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Super Bowl 2021: Duelo de generaciones

Los Bucaneros de Tampa, liderados por el legendario Tom Brady, enfrentan a los Jefes de Kansas City con Patrick Mahomes, su heredero. Este domingo, desde las 5:00 p.m., por Espn.

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07 de febrero de 2021 - 10:00 a. m.
Super Bowl 2021: Duelo de generaciones
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El Super Bowl es el evento deportivo de un día más importante de Estados Unidos. Se trata de la gran final de la Liga de Fútbol Americano. Especialmente durante los últimos 20 años ha logrado la atención de cientos de millones de personas en todos los rincones del mundo. Tanto, que se prevé que el juego de este domingo, entre los Bucaneros de Tampa Bay y los Jefes de Kansas City, con transmisión para Colombia desde las 5:00 p.m. por Espn, se vea en directo en cerca de 150 países.

Y uno de los principales atractivos es el duelo entre las dos grandes estrellas de ese deporte en la actualidad. El veterano Tom Brady, para muchos el mejor jugador de la historia, quien a sus 43 años se mantiene en la élite, y Patrick Mahomes, líder de la escuadra campeona del año pasado y probablemente su sucesor.

Ambos equipos tienen muy buenas defensas y corredores rápidos en ataque, pero todas las miradas están puestas en sus mariscales de campo, los líderes de la ofensiva y los encargados de decidir qué jugadas se ejecutan. En pocos deportes una posición es tan determinante, razón por la cual estos hombres cargan sobre sus espaldas tanta responsabilidad.

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Pero asimismo son valorados. Mahomes, por ejemplo, con apenas 25 años, tiene un contrato que le reporta US$50,3 millones por temporada, solamente por su vínculo con los Chiefs. Por publicidad y manejo de imagen podría recibir una cifra similar o superior. Y Brady, en su “ocaso” como jugador, gana la bobadita de US$30,8 millones en su primera campaña en Florida, pues las 20 anteriores en la NFL fueron con los Patriotas de Nueva Inglaterra, con los que ganó seis títulos y llegó a nueve finales.

Aunque hace dos semanas, cuando se conocieron los protagonistas de la edición 55 del Super Bowl, los Jefes eran amplios favoritos, poco a poco la brecha se ha ido cerrando, tal vez por la mística del ya legendario Brady, quien intimida a los rivales y empodera a los compañeros con su presencia. Según las encuestas, el 56 % de los habituales seguidores de la liga creen que el triunfo será para Kansas. El 44 % restante cree que los Bucaneros darán la sorpresa.

En la temporada, los Jefes lograron 16 victorias y perdieron solo dos juegos, mientras que la escuadra de Tampa ganó 14 juegos y cayó en cinco.

Tom Brady, insaciable ganador

El 19 de marzo pasado, en los días en los que Colombia iniciaba la cuarentena, se conoció la llegada de Tom Brady a los Bucaneros. La plata, seguramente, no fue su motivación, porque solamente por patrocinios personales recibiría decenas de millones de dólares así se quedara sentado en el sofá de su casa. Lo que lo llevó a asumir ese nuevo desafío fue seguir enriqueciendo su leyenda.

Pero ni siquiera él imaginó llegar tan lejos en su primera campaña, sobre todo en un equipo modesto, que llevaba 13 años sin alcanzar la postemporada y que apenas había ganado un Super Bowl, en 2002. El hecho de que justamente el estadio Raymond James de Tampa fuera la sede de la gran final de 2021, más que un aliciente, parecía una anécdota. Y ahora, pase lo que pase este domingo, Brady saldrá de esa cancha como ganador. A pesar de brillar en un deporte de menor impacto global, seguirá siendo considerado uno de los mejores deportistas de todos los tiempos. Su nombre se escribirá con letras doradas al lado de los de Michael Jordan, Pelé, Mohamed Ali, Michael Phelps, Michael Schumacher, Babe Ruth, Roger Federer, Diego Maradona, Valentino Rossi, Tiger Woods, Lionel Messi y Eddy Merckx, entre otros.

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Brady es un ejemplo de profesionalismo, disciplina, dedicación y amor por el deporte. En su época de estudiante en la Universidad de Michigan, era apenas el séptimo mariscal del equipo. Por eso sus entrenadores le aconsejaron que se dedicara al béisbol o al baloncesto, disciplinas en las que también se destacaba y podía aspirar a una beca.

Sin embargo, su gran sueño era ser jugador de fútbol americano y nunca se dejó desanimar por los tropiezos. Ni siquiera cuando en el draft (sorteo de jugadores universitarios graduados) de 2000 fue elegido en el puesto 199. Seis jugadores de su posición fueron seleccionados antes que él, que era considerado un prospecto inteligente y astuto, pero débil y lento.

