sólo en la capital china se batieron 25 récords del mundo.
Pero la natación tuvo otros protagonistas, uno de ellos el bañador de Speedo, con el que desde febrero comenzaron a caer récords del mundo, uno tras otro, empezando por el del ruso Alexander Popov en los 50 metros libre rebajado por Eamon Williams. Sólo en la capital china se batieron 25 récords del mundo.
En las pruebas femeninas las medallas y el protagonismo estuvieron más repartidos y destacaron la australiana Lisbeth Trickett, medalla de oro en 100 mariposa; plata en 100 libre; y bronce en el 4x100 libre; la alemana Britta Steffen, doble campeona olímpica de 50 y 100 libre; y la estadounidense Natalie Coughlin, oro en 100 espalda, plata en el relevo 4x100 libre y 4x100 estilos; y tres bronces: 100 libre, 200 estilos y el 4x200 libre
Por su parte, la natación española vivió un año de cierta progresión en los Campeonatos de Europa de Eindhoven (Holanda) y en los de piscina corta de Rijeka (Croacia), pero fracasó en Pekín 2008, donde sólo Aschwin Wildeboer llegó a una final, la de los 100 espalda, en la que fue séptimo.
La revelación fue Mireia Belmonte, nacida en 1990, que en Holanda se impuso en la final de los 200 estilos y en Croacia en la de los 400 estilos y batió el récord del mundo.