Sentí que el mundo me caía encima: Catalina Castaño

“Todo comenzó hace ocho meses. Estaba participando en un torneo internacional. Allí comencé a sentir unas punzadas en el seno y cuando llegué a Colombia lo primero que hice fue ir a los chequeos médicos y me encontré con esto”, le cuenta a El Espectador la pereirana Catalina Castaño, quien por medio de un comunicado de prensa le dio a conocer al mundo del deporte que padecía cáncer de seno.

Una noticia que hizo que su vida diera un giro de 180 grados, en donde ella era consciente de que este obstáculo que se el puso en el camino era un reto personal.

Como ella misma lo relata, al principio no lo podía creer. Pensaba que era un error, que no podía ser cierto. No obstante, tras volver a pedir los resultados del examen médico que se había realizado, ya no quedaba duda alguna: tendría que enfrentarse a un rival extremadamente duro. Se aferró mucho más a Dios y a su familia, y hoy en día, aunque todavía tiene que asistir a los controles médicos de rutina, se recuperación está muy avanzada.

Catalina ha participado en todos los Grand Slam. En Australia, Francia y Estados Unidos alcanzó la segunda ronda. En Wimbledon hizo historia cuando en 2008 llegó hasta la tercera ronda de este importante certamen.

Junto a Fabiola Zuluaga hizo parte de una generación muy positiva del tenis colombiano. Al lado de la cucuteña representó como jugadora varias veces a Colombia en la Fed Cup; ahora, por cosas del destino, será la capitana del cuadro nacional para la próxima temporada.

¿Qué significado tiene para usted ser la capitana del equipo colombiana en la Fed Cup?

La Copa Federación siempre la jugué con mucho orgullo, siempre di lo mejor de mí para el país, y que me hayan nombrado capitana, para mí es un honor.

¿Cómo manejar ese nuevo rol, teniendo en cuenta que hace poco era una de las jugadoras?

Bien. Inclusive en los últimos años siempre que jugaba era la líder, entonces eso me va a ayudar mucho. Va a ser una experiencia muy linda para mí, porque las tenistas que van fueron compañeras mías y ahora, poder estar del otro lado, poder dirigirlas, es gratificante. Todas nos tenemos mucho cariño, así que estoy muy feliz.

¿El objetivo cuál va ser?

Obviamente dar lo mejor, tratar de darlo todo para que Colombia clasifique al repechaje.

¿Qué es lo primero que va a inculcarles a sus dirigidas?

Es importante la unión, que el equipo vaya para el mismo lado. Yo siempre trato de mantener eso. Y segundo, disciplina y trabajo, que son fundamentales para lograr los resultados.

¿Cómo es un día de Catalina, ahora que está retirada como jugadora de tenis profesional?

Ahora ha cambiado mucho. Hay días en que salgo, me tomo un café con mis amigas, todos los días hago ejercicio en las mañanas, hago Pilates o monto bicicleta; hay otros días en que voy y juego tenis muy suavemente con amigos, pero cada día es diferente y lo asumo de la mejor manera. Además, todos los martes tengo grupo de oración y los domingos voy a la iglesia.

¿Qué significa el tenis en su vida?

Es muy importante, porque ha sido el medio o el vehículo para poder luchar contra la adversidad. Esto lo he tomado como un reto más y el tenis me ha ayudado a tomarlo con más tranquilidad.

¿Qué fue lo primero que le pasó por la cabeza cuando recibió la noticia?

Fue un momento muy difícil, me puse a llorar, sentí que el mundo se me caía encima, pero lo primero que le pedí a Dios fue tener la fortaleza necesaria para afrontar este reto que me puso la vida.

¿Se aferró mucho a Dios y su familia?

Esto me ha ayudado a valorar muchísimo más las cosas en mi vida. Obviamente el apoyo de mi familia y el cariño de la gente me han ayudado a salir adelante. Yo creo que es muy importante tener el apoyo de todos para seguir luchando.

¿Cómo va el proceso de recuperación, lo duro ya pasó?

Sí, yo creo que ya pasó. De todas formas sigo en tratamiento, me falta un mes más. Pero gracias a Dios todo me ha salido muy bien. Muchas personas me han ayudado en la recuperación; mis compañeros de tenis: Carlos Salamanca, Mariana Duque, Alejandro, Santiago, todos han sido importantes y me mandan muchos mensajes de ánimo.

¿Qué sigue para usted de ahora en adelante?

A corto plazo, acabar el tratamiento y disfrutar lo más que pueda. Me gustaría seguir con el tenis, pero aportándoles a las nuevas generaciones con mis conocimientos.

Precisamente, ¿cómo ve ese cambio generacional en el tenis femenino?

Creo que hay mucho talento, buenas niñas, con muchas ilusiones, que juegan bien. Es necesario direccionarlas, tenemos una buena camada que lo va a hacer bien.