Aunque su futuro en la NFL no era promisorio, a punta de trabajo y disciplina el californiano se fue puliendo. Contrató psicólogo, preparador físico y chef personal. Le dedicó su vida al deporte. “Sin duda su juego ha evolucionado. Cuando empezó era hasta limitado; ahora, es una leyenda”, explica Álvaro Martín, especialista en fútbol americano de la cadena internacional de televisión ESPN.

Y sus números son realmente impresionantes. Sumará este domingo 10 apariciones en el Super Bowl, una efectividad del 48 % en sus 21 temporadas de carrera. Ha levantado seis títulos, cifras que no alcanza prácticamente ninguna de las 32 franquicias de la liga.

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Únicamente los Patriotas cuentan con más participaciones en Super Bowl (11) que el mariscal de campo y solo este equipo y los Pittsburgh Steelers le igualan por ahora con seis títulos. En premios individuales cuenta en sus vitrinas con tres MVP (Jugador Más Valioso) de la temporada de la NFL (2007, 2010 y 2017) y otros cuatro del Super Bowl (2001, 2003, 2014 y 2016).

Y es que ni el coronavirus pudo detenerlo. Instalado en Tampa junto con su esposa, la modelo brasileña Gisele Bündchen, y sus dos hijos, en abril pasado Brady comenzó a trabajar “secretamente” con sus nuevos socios, especialmente con el cuerpo de receptores (Mike Evans, Chris Godwin, Scotty Miller). Los citaba fuera de las instalaciones del equipo y realizaba con ellos ejercicios específicos.

Y en la temporada los Bucaneros terminaron en segunda posición de la división Sur de la Conferencia Nacional. Brady dio muestras de estar en buena forma logrando su tercera mayor marca de touchdowns en una campaña (40). En los playoffs, arropado por una de las mejores defensas de la Liga, combinó la potencia y precisión de su brazo con su inigualable experiencia para llevar a Tampa al partido por el título.

Mahomes, presente y futuro

Con apenas 25 años y cuatro temporadas en la NFL, Patrick Mahomes ya está en el trono del deporte que más identifica a los estadounidenses. Su padre, Pat, fue beisbolista profesional. Lanzó durante 11 temporadas para los Rangers de Texas, los Cachorros de Chicago, los Mellizos de Minnesota, los Medias Rojas de Boston y los Mets de Nueva York, con los que ganó el título de la Liga Nacional en 2000, pero quedó fuera del plantel que disputó esa histórica Serie Mundial contra los Yanquis. De niño, Patrick jugaba baloncesto, béisbol y fútbol americano. En las tres disciplinas lo hacía tan bien, que en todas representaba a su escuela en los campeonatos estatales. Cuando ingresó becado a la Universidad de Texas, Tech aún no había tomado la decisión de dedicarse de lleno a una sola especialidad. Incluso recibió una oferta de los Tigres de Detroit para jugar en las Grandes Ligas, pero prefirió el “football”, su pasión pudo más que el deseo de su padre, de quien heredó, además de disciplina, un poderoso brazo.

En 2017, Andy Reid lo fichó para los Chiefs, a cambio de varias selecciones en el draft del año siguiente para los Buffalo Bills. Fue una apuesta arriesgada, pero que valió la pena.

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“Me impactó su talento, pero sobre todo su madurez mental. Vivía con sus hermanos menores, Jackson y Mia, y su madre, Randi, que se había separado de Pat, así que él asumió el rol de padre”, recuerda Reid.

Con 20 años, Mahomes firmó un contrato de novato por cuatro temporadas y US$16 millones, además de un bono de US$10 millones, pero su rutina no cambió. Siguió viviendo en casa de su madre hasta mediados de 2019, cuando compró una con su novia Brittany Matthews, una exfutbolista y kinesióloga con la que se conoció en la preparatoria Whitehouse y que tras jugar en la Liga de Islandia regresó a Estados Unidos para acompañarlo y fundar su propia empresa de entrenamiento físico personal.

Mahomes ganó el premio de Jugador Más Valioso de la Liga en 2018 y el año pasado lideró a los Jefes a la victoria en el Super Bowl sobre los 49ers de San Francisco. Justo después de eso formalizó su extensión de contrato por US$503 millones en 10 años.

Para los especialistas, el número 15 de los Chiefs, derecho, de 1,88 metros de estatura y 104 kilogramos de peso, dominará este deporte en la próxima década. Y este domingo se podría dar ese cambio de mando, en el duelo de generaciones. Que Mahomes derrote a Brady simbolizaría su coronación. Eso sí, tendrá que ser constante para mantenerse en la cima y amenazar el lugar histórico que ha alcanzado Brady. Necesita muchas temporadas de esfuerzo, dedicación y suerte para merecer que sus números y carreras sean comparadas.

El de este domingo será un partido incomparable, un duelo de generaciones que tendrá 23.000 testigos directos, 7.500 trabajadores de la salud, invitados por la NFL, que han combatido la pandemia del COVID-19, y 15.500 afortunados aficionados que ganaron un sorteo para poder comprar las boletas.

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