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Se apaga la ilusión del Mundial de baloncesto: Colombia perdió contra Chile

La selección nacional estaba obligada a ganar este viernes en las eliminatorias para la Copa del Mundo de la FIBA. Ahora, las opciones de llegar al Mundial son muy limitadas.

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Fernando Camilo Garzón
26 de febrero de 2022 - 02:33 a. m.
Colombia lleva tres derrotas al hilo, dos contra Uruguay y una con Chile, en la eliminatoria al Mundial de 2023.
Colombia lleva tres derrotas al hilo, dos contra Uruguay y una con Chile, en la eliminatoria al Mundial de 2023.
Foto: Crédito: FIBA
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Colombia perdió de visitante este viernes contra Chile (90-76), una diferencia lapidaria de 14 puntos con el rival directo que complica la clasificación a la ronda final de las eliminatorias al Mundial de la FIBA, que se realizará en 2023 en Filipinas, Japón e Indonesia.

El equipo dirigido por Guillermo Moreno, con la derrota, cayó al cuarto y último lugar del grupo, el único que no da pase a la siguiente fase, y quedó por detras de Chile, que marcha tercero, y de Brasil, que va primero y que derrotó a primera hora a Uruguay, segundo de la zona.

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Ahora, Colombia tendrá que derrotar obligatoriamente a Chile, cuando lo visite en casa en junio, y tratar de lograr alguna victoria contra Brasil en los dos partidos que les quedan, algo que parece imposible por la distancia que existe entre las dos selecciones.

Colombia, mucha garra y poco baloncesto

En el desarrollo del juego, la selección salió con mucha intensidad durante los primeros cuatro minutos del primer cuarto. La agresividad de Colombia rindió sus frutos hasta que Chile pudo conectar sus primeros triples y dejó en evidencia el desorden en la defensa del combinado nacional.

A partir de ese momento, a los colombianos les tocó empezar a remar desde atrás, pero no tenían muchas herramientas ofensivas para pensar a la victoria. El equipo dependía de las labores de Tonny Trocha y Soren De Luque en la zona pintada y de alguna de las acciones de fantasía del joven Romario Roque.

No obstante, el perímetro de los chilenos era incontenible, mientras que el de los colombianos fue totalmente inexistente en la primera mitad.

La diferencia del primer tiempo, en el que Colombia se fue abajo al descanso por un marcador 35-29, fue el volumen ofensivo de los dos equipos. Especialmente en el triple porque el seleccionado nacional no pudo meter ni uno, mientras que Chile promedió una efectividad del 40%. Los colombianos, diezmados por las ausencias de grandes referentes como Hansel Atencia, Juan Diego Tello, Andrés Ibargüen y Brian Angola, se olvidaron de la línea de tres y sobrecargaron su juego ofensivo en el poste. Error que, posteriormente, fue definitivo para la victoria de los locales.

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En el tercer cuarto la dinámica siguió igual en el comienzo. Ignacio Arroyo, el mejor del partido, empezó a comandar la victoria de Chile, que no paró de sacarle diferencia a Colombia.

La esperanza del combinado nacional recayó en Romario Roque, que, con capacidad para rebuscarse espacios, le dio un brillo de esperanza a Colombia para intentar ir por el encuentro. Por sus manos pasaba toda la intención ofensiva del equipo.

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Sin embargo, como pasó en todo el compromiso, cada vez que los colombianos se acercaban en el marcardor, a partir del ímpetu y del físico, con más ganas que baloncesto, los chilenos lograron defender su diferencia.

Y justo antes de acabar la la tercera parte del encuentro, cuando Roque descansaba en la banca para el cuarto final, Franco Morales protagonizó una jugada de fantasía, anotando un triple desde la mitad de la cancha que dejó a los australes encima por 10 puntos.

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El epílogo del juego no mostró nada distinto. Colombia le apostó a su corazón, pero el desorden de su defensa marcó la distancia en favor de su rival, que aprovechó todos los espacios que le dejaron y al final se floreó con volcadas y contragolpes rápidos. Los colombianos con una propuesta ofensiva muy baja en porcentaje anotador perdieron un partido fundamental en sus aspiraciones de llegar al Mundial del próximo año.

Es muy difícil, en el básquet moderno, prescindir de los triples y apostar al juego de la zona pintada. A Colombia, que jugó un baloncesto anticuado, como de otro siglo, le pesaron demasiado las bajas y perdió por una diferencia muy abultada, que lo obliga a golear a Chile en el juego de vuelta.

Así las cosas, el Mundial se ve muy complicado y la ilusión, después de la clasificación histórica de la selección el año pasado a la Americup, poco a poco se va apagando. Todavía hay vida, pero será difícil.

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