* mfsanchez@elespectador.com / @manu2385

“Todo comenzó hace ocho meses. Estaba participando en un torneo internacional. Allí comencé a sentir unas punzadas en el seno y cuando llegué a Colombia lo primero que hice fue ir a los chequeos médicos y me encontré con esto”, le cuenta a El Espectador la pereirana Catalina Castaño, quien por medio de un comunicado de prensa le dio a conocer al mundo del deporte que padecía cáncer de seno.

Una noticia que hizo que su vida diera un giro de 180 grados, en donde ella era consciente de que este obstáculo que se el puso en el camino era un reto personal.

Como ella misma lo relata, al principio no lo podía creer. Pensaba que era un error, que no podía ser cierto. No obstante, tras volver a pedir los resultados del examen médico que se había realizado, ya no quedaba duda alguna: tendría que enfrentarse a un rival extremadamente duro. Se aferró mucho más a Dios y a su familia, y hoy en día, aunque todavía tiene que asistir a los controles médicos de rutina, se recuperación está muy avanzada.

Catalina ha participado en todos los Grand Slam. En Australia, Francia y Estados Unidos alcanzó la segunda ronda. En Wimbledon hizo historia cuando en 2008 llegó hasta la tercera ronda de este importante certamen.

Junto a Fabiola Zuluaga hizo parte de una generación muy positiva del tenis colombiano. Al lado de la cucuteña representó como jugadora varias veces a Colombia en la Fed Cup; ahora, por cosas del destino, será la capitana del cuadro nacional para la próxima temporada.

¿Qué significado tiene para usted ser la capitana del equipo colombiana en la Fed Cup?

La Copa Federación siempre la jugué con mucho orgullo, siempre di lo mejor de mí para el país, y que me hayan nombrado capitana, para mí es un honor.

¿Cómo manejar ese nuevo rol, teniendo en cuenta que hace poco era una de las jugadoras?

Bien. Inclusive en los últimos años siempre que jugaba era la líder, entonces eso me va a ayudar mucho. Va a ser una experiencia muy linda para mí, porque las tenistas que van fueron compañeras mías y ahora, poder estar del otro lado, poder dirigirlas, es gratificante. Todas nos tenemos mucho cariño, así que estoy muy feliz.

¿El objetivo cuál va ser?

Obviamente dar lo mejor, tratar de darlo todo para que Colombia clasifique al repechaje.

¿Qué es lo primero que va a inculcarles a sus dirigidas?

Es importante la unión, que el equipo vaya para el mismo lado. Yo siempre trato de mantener eso. Y segundo, disciplina y trabajo, que son fundamentales para lograr los resultados.

¿Cómo es un día de Catalina, ahora que está retirada como jugadora de tenis profesional?

Ahora ha cambiado mucho. Hay días en que salgo, me tomo un café con mis amigas, todos los días hago ejercicio en las mañanas, hago Pilates o monto bicicleta; hay otros días en que voy y juego tenis muy suavemente con amigos, pero cada día es diferente y lo asumo de la mejor manera. Además, todos los martes tengo grupo de oración y los domingos voy a la iglesia.

¿Qué significa el tenis en su vida?

Es muy importante, porque ha sido el medio o el vehículo para poder luchar contra la adversidad. Esto lo he tomado como un reto más y el tenis me ha ayudado a tomarlo con más tranquilidad.

¿Qué fue lo primero que le pasó por la cabeza cuando recibió la noticia?

Fue un momento muy difícil, me puse a llorar, sentí que el mundo se me caía encima, pero lo primero que le pedí a Dios fue tener la fortaleza necesaria para afrontar este reto que me puso la vida.

¿Se aferró mucho a Dios y su familia?

Esto me ha ayudado a valorar muchísimo más las cosas en mi vida. Obviamente el apoyo de mi familia y el cariño de la gente me han ayudado a salir adelante. Yo creo que es muy importante tener el apoyo de todos para seguir luchando.

¿Cómo va el proceso de recuperación, lo duro ya pasó?

Sí, yo creo que ya pasó. De todas formas sigo en tratamiento, me falta un mes más. Pero gracias a Dios todo me ha salido muy bien. Muchas personas me han ayudado en la recuperación; mis compañeros de tenis: Carlos Salamanca, Mariana Duque, Alejandro, Santiago, todos han sido importantes y me mandan muchos mensajes de ánimo.

¿Qué sigue para usted de ahora en adelante?

A corto plazo, acabar el tratamiento y disfrutar lo más que pueda. Me gustaría seguir con el tenis, pero aportándoles a las nuevas generaciones con mis conocimientos.

Precisamente, ¿cómo ve ese cambio generacional en el tenis femenino?

Creo que hay mucho talento, buenas niñas, con muchas ilusiones, que juegan bien. Es necesario direccionarlas, tenemos una buena camada que lo va a hacer bien.

* mfsanchez@elespectador.com / @manu2385